Cuando llega al baño, me deja parada sobre la alfombra y él camina para poder abrir la ducha y regular la temperatura del agua, yo miro su musculosa espalda decorada con hermosos tatuajes y sigo bajando mi vista para dejarla sobre su hermoso culo, muerdo mi labio inferior para retener el gemido que quiere salir, todo él es mío, incluso ese fabuloso culo.

-¿Sabes? Si me sigues mirando así, no vamos a poder bañarnos ni una mierda – me dice sin girarse.

-¿Sabes? En la ducha no lo hemos hecho – digo con voz inocente, él gruñe y viene rápidamente hacia mí, su boca se conecta con la mía en una danza desesperada y descoordinada, toma mis glúteos y me levanta, haciendo que rodee su cintura con mis piernas, jadeo cuando siento su muy erecto pene en mi clítoris. ¿Algún momento me saciaré? ¿Y él? Nunca había tenido tantos orgasmos en tan corto período de tiempo, nunca había estado con un hombre que tuviera tanto aguante, y sin lugar a dudas nunca había deseado a nadie con esta intensidad.

Siento el agua calentita correr por mi cuerpo, y a los pocos segundos un escalofrío me recorre cuando mi espalda choca contra la pared de la ducha. Siento los labios de Hunter bajar hacia mi cuello, donde lame y succiona haciéndome gemir. Yo me muevo de arriba hacia abajo, generando fricción entre su pene y mi clítoris, haciéndonos gemir a los dos.

-Joder Liv – gruñe y vuelve a mi boca, tampoco me voy a cansar nunca del sabor de su boca. Siento su mano entre nuestros cuerpos y como dirige su pene a mi vagina, pero para segundos antes de unirnos – Mierda – dice apoyando su frente sobre la mía – No tengo forros acá.

-Tomo las pastillas anticonceptivas, y no tengo ninguna enfermedad de transmisión sexual, si tú tampoco tienes solo fóllame Hunter – le pido y él gruñe para enterrarse en mí, ambos gemimos al sentirnos sin ninguna barrera, y en ese preciso momento, al sentir cada milímetro de su pene me pregunto por qué no le dije que no use preservativo antes.

-Se siente tan jodidamente bien así – murmura en mi oído – Joder Liv – suspira y yo gimo cuando su pelvis choca con fuerza contra la mía.

No sé cuántos minutos estamos así, pero sé en el preciso instante en que él está por acabar, enseguida baja una de sus manos hacia mi clítoris para estimularlo, mientras con su boca juega con uno de mis senos, yo gimo con fuerzas mientras él no para de moverse, y en unos pocos segundos me deshago en un muy fuerte orgasmo, él empuja durante unos minutos más para después acabar.

Nos quedamos quietos durante unos minutos, intentando recuperarnos, él se separa de mí y me deja con mis pies en el piso, aun sosteniéndome fuertemente de mi cintura, debe saber que no soy capaz de sostenerme sola, mis piernas tiemblan por el intenso orgasmo.

-Eso se sintió malditamente bien – me dice con una radiante sonrisa – Es la primera vez que tengo sexo sin condón – yo asiento con mi cabeza mientras tomo una profunda bocanada de aire.

-También yo.

-¿Por qué tomas pastillas anticonceptivas? – me pregunta frunciendo su ceño, yo sonrío y dejo una caricia en su mejilla.

-El ginecólogo me la mandó porque mis períodos menstruales eran abundantes y muy dolorosos – le explico y él asiente con su cabeza.

-¿Puedes sostenerte? – Me pregunta y yo asiento con mi cabeza – Bien, voy a encargarme de ti pequeña – yo lo miro sin entender y él toma su shampoo, coloca un poco en su mano y me hace girar, enseguida comienza a lavar mi cabello haciéndome masajes, enseguida me relajo entre sus brazos y cierro mis ojos, disfrutando del momento.

Cuando termina, me enjuaga mi pelo y toma una esponja para comenzar a lavar mi cuerpo con demasiada delicadeza, cuidando de mí como si fuera una muñeca de porcelana. Lava cada centímetro de mi piel, mientras deja suave besos, sonrío como una tonta enamorada.

-Es mi turno – le digo cuando él termina conmigo. Pongo shampoo en mi mano y hago que él se arrodille, para poder lavar su pelo, él me sonríe de forma traviesa mientras intenta acercarse a mi vagina – ¡Hunty! De verdad necesito un respiro – digo riendo y él finge estar ofendido, mientras me deja lavar su cabello. Cuando termino, dejo un pequeño beso en su boca y hago que se levante, para lavar todo su enorme cuerpo.

Cuando terminamos de bañarnos, ambos nos secamos y caminamos hacia su dormitorio.

-No tengo ropa limpia – bufo - ¿Me prestas una remera y un bóxer?

-Espera un momento – me dice, él se cambia rápidamente y yo quedo parada mirándolo con mi toalla aún en mi cuerpo – Deja de mirarme así – gruñe y yo río.

-Es imposible no mirarte – le digo y él ríe.

-Le pediré a alguna de las chicas algo de ropa – me dice cuando ya está pronto – Espérame acá – me da un corto beso y se va del dormitorio, unos diez minutos más tarde aparece con ropa en su mano – dice Sky que esta ropa interior es nueva.

-Gracias Hunty – me pongo la ropa interior rápidamente y río al ver la ropa que Sky eligió para mí – Voy a quedar como toda una chica motera – le digo a Hunty y él sonríe.

-Elegí yo la ropa – río con ganas porque puedo imaginarlo haciéndolo.

Me coloco el pantalón de cuero negro, una remera sin mangas con el logo del club y en mis pies unas botas. Todo el tiempo sintiendo la mirada penetrante de Hunter en cada parte de mi cuerpo.

-Joder – lo escucho murmurar y muerdo mi labio para no reír – No vamos a salir nunca de esta habitación.

-Lo vamos a hacer sí, tengo hambre – digo tocando mi estómago.

-Estás condenadamente sexy vestida así, y yo ya estoy listo para ti – toma mi mano y la lleva a su entrepierna, mostrándome como su pene ya está más que despierto, un jadeo escapa de mi boca – Pero primero voy a cuidar de ti y voy a alimentarte, mi chico puede esperar, posiblemente hasta mañana, he sido una puta bestia hoy contigo.

-Pues no me quejo de eso – digo alzando mis hombros y él me sonríe.

-Vamos mujer – dice negando con su cabeza y toma mi mano para tirar de mi cuerpo y llevarme hacia el comedor, donde todos los hermanos ya se encuentran reunidos y por cenar.

--------------------

Si que están recuperando el tiempo perdido!!!

Que tengan un lindo findeeee

(Re)encontrándonosWhere stories live. Discover now