- ¿Vamos, alteza?

- ¿Estás jodiéndome o algo así?

- ¿Vendrá, si o no?

- Bien, bien.

- Por cierto, le recomiendo algo abrigado.

- ¿Cómo es que...?

Stolas fue interrumpido al haber sido tomado de la mano por el imp, consiguiendo que entraran juntos al portal.

- ¡Espera!

Escuchó las risas de Ascaroth mientras recobrara la compostura y lo miraba nuevamente; pudo admirar el ambiente frio, al parecer estaban en un bosque nevado.

- Le advertí que debía ir abrigado.

- Sí, sí.

La apariencia de Stolas cambió a una humana con ropa abrigada, perfecta para dicha estación.

- ¿Dónde estamos?

- Finlandia.

Ascaroth permaneció durante un largo rato mirando al príncipe, en serio, ¿por qué carajo era tan guapo incluso con esa apariencia?

- ¿Ascaroth?

El mencionado pestañeó un par de veces mientras salía de esa pequeña burbuja mental en la cual se había metido.

- ¿Sí?

- ¿Qué hacemos aquí?

- Lo olvidaba, cierto.

El imp tomó de la mano al más alto mientras lo guiaba entre el bosque, Stolas no preguntó nada más ya que el contrario parecía conocer bien el área.

- ¿Sabe patinar, alteza?

- Nunca lo he hecho.

- Entonces hoy tendré que enseñarle.

El más bajo se detuvo dejando que el príncipe admirase el lago congelado frente a ellos y lo demás rodeándolo en aquel paisaje; había una cabaña en la orilla del lago.

- El hielo se romperá.

- Claro que no.

Ascaroth deslizó una mano dentro de su gabardina y sacó dos pares de patines para hielo, miró al príncipe y sonrió.

_______________________________

- ¡No vayas tan rápido!

Stolas sostenía por los hombros al más bajo mientras temblaba y escuchaba sus risas; estaban patinando o algo similar a ello.

Ascaroth tomó con suavidad las manos del príncipe y consiguió crear un poco de distancia.

- Si tan solo dejase de temblar y relajase un poco el cuerpo, sería unas diez veces más fácil.

- No puedo, oh por el amor a satanás, no me sueltes.

- No lo soltaré.

El imp bajó las manos con rapidez durante un par de segundos antes de tomar de nuevo las manos ajenas, pudo ser capaz de escuchar el grito ahogado del contrario.

- ¡Uy! casi lo suelto.

- ¡Ascaroth!

Las risas del más bajo lograron conseguir que Stolas se avergonzase aún más.

- Ya, ya.

Ascaroth tiró suavemente de las manos ajenas y acortó nuevamente las distancias, sin embargo, mantuvo la mano derecha sosteniendo firmemente la mano contraria, mientras su mano izquierda se deslizaba por las caderas del contrario hasta terminar en un abrazo, permitiendo que la otra mano de Stolas se aferrase a su hombro.

- Solo relájese, yo haré el resto.

El príncipe asintió incluso si no estaba siendo mirado, y suspiró consiguiendo relajarse un poco; aumentó la fuerza de su agarre al sentir como ambos iniciaban a deslizarse en el hielo. Antes de darse cuenta, estaban en un delicado y dulce vals siendo controlado enteramente por el más bajo.

- Esto... logra ser relajante.

- ¿Entonces ya lo suelto?

- ¡No! No, no.

Una corta risa escapó de los labios del imp mientras alzaba la mirada y comenzaba a apreciar el rostro ajeno. Stolas tenía la punta de la nariz y los pómulos rojos, mientras sus ojos brillaban con la emoción de estar haciendo algo completamente nuevo, estaba completamente absorto en ese helado paisaje.

- Vaya, este paisaje...

- Es precioso.

Ascaroth no apartó en ningún momento la mirada del príncipe, ni siquiera cuando este último lo miró y sintió su rostro arder, mucho menos cuando habló nuevamente. Es solo... contrastaba perfectamente bien con ese paisaje, se veía hermoso en ese momento.

- ¿No hablabas del paisaje?

- No exactamente.

Stolas desvió nuevamente la mirada al paisaje, siendo capaz de escuchar la risa de Ascaroth; miró de reojo pudiendo notar como el más bajo ya no lo miraba.

- ¿Esa cabaña está abandonada o algo?

- Podríamos decir que sí.

- Le añade un poco de encanto a este lugar.

El imp no respondió más, en su lugar cerró los ojos mientras disfrutaba el aire frio en contraste con el calor que el príncipe le brindaba. 

Ninguno de los dos estaba seguro de cuánto tiempo permanecieron en silencio, un cómodo silencio sin duda; no eran capaz de escuchar más que sus respiraciones, el sonido de las hojas de los árboles menarse y tirar algo de nieve, todo siendo acompañado por los distintos animales del bosque.

- Creo que podemos intentarlo.

Stolas habló antes de pensar, incluso si no quería decirlo no iba a echarse atrás, si no lo mencionaba en ese momento ya no lo haría después.

- ¿Intentar qué? ¿Liberar a los esclavos del capitalismo y crear nuestro propio sistema económico?

Todos los nervios que pudiese haber tenido el príncipe, el temblar de sus manos y el rubor en su rostro se esfumó en tan solo un segundo. Definitivamente esfumar el romanticismo del ambiente era su especialidad.

- Olvídalo.

- ¡No, no!

Las risas de Ascaroth no tardaron en hacerse esperar, había entendido, pero quería bromear un poco.

- ¿Está seguro de ello?

- Bueno, no totalmente, pero nunca estaré completamente seguro hasta intentarlo.

El imp se detuvo abruptamente provocando que Stolas se sobresaltase y lo apretase mientras temblaba un poco por miedo a caerse.

- Espero que no se arrepienta más adelante.

Stolas no pudo responder nada, ya que el imp lo tomó del rostro con un poco de fuerza y acortó cualquier distancia que pudiesen tener en un brusco beso. Carajo, ya irían en serio.

¿Goetia? (Stolas Goetia) (Helluva Boss)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant