No puedo evitar que una lágrima se deslice por mi mejilla.

Le amo y siempre lo voy a hacer.

Después del momento sentimental seguimos con nuestra conversación hasta que llegamos a las postres y Eliàn me obliga a pedir tres porque no logro decidirme, reímos y devoramos un trozo de tarta de queso, un coulant de chocolate y una copa de helado de menta, su favorito.

Cuando llega la hora de pagar nos peleamos por ver quien paga pero al final termina pagando el, con la excusa de que es él quien ha elegido el sitio.

Subimos al coche y todo parece haber salido bien.

-¿Quien es Owen en realidad? *dice Eliàn*

La saliva se me atraganta en la garganta y comienzo a toser, no me esperaba que fuera él quien abordara el tema.

-Mi ex novio *digo*

El coche se detiene en un costado de la carretera, se que está molesto por eso a parado de conducir.

Veo cómo se baja del coche así que yo hago lo mismo para ir en su encuentro.

Sé que está intentado tranquilizarse porque no para de pasarse las manos por el pelo, mira al cielo durante unos segundos antes de mirarme a mí con sus océanos completamente oscuros.

-¿Se puede saber porque me mentiste esta mañana?

Intento acercarme a él pero toma distancia y va hacia una baranda de madera que separa la carretera de la zona rocosa de la costa.

-Tenia miedo *susurro*

Mi comentario le duele, su expresión se contrae y me mata saber que soy la causante de su dolor.

-Claro todos temen a Davis, el chico malo que no sabe controlarse *dice*

Las lágrimas están apunto de salir pero las contengo, sé que él nunca a querido ser como los demás le veían pero nuestro pasado a marcado demasiado en nuestro presente.

-Temía tú reacción ahora que todo estaba yendo tan bien

-Nada está bien Emory si crees que debes esconderme cosas por miedo a cómo voy a reaccionar, ya no tengo dieciséis años *me dice enfadado*

-Ya pero yo sólo conozco al Eliàn de dieciséis años *suelto*

Estoy empezando a agobiarme con la situación, se que hice mal en no decirle nada pero él debe también ser un poco más comprensivo conmigo.

-Si por la maldita apuesta, dilo Emory

-Eso ya a pasado Eliàn, siento no haberte contando lo de Owen.

-¿Emory sabes cuantas mujeres han habido después de ti? Ninguna joder has sido la única mujer a la que he amado.

Las lágrimas hace ya rato que campan a sus anchas por mis mejillas.

El niega que no se está comportando como cuando éramos adolescente pero puedo notar los celos que siente al imaginarme con Owen porque son los mismos que siento yo cuando lo veo con la enfermera cañón.

-Lo siento ¿vale? Jamás volveré a ocultarte nada

-Es que joder, como no ibas a irte con un tío como el
+Las chicas buenas siempre acaban con los chicos buenos ¿no? ¿Y a qué a venido aquí? ¿A recuperarte?

Su comentario me duele porque el sabe que yo no soy así, ni me fui con Owen porque era lo contrario a Eliàn solo surgió.

-A venido por otro asunto que si nos tranquilizáramos podría llegar a explicártelo.

-Es que joder tantos años esperándote mientras tú te estabas tirando a saber a cuantos pijos *suelta*

Retrocedo unos pasos por el impacto de su comentario, siento como si me hubieran apuñalado en todo el corazón

-Así que ya no tienes dieciséis años ¿no? Te estás comportando como un crío celoso.

-No como Owen que seguro que es un tío súper maduro *dice *

Me rio ante su comentario porque me parece ridícula esta conversación así que me quito las bailarinas y comienzo a caminar por la parte rocosa para poder ir hacia la playa, escucho como me llama pero no me doy la vuelta.

Tomo camino hacia no sé dónde intentado huir otra vez del amor de mi vida.

Pasado en los corazonesWhere stories live. Discover now