-Hunter – susurro y me aprieto más contra su cuerpo, notando su enorme erección, lo que hace que un sonoro gemido salga de lo más profundo de mi garganta.

Él no duda en llevar sus brazos a mi blazer y sacarlo, para después hacer lo mismo con su chaleco, abandona mi boca para concentrarse en mi cuello, lo que hace que vuelva a gemir y pegarme aún más a él. Llevo mis manos rápidamente debajo de su remera para poder acariciar su espalda sin una tela de por medio, y lentamente la levanto para poder sacársela. Él aprovecha mi interrupción para hacer lo propio con mi camisa.

-Joder – dice permitiéndose hacer un breve recorrido por mi abdomen, torso y cara. Pero yo no lo dejo continuar con su escrutinio, porque vuelvo a atacar su boca. Y él no demora en girarnos para acostarnos en la cama, con él sobre mí – Tienes que pararme ahora Liv, joder, necesito que me frenes.

-No lo voy a hacer Hunter, quiero hacerlo – le digo y él gruñe, para levantarse de un salto, tira de mis tacos para dejarme descalza y no demora en sacar mi pantalón. Para después hacer lo propio con su calzado y su jean, mientras miro el espectáculo caliente que me está dando aprovecho a sacarme las dos prendas que me quedaban – Todo Hunter – le advierto cuando veo que su bóxer aún sigue en su cuerpo. Él se queda mirando mi cuerpo completamente desnudo y yo lo dejo ser, noto como pasa saliva con dificultad y como la carpa entre sus bóxer crece aún más.

-Eres realmente hermosa Olivia – me dice y yo le sonrío.

-Desnúdate Hunter – le ordeno y él no tarda en obedecer, noto como mi boca se abre levemente al ver lo que a duras penas escondía su ropa interior. Su pene es grande, pero sobre todo, grueso, sus venas se encuentran realmente dilatadas y su punta brillante, me dan reales ganas de probarla, pero puedo entender que ninguno de los dos necesita juegos previos en este momento, lo único que nos urge es sentirnos.

-Tienes que decirme si te lastimo Liv – me dice una vez que está acostado sobre mí – Joder, no voy a ser cuidadoso.

-No quiero que lo seas Hunty – le susurro y llevo mi boca a la suya. Él toma un preservativo de su jean y mientras lo abre lleva su boca a uno de mis pechos, donde se dedica a lamer y succionar con devoción – ¡Hunter! – grito y lo aparto, podría realmente acabar en ese preciso instante, llevo su boca a mis labios y nos besamos como si nuestras vidas dependieran de ello.

Noto la punta de su pene en mi entrada, y cómo poco a poco toda su longitud entra en mí, cuando está completamente dentro, ambos gemimos y nos quedamos unos segundos sin movernos, permitiéndonos acostumbrarnos a esa sensación.

-Estás tan jodidamente húmeda y caliente – me dice en mi oído y yo gimo en repuesta.

-Muévete – le exijo mientras tiro mi cadera hacia adelante.

Él comienza a moverse de forma lenta y tortuosa, llevándome al mismo cielo, una y otra vez. Cuando siento que ya no puedo más, le pido que acelere. Siento mi orgasmo crearse en cada célula de mi cuerpo, estoy sudorosa, seguramente con mis mejillas rojas, mi pelo revuelto, y un Dios motero sobre mí, follándome como nunca lo hicieron en mi vida.

-Hunty – digo en tono de súplica.

-Córrete Liv, córrete – me suplica, y noto el esfuerzo que está haciendo por no venirse. Pero inmediatamente acelera su ritmo, sintiendo como su pene golpea una y otra vez lo más profundo de mi ser.

-¡Hunter! – grito cuando un arrollador orgasmo invade mi cuerpo, siento como mi cuerpo quema, siento electricidad en cada célula, me siento en otra dimensión.

-Joder – escucho que gruñe Hunter y tras tres muy profundas estocadas más llega a su orgasmo.

Cuando termina, se gira aún dentro de mí, llevándome con él, quedando ahora yo acostada sobre él.

-Joder Liv, joder – repite mientras acaricia mi espalda – Lo siento – me dice y yo levanto mi cabeza para poder mirarlo.

-¿Por qué lo sientes? – pregunto con mi ceño fruncido.

-Fui un animal, no... no te acaricié y veneré como te mereces fui...

-Fuiste sensacional, fue el mejor polvo de mi vida. Y ambos sabemos que ninguno de los dos íbamos a aguantar lo suficiente si habían juegos previos, ya vamos a tener tiempo – le guiño un ojo y dejo un corto beso en sus labios.

-¿Tienes ideas cuántas veces me imaginé este momento desde que te volví a ver? – me pregunta mientras lleva un mechón de mi pelo detrás de mí oreja, muerdo mi labio para intentar que mi sonrisa no ocupe toda mi cara, yo también había soñado con esto miles de veces - ¿Y sabes que es lo mejor de todo? – Niego lentamente con mi cabeza – que sin lugar a dudas esto fue jodidamente mejor – uno mis labios a los suyos, porque no tengo palabras para él, nuestras lenguas re enredan en una necesitada danza, y Hunter me aprieta fuertemente contra su cuerpo, mientras con sus enormes manos comienza a recorrer cada centímetro de mi cuerpo.

-Prez – la puerta suena y la voz de Izan se escucha, yo me separo de los labios de Hunter y río suavemente cuando él gruñe – Es hora de bajar – zanja.

-Puedes ocuparte tú – gruñe y yo río mientras intento salir de arriba de Hunter, aunque él me complica la tarea al apretarme más contra su cuerpo.

-Hunty debes ir a solucionar esto – le digo mientras dejo una suave caricia en su mejilla lastimada, él suspira sonoramente y yo aprieto mis muslos inconscientemente, si fuera por mí no saldríamos de esta habitación, pero él tiene responsabilidades que atender – Podemos continuar luego que tú soluciones tus cosas, yo no me iré de acá – le prometo y él gruñe en aprobación.

-Está bien, más tarde me voy a encargar que nadie nos interrumpa – la promesa en sus ojos hace que todos mis bellos se ericen y el beso que le sigue a eso hace que no pueda retener más mi gemido – Vamos, porque joder, no vamos a salir más de esta habitación – yo río y salgo de sus brazos – Quédate aquí un momento – me pide, y se levanta de la cama, muerdo mi labio inferior al ver el cuerpo de Hunter desnudo, es sin dudas una hermosa escultura. Escucho como abre la canilla del baño y a los pocos segundos se aparece ante mí con una toalla en su mano – Cuidaré de ti – me promete y yo no puedo más, las cosas que este hombre me hace sentir, nunca las sentí.

-Gracias – digo tímidamente una vez que termina de limpiarme con esa toalla.

-Ahora, vamos a vestirnos antes que decida definitivamente encerrarte en mi habitación y no dejarte salir más.

Río como una tonta colegiala y me levanto, para ambos comenzar a vestirnos entre miradas cómplices y sonrisas pícaras

-Más tarde no te salvaras de mí señorita Lennox – me dice mientras acerca mi cuerpo al suyo, sus dos grandes manos sosteniendo mi cadera con firmeza.

-No quiero salvarme señor Hall – le digo con voz seductora, él gruñe alguna palabra malsonante y ataca mi boca con la suya – Okey, de verdad debemos irnos – le digo, y después de bufar, toma delicadamente mi mano y me arrastra con él fuera de la habitación, mientras va murmurando maldiciones y yo voy riendo feliz a su lado.

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Bueno buenoooo, se dio lo que tanto esperábamos!

Creo que el lunes no podré subir, pero en caso que no pueda el martes sí lo hago

Que tengan un bello finde!

(Re)encontrándonosWhere stories live. Discover now