Dos veranos atrás Susannah me encontró ahí abajo, y algunas noches nadó conmigo. Yo estaba debajo del agua, haciendo mis vueltas, y la sentía bucear y comenzar a nadar en el otro lado de la piscina. No hablábamos; sólo nadábamos, pero era reconfortante tenerla allí. Siempre llevaba una gorra de silicona, yo cuidaba mi cabello pero no tanto como para siempre usar gorra.

Susannah había tenido el más bonito cabello. Largo, rubio, suave como el algodón de azúcar. Después de un tiempo ella lo mantuvo corto, corto justo debajo de su barbilla. Era bonito, pero no era lo mismo. Mirándola ahora, nunca hubieras sabido como lo solía tener, un cabello tan largo como una adolescente, como el mío.

Creo que por eso me pinte el pelo... Era como mi manera de deshacerme de mi cabello rubio, asi como un día ella lo hizo, claro que no de la misma manera. Aunque no lo sé, puede ser eso o que yo mate a la antigua Diana para volverme otra... o el simple hecho de que ya no quería ser rubia.

Esa primera noche de verano, no pude dormir. Siempre me tomaba una o dos noches para acostumbrarme a mi cama otra vez, a pesar de que había dormido en ella casi todos los veranos de mi vida. Daba vueltas por un rato, y luego no podía dormir más. Me puse mi traje de baño, era un traje de baño azul de dos piezas, dejaba ver mi figura delgada.

Cuando nado sola en la noche, todo lo sentía mucho más claro. Escuchar mi propia respiración entrar y salir me hacía sentir tranquila, estable y fuerte... Pensar en todo lo que me ha pasado y muy pocas personas saben, ni siquiera mi familia lo sabía.

Como si pudiera nadar por siempre.

Nadé de un lado a otro varias veces, y en mi cuarta vuelta, comencé a sentir algo en mi pie, pero pateé algo sólido. Salí por aire y vi que era la pierna de Conrad. Él estaba sentado en el borde de la piscina con sus pies colgando dentro.

Me había estado observando todo este tiempo. Y estaba fumando un cigarrillo.

Me quedé bajo el agua hasta la barbilla, repentinamente noté cuán pequeño era mi traje de baño para mí ahora. No había manera de que saliera del agua con él aún ahí.

— Conrad: ¿Desde cuándo comenzaste a fumar? (Nado más cerca)
— Diana: Ocho meses después de que nos fuéramos. ¿Tu hace cuanto fumas? ¿y qué estás haciendo aquí, de todas maneras?

— Conrad: ¿Cuál quieres que responda primero? (Tenía esa arrogante, condescendiente mirada en su rostro, esa que me volvía loca)

Nadé hasta la pared y apoyé mis brazos en el borde, quedando a la par de él.

— Diana: La segunda.

Me voltea a ver y me pasa su cigarro, empiezo a fumar, se sintió el cambio de tabaco a marihuana. Pero igual seguí fumando, técnicamente fue un beso indirecto. Le vuelvo a pasar el cigarro.

— Conrad: No podía dormir así que fui a caminar (dijo, encogiéndose de hombros. Estaba mintiendo. Había venido afuera a fumar)

— Diana: ¿Cómo sabías que estaba aquí?
— Conrad: Siempre nadas aquí en la noche, Di. Vamos. (Él dio una calada a su cigarrillo)

¿Sabía que nado por la noche? Pensé que era mi secreto especial, mío y de Susannah. Me pregunté desde cuándo lo sabía. Me pregunté si todos lo sabían. Ni siquiera sé porque me importaba, pero lo hacía. Para mí, importaba.

— Diana: Está bien. Entonces, ¿Cuándo comenzaste a fumar?

— Conrad: No lo sé. El año pasado, quizás (Estaba siendo vago a propósito)

Era desesperante.

— Conrad: ¿No me dirás que no deje?
— Diana: Deberías, Conrad. Fumar es muy malo para ti.
— Conrad: ¿Qué me darías si lo hago?

My Best Summer - Conrad Fisher © ✔Where stories live. Discover now