Jaehyun no se quedaba atrás y también sacó sus colmillos, una pelea de alfas solo terminaría con uno de los dos gravemente herido o en el peor de los casos, muerto.
El aire estaba muy pesado, el aroma a café amargo y menta podrida era insoportable.
-Te lo diré por última vez, Youngho. Déjame pasar.- Sabía que Jaehyun hablaba enserio porque lo llamó por su nombre coreano.-
Antes de que alguno de los dos pueda reaccionar, Taeyong asomó su cabecita para ver qué sucedía e hizo notar su presencia soltando un aroma muy dulce que calmó a ambos alfas.
-Bubu, ve a la habitación.- Johnny suavizó su tono para hablarle a su hermanito.-
-No! Yongie, necesito hablar contigo.- Yoonoh estaba desesperado porque Taeyong le preste atención.-
-Realmente no quiero verte ahora, Yoonoh.- Taeyong ignoraba por completo la mirada que Yoonoh le dirigía.- Cierra la puerta, Johnny.-
Taeyong estaba luchando con su lobito, realmente lo que quería era abrazar a Yoonoh y oler ese aroma a café que tanto le gustaba.
Y Yoonoh estaba igual o peor que Taeyong, tenía que aceptar sus sentimientos por el menor pero no era el momento, su lobo aullaba por la adrenalina de la discusión que tuvo con Johnny y ahora más por la felicidad que sentía al ver a Yong.
-Yongie, mírame, por favor.-
-No, Yoonoh!. No entiendes que tu presencia me confunde y no se que hacer, se que tú preferirás a Rosé por sobre mi y realmente lo entiendo pero por favor déjame superarte, déjame saber que no eres para mi, recházame y terminemos con esto de una maldita vez porque no sabes la manera en la que esto me lastima.- Taeyong empezó a sollozar y Johnny aprovechó el momento para cerrar la puerta.-
-Hey, Yongie. Mírame, pequeño. ¿Es cierto todo lo que acabas de decir?.- Johnny sabía que era cierto, sabía que su hermano y su mejor amigo se gustaban en secreto pero ambos eran tan cobardes que nunca lo dirían.-
Taeyong solo asintió y no dijo nada, Johnny abrazó a su hermanito mientras le decía cosas reconfortantes.
~•~
Luego del incidente, Taeyong estaba evitando a Jaehyun a toda costa y eso frustraba al alfa.
-Disculpa, has visto a Taeyong?.- Ahí estaba por quinta vez esperando fuera del salón del omega preguntando a sus compañeros por el.
Pero las respuestas eran siempre las mismas, sabía que el resto estaba al tanto sobre lo qué pasó con Jaehyun y Rosé porque la chica había inventado rumores horribles sobre su Yongie.
Jaehyun se resigno a no ver a Taeyong ese día, el omega ya no abría las cortinas de su habitación como solía hacerlo a diario y eso le dolía al alfa.
Ahora solo podía pensar en lo mucho que le gustaba Taeyong y como nunca se dio cuenta, era tan estúpido por no notarlo antes.
Pero la vida parecía darle otra oportunidad porque vio a a Taeyong sentado en unas escaleras y por alguna razón estaba solo.
Se veía tan bonito, estaba concentrado garabateando en su libreta con audífonos puestos.
Y como si fuera un maldito cliché, sus ojos se encontraron.
Taeyong solo quería ir a acurrucarse en aquellos fuertes brazos y oler ese aroma a café que tanto le encantaba.
Jaehyun no pudo resistir y tomó entre sus brazos a Taeyong, se sentía tan feliz de volver a sentir ese aroma a vainilla y su lobo aulló cuando el omega le correspondió el abrazo.
-Perdóname, gatito.- Jaehyun soltó algunas lágrimas.- Se que no es suficiente solo decírtelo, debí darme cuenta antes, pero tu me gustas, me gustas mucho.- Lagrimas seguían bajando de su rostro.-
Su llanto se detuvo cuando unas pequeñas manos tomaron su rostro y unos labios dejaban besos por toda su cara.
-Esta bien, estoy bien, estamos bien.- Taeyong empezó a soltar su aroma para calmar al alfa.- Vamos a casa, hablaremos y resolveremos esto.- Internamente Taeyong se estaba felicitando por manejar muy bien la situación.
Quizás sólo necesitaban hablar para ponerle fin a todo esto.
~•~
Hablaron y se contaron todo.
Taeyong le confesó sus sentimientos y Jaehyun empezó a cortejarlo.
-Yongie, después de todo este tiempo, me he dado cuenta de que eres la persona indicada, mi otra mitad, tu debes estar conmigo,¿ me darías el honor de ser tu alfa?.- Yoonoh se arrodillo frente a su omega con una pequeña cajita de terciopelo que tenia un par de collares.-
-Oh, Hyunnie! No debes preguntarlo, claro que me encantaría ser tu omega!.- La gente qué pasa por ahí los veía con mucha ternura, a excepción de una chica rubia que estaba muriendo de coraje.-
"You belong with me"
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No se si lean esta mamada que hice como en un mes, pero me avisan si quieren un extra <3