away ━━━ Tomura Shigaraki

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Sus pasos iban de lado a lado, siguiendo el ritmo de la música y sin apartar la mirada de su único objetivo en aquel momento.

Él mezclaba cada una de las bebidas en completa calma y sin prestar atención a sus alrededores, en donde ella se encontraba, mezclada entre las personas que llegaban al bar a esas horas.

── Disculpe ─ llamó, decidida ─ ¿Usted es el señor Kigo?

Asintió, entregando el vaso de vidrio a una de las personas que se encontraba en el lugar.

── ¿Necesita algo de beber?

── Vengo de parte de mi padre, el doctor dice que necesito algo más fuerte.

Su mano se movió, señalando una de las puertas para empleados que había en el lugar, ambos caminaron hasta ella.

Nat se preguntaba si era correcto estar ahí, pues aún si lo era, no sabía si estaba haciendo lo correcto al mentir para su beneficio.

No se trataba de solo el suyo, pero mentir para ayudar a un grupo de criminales sonaba como algo muy ilegal y a ella no le gustaba parecer lo que era, una delincuente.

── Aquí está ─ Nat asintió, entregando un sobre con dinero que el hombre no tardó en guardar dentro de su traje, alejándose no sin antes señalar una salida del lugar, por la que Nat entendió que debía irse.

── Gracias.

...

Tomura dejó caer el control de la consola sobre el sillón, observando a la mujer que cruzaba la puerta en completa calma.

── ¿Qué estabas haciendo? ─ Nat dejó caer una bolsa sobre la mesa de café, dejando ver un poco de su contenido a su líder.

── Podemos ir mañana, ya no tengo nada que hacer aquí, no hace falta retrasarlo más.

Tomura tomó con un par de dedos los bordes de la bolsa, tomando con molestia uno de los videojuegos y uno de los platos.

── Será nuestra última vez en este lugar como un grupo pequeño, porque después nos encargaremos de que tú seas el líder de todos; lo prometo.

Sin más, se fue de la sala, dejando a Tomura con las manos firmes al disco con el videojuego.

Tomura pocas veces era consciente de las veces que Nat salía de su propio departamento, algunas veces era porque prefería estar en las calles y dejar que el resto se escondiera ahí y otras veces elegía estar ahí sin prestar atención a lo que ocurría alrededor suyo, pero ahora notaba que la actitud y todo lo que Nat hacia podía arruinar su escondite, arruinar su libertad y destruir lo pcoo que aún tenían.
Tal vez, sólo por eso, es que su pecho latía de esa forma cuando ella se iba sin decir nada y llegaba diciendo solo un par de cosas para librarse de tenerlo encima

Nat era un peligro para su vida, no había otra justificación para la velocidad con la que su pecho latía en momentos como ese, observando con atención la sudadera extendida sobre el sillón, en donde el había pasado la noche.

Pero no podía ser un peligro si los ayudaba, ¿no?