Eso lo explica, casi todo.

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—Bienvenida, Solecito— la burla en la voz de Morgan es demasiado evidente. Mi aspecto seguramente es el responsable. Estoy envuelta en un abrigo enorme, llevo gafas de sol y mi cabello esta ligeramente despeinado —¿Estuvo buena la fiesta?— sus cejas se mueven en gesto sugestivo y yo lo mando a callar, colocando mi dedo índice sobre mis labios. 

—Wow, linda, ¿qué te ocurrió?— esa es García, me quito las gafas, resoplando un poco. Las ojeras que siempre han estado ahí, lucen más prominentes hoy, mi garganta esta seca y mis párpados pesan. Bebo un poco del café de mi termo, esta frío y sabe amargo. Hago una mueca de disgusto. Todos los presentes (incluyendo a Reid), me observan expectantes.

—No fue mi noche— susurro frotando mis sienes. 

—Si, eso es evidente, ¿que ocurrió, Ki? Tú no eres de tomar— niego ante la mención de alcohol. No, no he bebido, pero lo que experimento es similar a una resaca. La rubia de lentes, me observa preocupada, incluso lleva una de sus manos a mi frente, para comprobar sino tengo fiebre o algo parecido.

—Todos, la reunión terminó.— la voz de Hotch interrumpe a Reid, quien al parecer está por agregar algo. Luce culpable aún y yo le evito a toda costa.

Mis compañeros y yo, subimos las escaleras con rumbo a la sala de conferencias. García se adelanta para entrar antes y encender la pantalla. Las luces se apagan y empiezan a proyectar las fotos. Ella empieza, explicando el caso. Al parecer es un asesino de bebés (literalmente) en el condado de Pike, Kentucky, hay muestras de canibalismo y abuso hacia los pequeños, que no rebasaban los seis meses. 

—Tienen arrestado a un sospechoso y nos han pedido directamente  que nosotros lo interroguemos, es un vuelo corto, así que los esperan en 3 horas en la comisaría de Pike— nos informa García, todos damos un asentimiento y recogemos las carpetas con información. 

—Partimos en 30— nos indica Hotch, resoplo y me hundo en mi asiento —Kira, ¿te encuentras bien?— pregunta mi jefe al verme sin intenciones de moverme ni un centímetro. 

—Solo necesito café caliente— susurro tratando de levantarme, él me detiene. 

—¿Qué te ocurrió?— 

—Fueron las peores vacaciones del mundo— respondo sin más —Mi madre enfermó— escondo el rostro entre mis manos —En cuánto llegué a la clínica, ella no me reconoció y pasaron casi 3 días en que eso ocurriera, siempre que iba, lanzaba de golpes y maldiciones— empiezo a narrar —Después, todo fue un poco más tranquilo, pero 2 días antes de volver, enfermó; No se levantaba de la cama, apenas y dormí un par de horas con suerte. Ayer no alcancé mi vuelo y tuve que tomar uno a primera hora para poder venir a la conferencia. Solo pude pasar a casa a dejar mi maleta, darme una ducha rápida y meter lo primero que encontré a otra valija— gruño. 

—¿Segura que quieres venir? Puedes ausentarte— niego. 

—Eres un buen jefe, Hotch, pero estoy bien—

—Y entre Reid y tú, ¿todo bien?— lo observo sin decir nada ni moverme, para después de unos segundos, poder levantarme y caminar hacia el Hangar. Si se preguntan que fue lo que ocurrió, les resumiré rápidamente: Tras la pelea con Reid, le pedí a Hotch mi primer periodo vacacional (¿pueden creer que ya ha transcurrido un año, dos meses, una semana, tres días y veintidós horas desde que entré a Quantico?) Me dieron diez días, así que básicamente huí de Reid. Ya sé, ya sé que soy una cobarde, pero seguía molesta y decepcionada. 

Durante mis vacaciones, estuvo llamándome como loco, en total tengo 54 llamadas perdidas de él. Y la única que contesté fue porque en mi buzón dejó un mensaje, diciendo al menos diera pruebas de vida.

Mentes Criminales Temporada 16Where stories live. Discover now