Al escucharlo, Taehyun hizo el amague de salir de su interior, pero Yeonjun le detuvo.

—Él dijo que puede con los dos ¿no?—dirigió su mirada a Beomgyu.

—Si puedo—contestó con seguridad cuándo Taehyun se detuvo.

—¿Estás seguro, bebé?—le cuestionó Tae, incorporándose a como pudo de su líbido puro.

—Quiero intentarlo, háganlo—les pidió.

Siguiendo las instrucciones de Yeonjun, Tae se apartó de Beomgyu y se sentó sobre la cama. El mayor colocó más lubricante en la dilatada entrada de Beommi, comenzó a jugar un poco con sus dedos mientras se pone un condón.

Tae y Yeonjun se miran y sonríen complacidos al escuchar los hermosos gemidos necesitados que salen de los bonitos labios de Beomgyu.

—P-por favor...ya...—ruega el chico.

—¿Qué quieres, hyung?—pregunta Tae mientras se masturba con su hermosa imágen.

—A los dos—dice con dificultad.

Yeonjun sonríe, completamente perdido en la lujuria.

La erecciones de los tres palpitan impacientes, Yeonjun saca sus dedos de Beomgyu y lo guía hasta dejarlo sobre el regazo de Tae, quien de inmediato lo vuelve a penetrar, arrancándole varios gemidos.

Ya que está de espaldas a él, Yeonjun puede ver como la gran polla de Tae entra y sale deliciosamente de Beomgyu, quien lo monta como conejito, preparándose para lo que viene.

—Voy a entrar—colocó una mano sobre su hombro.

Llevó la punta de su miembro a su entrada, presionó allí y tanteó con entrar, desesperando a Beomgyu cada vez más. Él igual está impaciente por follarlo, pero parece que no entrará ni la punta y no quiere lastimarlo.

—¿Qué esperas? hazlo—ordenó Beomgyu con dificultad.

Yeonjun empujó lentamente en él, tratando de ser lo más cuidadoso posible. Beomgyu jadea sin parar, pero la sensación nueva es tan excitante que no puede pensar en otra cosa.

—¡Ah! ¡ah! ¡maldición es demasiado!—cerró los ojos fuertemente.

Tae besa su cuello y acaricia su erección, haciendo todo lo posible por distraerlo del dolor, pero siente que no funciona. Era de esperarse, pues ni él ni su compañero son precisamente pequeños.

Tae y Yeonjun se miraron entre ellos, dándose a entender que tal vez no deben continuar, así que el mayor tanteó salir del interior de Beomgyu.

—Podemos hacerlo de otra manera si es...

—¡No! no aguantaré otra ronda más, s-solo metelo—le exigió jadeante.

—¿Seguro, osito?—preguntó una vez más.

—¡Dios sí! ¡Hazlo ya!—pidió con desesperación.

Yeonjun terminó de entrar por completo y los tres soltaron un fuerte gemido por la nueva sensación. Se quedan quietos unos segundos, para que Beomgyu se dilate un poco más, mientras tanto, comparten pequeños besos con él.

A pesar del dolor en su entrada, cuándo ambos chicos comenzaron a moverse en su interior, no paró de sentir placer a cada segundo. El ritmo desigual que llevan, hace que su próstata siempre esté siendo estimulada.

Lo conviertieron en un desastre en segundos, jadea y gime como nunca, el placer que siente es inexplicable, tanto así que no puede evitar enterrar fuerte sus uñas en la espalda de Taehyun.

Sus acompañantes también disfrutan de la nueva sensación; sus miembros friccionándose en su cálido interior, nunca pensaron que algo así se sentiría tan bien.

—¿Te gusta, bebé?—jadeó Taehyun en sus oído.

—¡Ah! ¡s-si! mucho, mucho...

Yeonjun lo jaló del cabello; haciendo que sus bocas queden cerca, para poder escuchar mejor los jadeos y maldiciones de placer que salen de su boquita mientras Tae palmea su trasero y es embestido duramente por ambos.

—Lo disfrutas tanto...eres tan obsceno osito—le dió un rápido beso—me encantas.

—¡Ah! ¡ah! voy a terminar—gritó.

Taehyun alejó su mano del miembro de Beomgyu para que se corra sin tocarse, en su lugar, lo tomó fuerte por la cintura y empujó con más firmeza dentro de él.

Los tres están a punto de acabar, ésto está siendo demasiado intenso. Beomgyu soltó un grito que fácilmente se escuchó por todo el piso, seguido de eso, se corrió a chorros sobre el abdomen de Taehyun.

Su interior se contrajo aprisionando aún más los dos miembros dentro suyo, llevando a ambos chicos casi a su límite, el orgasmo fué tan fuerte que se sintió mareado.

Ninguno de los dos se detuvo; ambos persiguen su propio placer, luego de su orgasmo vinieron las réplicas y enseguida una sobreestimulacion que está disfrutando más de lo que imaginó.

Ambos chicos jadean fuerte, sueltan maldiciones entrecortadas y cumplidos casi ininteligibles a Beomgyu, quién a éste punto solo puede lloriquear.

—Terminen sobre mí—pidió en un susurro débil.

Tae y Yeonjun abrieron los ojos; los tenían fuertemente cerrados preparándose para correrse, se miraron y sin palabras entendieron que complacerán la petición de Beomgyu.

Salieron lentamente de él, robándole un fuerte jadeó por sentirse tan vacío de repente, se dejó caer casi desmayado en la cama y esperó ansioso su recompensa por ser un buen chico.

Después de sacarse el preservativo, bastó solo con tocarse un par de segundos, viendo la obscena imágen de Beomgyu completamente arruinado debajo de ellos.

Ambos jadearon ruidosamente y se corrieron sobre todo el precioso rostro de Beomgyu, observando con admiración como abre su boca para tragar, la sola imágen los pone duros de nuevos.

Pero su agotamiento puede más, así que se dejan caer a cada lado del chico, respirando pesado y con los latidos más acelerados que nunca, pero con una sonrisa satisfecha en el rostro.

dos para uno | yeongyu ; taegyuWhere stories live. Discover now