El mas fuerte del Suribachi

9

Akutagawa frunce la nariz mientras mira a Chuuya como un cordero perdido.

—Chuuya-san, por favor, me duele — Le dice captando la indirecta que Dazai le envía presionando su mano ligeramente.

Chuuya lo ve con lágrimas en sus ojos y termina dejándolo regresar a sus brazos.

—¿No vas a hacerte cargo de tu propia criatura?— Le pregunta a Dazai.

—Él parece preferir tu consuelo—

Akutagawa los escucha discutir mientras se hunde en el olor de Chuuya.

Ahora huele a enojo, pero incluso así es bastante tranquilizante para sus nervios heridos. Se frota contra la glándula.

Quiere que Chuuya vuelva a hablarle suavemente, quiere que lo vuelvan a tratar como un bebe.

Sabe que Dazai se burlaría de él, pero se sintió muy feliz.

Le gustaba cuando su mamá lo trataba suavemente y lo mimaba con caricias y abrazos.

“Shh, shh, tranquilo bebe, todo está bien ahora, ven conmigo” Su madre también le decía eso.

A Dazai le gusta Chuuya, si a Chuuya también le gustará Dazai entonces Chuuya sería su otro papá, entonces Akutagawa podría ser tratado como su madre lo trataba más veces.

Le gustaría poder acurrucarse en el pecho de sus padres una vez más, poder escucharlos, decir que lo amaban y dormir en sus brazos.

Son momentos que jamás volverán, sus padres están muertos.

Dazai es su nuevo padre, pero Dazai no es amable o cariñoso normalmente.

Pero parece ser más tierno con Chuuya a su alrededor, entonces ¿No puede Chuuya quedarse con Dazai?

¿Y si se quita su parche? Tal vez Chuuya lo entienda sin él tener que pedirlo.

“Nunca debes quitarte el parche ante nadie que no seamos tu hermana y yo” le dijo Dazai cuando se presentó como omega hace relativamente poco.

No quiere desobedecer, pero, están Dazai y su hermana aquí ¿Cuál sería el problema?

Lleva su mano a su cuello y lo rasca como si fuera un accidente cuando la medio descubre.

Las voces molestas de los dos mayores se detienen y observan a Akutagawa.

Un leve aroma a té verde y romero se escapa y Dazai se apresura a volver a pegar el parche.

Akutagawa se retuerce de dolor por lo brusco del movimiento y el estado deplorable de su cuerpo.

Tampoco ignora como el olor de Dazai se volvió tan amargo que le quemó la garganta al solo respirarlo.

Ante eso, Chuuya envuelve su cabeza para mantenerlo lo más cubierto del olor.

—Akutagawa ¿No te dije que fueras cuidadoso con el parche?—Le reprende, es bastante agresivo en su tono, la verdad es que incluso Chuuya se siente algo intimidado por el brillo rojo en el único ojo visible del demonio pródigo.

Si fuera por Dazai, Akutagawa usaría pastillas o inyecciones para anular su olor, pero aún es muy joven y no se recomiendan en menores de 21 por los efectos que pueda llegar a tener en el desarrollo temprano de la persona.

—Cálmate, fue un accidente— Le defiende Chuuya volviendo a susurrarle cosas calmantes al niño que volvió a temblar.

Piensa que Dazai está irrazonablemente enojado por algo que fue un simple error.