Amigos de la infancia

Conociendo el barrio

El agua caliente se deslizaba por el pelo de la chica, algo entumecida aún por las horas de avión, necesitaba algo de alivio muscular. Aún notaba algo acelerado el corazón por el encuentro con Rukawa en su habitación, si cerraba los ojos aún olía si colonia con toques a café y sándalo.

Mizuya - Uf... No me esperaba esto

Salió de la ducha enrollando su larga melena en una toalla y poniéndose un short y una camiseta estampada de gatitos que le encantaba para ir cómoda en casa.
En la cocina estaba el moreno, tomándose un café adormilado sobre el mármol, la chica le miró con una leve sonrisa en los labios.

Mizuya - Pero cuanto duermes! No tienes que ir a clase?

Rukawa - mmh... Eh? No, que va

Rukawa se había organizado para ir el mínimo posible a clases, con su beca completa de baloncesto, apenas tenía que cursar asignaturas.

Mizuya - Bueno me voy a ir a explorar... Te vienes?

Rukawa - Eh...

Rara vez el muchacho quería salir por la mañana, es bien conocido que le costaba despertarse y no hacía prácticamente nada hasta la tarde, mientras pensaba la propuesta, la chica se quitó la toalla, dejando caer su pelo húmedo sobre su ropa, caló ligeramente su camiseta, transparentando un poco su pecho. Desvió su rostro sonrojado y se levantó como un resorte.

Rukawa - Eh... Vale si, pero deja que me duche primero.

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El moreno salió al salón donde le esperaba la castaña sentada en un sillón, llevaba su larga melena en una trenza de raíz, vestía con un peto vaquero y una camiseta a rayas multicolor, le sonrió al verle y de un salto se puso en pie.

Mizuya - Adelante! Equipo de reconocimiento!

Saltó animadamente y Rukawa sonrió, era obvio el parecido con el mono pelirrojo.

Rukawa - Va, vamos al centro, necesito ropa

Mizuya - Ah! De tiendas?! Genial!

Al salir del edificio, Rukawa fue hacia un lateral y Mizuya esperando ver un coche se quedó sorprendida con su vehículo.

Mizuya - Vamos en... Bicicleta?

Rukawa - Claro, ir al centro es una locura, siempre voy en bicicleta o patines...

Mizuya - Prefiero patines

Rukawa - Tienes unos?

Mizuya - No...

Rukawa - Pues ya sabes que comprarte hoy...

Mientras tanto le tendió la mano para ayudarla a subir tras de él, sonrojada la chica se la aceptó y se encaramó al sillín.

Mizuya - Tu bici es gigante...

Rukawa - Es que tú eres muy pequeña, agarrate al sillín y apoya los pies aquí...

Sutilmente acarició la pierna de la muchacha para guiarla hacia la barra que atravesaba la bicicleta, el chico pedaleó ágilmente y se encaminaron destino a la zona de tiendas vintage.

Mizuya estaba fascinada con todo, el aire de Los Ángeles era muy diferente a su pueblo de Japón, estaba alucinando mientras la colonia de Rukawa era transportada hacia ella por el aire.

Rukawa - Vas cómoda?

Mizuya - Eh? Si!

Pasaron un par de calles y llegaron a una con cada edificio de un color distinto, era obviamente una calle menos lujosa que las que habían visto hasta ahora, pero a la vez más acogedora.

Rukawa - Es aquí...

Pararon frente a una tienda de fachada roja, el aparador era muy ecléctico, con ropa multicolor de los 80-90, al entrar sonó una campanita.

Rukawa - Hola? Lourdes?

Una mujer de unos 50 años salió de la trastienda sonriendo.

Lourdes - Ay! Que alegría verte, oh! Traes compañía! Pasad, pasad...

Rukawa - Si... Es Mizuya, mi compañera de piso...

Mizuya - Encantada

Lourdes - Ay! Que disgusto, yo que pensaba que por fin tenías una novia! Y tan linda que eres!

Los jóvenes se sonrojaron, la mujer cogió la bicicleta y la colocó tras el mostrador, rápidamente se puso a mirar entre los montones de ropa y dejándolos sobre una mesa.

Rukawa - No bromees! Estás loca!

Mizuya - Oye! Que dices que lo de que soy linda es una broma?

Rukawa se giró lentamente, la chica le miraba con la ceja arqueada acusadoramente, Lourdes río por lo bajo y se acercó a ella con un par de prendas.

Lourdes - No hagas caso a este loco, pruébate esto, creo que es tu talla...

Mizuya - Pero... Eh?

Rukawa - Hazle caso, está loca pero tiene buen gusto...

La mujer le dió un golpe en el hombro, mientras le daba otro puñado de prendas al muchacho.

Lourdes - Anda... Si vais al mismo probador haré de ver que no me he dado cuenta... Vale?

El moreno se sonrojó hasta las orejas, la castaña no pudo evitar reír, aunque ella también notaba calor en las mejillas.

Rukawa - No le hagas caso, está loca...

El chico entró al probador de la derecha, la muchacha juguetonamente se apoyó en el linde de la puerta y rió.

Mizuya - Estás seguro que no quieres que lo compartamos?

Rukawa ya se sonrojó al extremo y miró de golpe a la castaña, a pesar de haber hablado en un tono de voz cargado de sensualidad, apenas podía aguantar la risa, lo que le hacía tener una cara ridícula al borde del llanto.

Rukawa - Baka! Aparta! Estáis locas!

El moreno sacudió la cortina echando a la castaña y riendo se fue al probador contiguo.