The Loneliest |Valu|

Irresponsabilidad

Pov Valentina.

Apague mi alarme y decidí dormir, era mi primer día como residente de hematologia.

Estaba demasiado cansada por mi guardia de la noche anterior, no quería faltar pero mi cansancio físico era enorme.

Di un bostazo corto y me acomodé para seguir durmiendo.

.

Recibí un mensaje de Igor, mi hermano, él si había asistido a su primer día solo que se encontraba en la parte de Ginecología y Obstetricia.

—He hablado con Duda y me dijo que mejor ni vuelvas a ir mañana porque la Dra. Luiza está que revienta por todo.

—Drama, drama, drama. Mañana iré, no le daré ninguna excusa pero iré a dar mi cara.

Respondí, al rato la pantalla se volvió a encender.

—Duda me ha dicho que a ella no le importan las excusas, solo ve y da tu cara mañana, por favor.

—Está bien, mañana voy.

Respondí y deje de nuevo el celular a un costado.

Iría ahora mismo pero no tengo ganas de absolutamente nada más que dormir.

Encendí la tv y vi las noticias.

'Entre otras noticias, febrero oscuro para China. El régimen chino endurece las restricciones en Beijing tras el aumento de casos de coronavirus'

Escuchaba decir a la reportera, creo que esto está muy lejos y además se está saliendo de control allá, seguí cambiando y todas las noticias eran lo mismo.

China y su epidemia.

Finalmente encontré una película, no la veía hace un buen tiempo 'El diario de Noah'

La última vez que la había visto había llorado mucho.

Iba a terminar la película e iba a pegar una ducha para poder limpiar mi departamento.

–Al día siguiente–

Hoy si me tocaba ir al trabajo, ya me estaba preparando mentalmente para que la Dra. Luiza me baje al infierno y me vuelva a subir aquí en la tierra.

Ally mi mejor amiga había llegado un poco tarde y me dijo que de un momento a otro solo empezó a escuchar como un rap de tantas cosas que le dijo.

Estamos menopausicas, seguro es eso.

Conocía a la Dra. Luiza pero por boca de otros, mi rotación de Clínica médica la hice en otro hospital pero mis amigos ya la conocían.

Según tengo entendido manda en el Hospital, es unos diez años mayor que nosotras creo que me había dicho Ally.

Ya me imagino a ella toda una mujer desaliñada, adicta al trabajo y amargada.

Según tengo entendido nunca sonríe y siempre está con una cara de mierda.

—Llegaste —me tomó Ally de los hombros— Pensé que habías renunciado —dijo y empecé a reír.

—No idiota, llegué tarde por el maldito tráfico —respondí.

—Es está puerta —me paro justo frente a la puerta de color azul— Te deseo mucha, mucha suerte y que Dios te acompañe en el recorrido —finalizó Ally y desapareció en el pasillo.

Golpeé dos veces la puerta y luego la abrí, habían tres personas.

—Se encuentra la Dra Luiza? —cuestione y el chico asintió— Soy su nueva residente —hablé y el chico se levantó.

Salió por la puerta y la otra chica que también se encontraba en la oficina lo siguió.

Una de las sillas se giro y ahí estaba ella, su cara super seria, no metían pero esto no era nada de lo que me esperaba de esa Dra.

Es más puedo decir que luce mucho más joven que yo.

Tenia el cabello recogido en una coleta, eso hacía que sus pómulos resalten, sus ojos de color café estaban fijos en mi.

—Por qué no viniste ayer? —cuestionó sentada aún en esa silla, podría haber dicho Buen día, no sé digo.

—No pude venir porque tuve inconvenientes en mi otro trabajo y fui a resolver eso —respondí de forma natural, era una vil mentira.

—Pero no creo que eso te haya tomado todo el día, podrías haber venido en lo que restaba del día —dijo y asentí— Mira no se como te manejes en otros hospitales pero ahora trabajas conmigo y te vas adaptar a mis reglas, llegas temprano, te vas a la hora de tu salida, me respetas por sobre todas las cosas porque yo respeto a todos —continuó, estaba pensando en aquella mujer sentada del otro lado del escritorio lucia demasiado sexy hablándome de esa forma.

A ver Valentina, deja de decir tantas estupideces, me dije a mi misma.

—Entonces esta sería tu sala —me pasó un papel— Ella es tu encargada, ve y habla con ella —asentí.

—Gracias —dije finalmente.

—Y espero que no se vuelva a repetir, lo único que tolero son las enfermedades más nada —dijo y asentí— Los martes y jueves te toca trabajar conmigo, espero que llegues a hora.

—No va volver a pasar, le agradezco mucho y nos vemos mañana —finalicé y asintió .

Salí de la sala y Ally estaba en frente.

—Que te dijo? —cuestionó acercándose.

—Cómo por qué no me contaste que esa mujer era una de las cosas más hermosas y calientes de este planeta tierra? —cuestioné y Ally empezó a reír.

—Si, la Dra. Luiza es muy hermosa, todos concuerdan —habló y me relami los labios— Pero su nivel de belleza se mide con su nivel de amargura, ya sabes.

—No importa, es candente. Un segundo más que hable así y me tiraba sobre ella para besarla —respondí y Ally empezó a reír.

—Requisito para ser médico es ser bonita, inteligente y amargada —dijo y rodé los ojos.

—Tú y yo no somos amargadas —la contradije.

—Eres la persona más amargada que conozco en la vida a parte de la Dra. Luiza, se van a llevar muy bien —dijo Ally.

—Quien se va llevar muy bien conmigo por ser amargadas? —dijo alguien a mis espaldas y Ally se quedó blanca.