dos para uno | yeongyu ; taegyu

10

Supo que lo logró cuándo Beomgyu dió un respingo y gimió sonoramente, por accidente sus erecciones se rozaron, ambos se miraron con deseo por el escalofrío que les recorrió.

Beomgyu se mueve sobre los dedos de Taehyun mientras frota sus erecciones juntas, Tae se acerca a su pecho para jugar con sus sensibles pezones.

Los besó y mordió a su gusto, robándole dulces jadeos a Beomgyu. Pronto recordó que no puede dejar marcas, así que se apartó aunque no quisiera.

Beomgyu montó sus dedos un par de segundos más, mientras Taehyun aprecia su hermoso rostro obnubilado de placer. Cuándo estuvo listo, se alzó un poco para alinear su erección en su entrada.

Frotó la punta allí, provocando un poco al menor. Beomgyu mordió su labio inferior al verlo así, tan necesitado de follarlo, así que decide complacerlo.

Se deslizó hasta tener cada centímetro en su interior, ambos soltaron un gemido. Una vez más, juntaron sus labios en un beso lento, igual al movimiento de las caderas de Beomgyu.

A medida que el mayor aumenta el ritmo, Taehyun le acompaña con embestidas y el beso se vuelve cada vez más salvaje.

Se separan del beso por unos segundos para tomar aire; con sus frentes juntas y las puntas de sus narices tocándose, para poder escuchar de cerca los gemidos desesperados del otro.

Beomgyu se la está pasando jodidamente bien, se siente lleno hasta el final y Taehyun está dando justo en su punto, mientras su erección se fricciona entre sus vientres.

El más jóven no puede quitarle los ojos de encima, sus brazos rodean la cintura de su hyung y los del mayor se aferran a sus hombros.

Beomgyu da saltitos sobre su miembro una y otra vez, convirtiendo a ambos en un desastre de jadeos y gemidos entrecortados, creando ese obsceno sonido del choque de pieles.

—Oh hyung...—jadeó—me tomas tan bien...

—¿Te gusta Taehyunnie?—dejó un pequeño pico en sus labios.

—No sabes cuánto—lo miró fijamente—...¿tú lo disfrutas hyung?—preguntó con dificultad.

—Me encanta—cerró sus ojos sintiendo ese cosquilleo familiar en su vientre.

Taehyun le dió un apasionado beso y bajó sus manos hasta las caderas del chico, haciendo que se mueva más rápido y llegue hasta el fondo.

Beomgyu mordió su labio para contener ese fuerte jadeo que amenazó con salir de su boca, escondió su rostro en el cuello de Tae, aspirando su aroma masculino y lloriquendo de placer en su hombro.

—Hyung—gimió sintiéndose cerca—eres increíble...

—¡Ah! voy a correrme Taehyunnie—dijo de prisa.

Taehyun lo hizo alejarse de su cuello para poder verlo al rostro, sus hermosas expresiones de placer quedarán grabadas a fuego en su memoria.

Beomgyu por su parte, aceleró más sus movimientos sobre el miembro contrario, con ayuda de los fuertes brazos de Taehyun brindándole soporte.

—Correte sin tocarte bebé—le susurró Tae al oído de una forma tan sexy.

La piel se le puso de gallina, punzadas y un cosquilleo fuerte recorrieron su vientre bajo, indicando que está a nada de terminar. En éstos momentos se tocaría hasta hacerse acabar, pero le cumplirá a Tae lo que pidió.

Esperó un poco más y pronto, sin dejar de cabalgar sobre él, se corrió fuerte, enterró sus uñas en la espalda del menor mientras se corre abundantemente en el abdomen perfecto de su compañero.

Taehyun no aparta la mirada de su hyung, le parece hermoso con sus labios rojos y sus ojos cerrados, soltando pequeños gemidos que se convierten en sexys jadeos cuando llega al clímax.

—Lindo...—jadeó.

Las paredes de Beomgyu se contrajeron alrededor de su miembro, llevándolo a su límite. Sin poderlo prever, se corrió después de eso, soltando un sonoro jadeó con los ojos cerrados.

Su semen se disparó dentro del mayor, siendo detenido por el preservativo que ni siquiera recuerda haber colocado. Ambos chicos están sin aliento, sudados, despeinados y sus corazones laten frenéticamente.

Se miraron y sonrieron satisfechos, para terminar con un beso tranquilo, Beomgyu se bajó del regazo de Tae y soltó un jadeo al sentir su largo miembro salir por completo.

Se recostaron durante unos segundos, sin decir nada, solo recuperando el aliento. Justo cuando estaban por hablar, una voz resonó en el piso de abajo.

—¡Chicos!—gritó Yeonjun.

Ambos se miraron asustados y rápidamente se pusieron presentables, Tae fué él primero en bajar. Se topó a Yeonjun recién despierto sentado en el sofá, mirando a un punto fijo en el suelo.

Unos segundos después llegó Beomgyu, el mayor bostezó y volteó a verles sin decir nada aún.

—¿Qué pasa hyung?—preguntó Tae.

—Pensé que me habían dejado solo, como me desperté y no ví a nadie—explicó.

—Soobin y Kai salieron por helado...

—¡¿Qué?!—frunció el ceño—¿por qué no me llevaron?, yo igual quiero helado.

—Porque fué una cita Yeonjun, no seas mal tercio—explicó Beomgyu entre risas.

—Bueno sí—asintió tallando sus ojos—¿y ustedes que hacían, eh?—les preguntó.

La respiración de ambos se volvió pesada y sus pulsos se aceleraron considerablemente, se miraron con expresiones serias y respondieron lo más casual que pudieron.

—Yo estaba en mi habitación—dijo Beomgyu.

—Igual yo...o sea, en la mía, no la de él—dijo Taehyun con una risita, sospechosa para Yeonjun.

Ahora sí que el mayor de los tres no pudo evitar pensar que ese par le oculta algo, se veían tan raros cuándo les preguntó que hacían.

Yeonjun los miró; primero a uno y luego al otro, entrecerrando un poco sus ojos, tratando de descifrar el por qué de sus comportamientos extraños.

Antes de que pudiera preguntarles alguna otra cosa, Tae se adelantó a hablar.

—Hyung, si quieres helado te invitaré del que me traerá Soobin—le ofreció sonriente.

Yeonjun le miró extraño, pero decidió que se los dejaría pasar, pensó que tal vez no fué nada y solo se confundió por estar adormilado.

Sin embargo, una vez que se le mete una idea en la cabeza no la puede ignorar tan fácilmente, seguro que estará más pendiente de ese par.

—Si Taehyunnie, gracias—sonrió de vuelta.