❱ ¡𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐌𝐄𝐄𝐓 𝐆𝐀𝐒𝐎𝐋𝐈𝐍𝐄!
· · · · · · · ☀ *ੈ✩ | a house of the dragon fanfiction
Eirynna Velaryon debe elegir entre
lo que le dice su corazón, o apoyar
el reclamo de su madre...
━━ primer y unico libro.
━━ actu...
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𝐈. el amor de una madre
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—¿Y bien? —preguntó la castaña.
Jacaerys miró a su hermana extrañado, había despertado por sus incesantes gritos en la mañana los cuales apostaría que hasta su madre había escuchado.
Eirynna bajo su arco, se volteó levemente a mirar a su hermano en espera de una respuesta, el solo sonrió con dulzura haciendo que la mayor imite su acción.
—Es lindo, gracias ¿cómo sabías que me gustan estas cosas? –Preguntó mientras fruncía el seño.
—No frunzas el ceño, te saldrán arrugas más rápido... –Antes de que el pequeño príncipe pudiera responder, Eirynna tomó posición y soltó una flecha que atravesó la manzana frente a ella. – No lo sé, sólo pensé que te gustaría. Eres de los que lee esas aburridas historias...
—¡No son aburridas! –Reprochó el príncipe.
—Ajá, sí, y yo estoy casada... –Contraataco la castaña de ojos violetas.
Volvió a cargar su arco, apuntó a la manzana de nuevo y esperó por alguna queja por parte de su hermano, pero nunca llegó y en cambio; el sonido del llanto de un bebe recién nacido llegó a sus oídos. Miró a Jacaerys mientras bajaba su arco, suspiro y se acercó a la mesa donde su hermano estaba sentado, dejando el arco y su carcaj sobre ella.
—Busca a Lucerys, traigan el huevo para nuestro nuevo hermano a la habitación de mamá –Eirynna palmeo el hombro de su hermano para luego salir.
Cuando Eirynna salió de la gran librería del castillo empezó a divagar por los pasillos para seguir el sonido del llanto de un bebé, mientras más avanzaba por el corredor más lejos percibía el llanto. Con cada paso Eirynna se acerca más a las escaleras, para cuando se dio cuenta, el llanto había cesado pero los muy cercanos quejidos de dolor era lo que lo reemplazaron ahora...
Al llegar al final del pasillo, Eirynna se topó con su madre cargando a su nuevo hermano en brazos, llena de sudor y acompañada junto a su padre dirigiéndose hasta los aposentos de la reina Alicent. El ceño de la castaña no pudo hundirse más ¿no se suponía que ella debía descansar después del parto?
—¿Madre? —Hablo Eirynna.
—Maldición... -Murmuro, la castaña se acercó hasta su progenitora pasando su brazo derecho por sus hombros— ¿Tú no deberías estar en pozodragón, entrenando con Meraxes?
—Si, debería, pero preferí esperar por ti y mi hermano. ¿Eso te molesta? —Dijo mientras acomodaba unos mechones rebeldes de su madre detrás de su oreja.
