I N T R O D U C C I Ó N

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◉2022◉

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◉2022◉

Para ser un día de Otoño el clima era inusualmente caluroso para el norteamericano. Claro, sabía que del otro lado del Hemisferio era lo común y lo que "debería de ser", pero cada vez le preocupaba más el hecho de que se encontraba en el centro - norte de su país. Se deduce que las hojas de los árboles deben estar secos y que una brisa fría invade el ambiente, colorando sus mejillas y punta de la nariz con un natural rubor rojo. Pero al parecer este año no era el caso, al menos no en su totalidad: se notaba desde las cortinas cerradas de su casa que el Sol atacaba con toda su fuerza Georgetown, ubicado en la capital de la nación; mirando un poco con más detalle a través de las telas que cubrían su hogar se dio cuenta que las personas vestían ¿con shorts?

— ¿No se supone que esta es la temporada perfecta para tomarse un chocolate caliente en los porches de nuestras casas? — dijo Estados Unidos a regañadientes mientras seguía mirando cómo la gente caminaba, le tomaba fotos a su casa de vez en cuando como atracción turística o simplemente disfrutaba de una vida mortal. — Y todavía la gente dice que no existe el cambio climático. —

— Tu gente querrás decir, tan ciegos para ver lo evidente, además no exageres, estamos a finales de Septiembre, acaba de comenzar la estación — se escuchó en el fondo una voz un poco grave, cansada pero elegante. El joven rubio retiró su vista de la ventana para observar directamente al dueño de tan peculiar acento.

— Y cada vez más cerca de Octubre, ¿la temporada de las hojas naranjas y amarillas? ¿las chicas pidiendo en Starbucks Pumpkin Spice? — el oyente, del otro lado de la sala excéntricamente decorada en donde se encontraban tenía un rostro de completo hartazgo —Oh vamos, mejor dime a qué viniste Inglaterra. — inmediatamente fue interrumpido por su antiguo tutor colocando su palma al frente como orden de guardar completo silencio, sorprendiendo un poco al chico.

— Primero que nada, ¿té? — al escuchar esto, Estados Unidos rió — ¡sólo si me lo sirves con cubos de hielo y mucho azúcar! — Inglaterra nuevamente lo miró con molestia pero ahora con una pizca de asco. No le respondió y muchísimo menos le hizo el favor, simplemente se sirvió él mismo en su delicada taza de porcelana, humeante y perfecta para su paladar, combinado con anterioridad con un poco de whisky que Escocia le regaló hace unos meses para que no fuese juzgado por el norteamericano. — Como sea, vine para proponerte algo. —

— Déjame adivinar, Rusia. Escúchame bien anciano, no eres el primero y el último que acude a mí para ver "cómo se pueden solucionar las cosas" ¡hago lo que puedo! pero no has movido mucho tus manos en el fuego que digamos y las mías ya están bastante quemadas, de tal palo tal astilla, ¿eh? — Estados Unidos utilizaba su desagradable pasado con su antecesor sin pudor como un recordatorio de la ineptitud de Inglaterra a lo largo de los siglos, pero los dos sabían a la perfección que esto ya era una costumbre sin algún tipo de peso para ese punto. Era una pelea que no buscaba ganador.

SECRETO FAMILIARWhere stories live. Discover now