Estado de shock(resubido)

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Dormí esa tarde, aunque para los sueños que tuve mas me hubiera valido quedarme despierto:

-Eric vamos a llegar tarde-me dijo Arianne apoyándose en el marco de la puerta y mirándome con reproche mientras yo acababa de peinarme-No sé por qué lo intentas, si sabes que no conseguirás peinarlo.

Yo simplemente le guiñé un ojo a través del espejo.

-Y luego dicen que somos las chicas las que tardamos... pues con novios como tú...

Solté el peine y la encaré:

-Doña perfecta, tu pintalabios está fatal.

Capté su atención y ella miró por encima de mi hombro preocupada.

-Eso no es ver...

La estampé contra la pared del baño con fuerza, sacándole un grito de sorpresa.

A pesar de la fuerza de mis acciones, dejé de besarla de forma desesperada para besarla delicadamente, memorizando la textura de sus labios.

Ella suspiró cuando me separó un poco.

-Ves como si que estaba mal-le dije sonriendo, ahora estaba alrededor de sus labios y probablemente de los míos.

-Eric, vamos a llegar tarde...

Le sonreí de forma provocativa.

-Seguro que no quieres-paseé mis dedos por el interior de sus piernas suavemente provocando que su piel se erizara- ¿llegar tarde?- ella sonrió, creo que perdiendo cualquier rastro de cordura. Tiré de su pierna para que la enredara en mi cintura y así lo hizo. La llevé hasta mi cama y la deposité allí.

-Je t'aime ma belle-dije retirando su pelo de su cara y admirando las vistas. Me encantaba esta Arianne, sonrojada, avergonzada y excitada.

-Je t'aime Eric, pero...tardé un montón poniendome el vestido-protestó sacando puchero, que yo me apresuré a morder.

-Tranquila ma belle, yo luego te ayudo-comencé a bajar la cremallera.

Sonreí recordando ese día. Realmente llegamos tarde ese día, habíamos quedado con nuestros amigos para comer, pero casi no los perdemos. Arianne estaba enfadada, según ella era mi culpa que perdiera siempre el autocontrol. Me encantaba que se enfurruñara, frunciendo sus dulces labios.

Lydia llegó y me dijo que lo había pasado bien. Tal y como sospechaba, mi hermana decía que Ari estaba distraída y un poco nerviosa.

Día 3

Hoy Arianne se quedó toda la mañana en su casa y luego salió con sus abuelos.

No hay mucho que decir, pues no observé nada extraño ese día. Lo único que llamó mi atención fue la actitud de Ari.

Con sus ojeras y su cara de cansancio, el mirar hacia los lados de forma nerviosa e incluso paranoica no ayudaba. Creo que ella era inconsciente de este hecho, pero sus abuelos sí que se habían dado cuentan.

Eso resolvió todas mis dudas sobre si estaba haciendo el ridículo o no al pensar que algo iba mal. Arianne no estaba bien, pero no conseguía averiguar el por qué.

Cuando se hubieron despedido, me acerqué hasta sus abuelos y les pregunté por como estaba ella.

Al principio se mostraron un poco recelosos, pero les conté el por qué habíamos roto o más bien las razones que no tenía y ellos me ayudaron.

Supuestamente, Arianne dice que está así por ser su primera ruptura, pero sus abuelos opinaban como yo: había algo más que no estaba contando.

Al igual que mi hermana, habían prometido observar más detenidamente su actitud evasiva.

Quiero darte un besoWhere stories live. Discover now