Xiao Zhan nunca imaginó que aquellas situaciones que solía plasmar sobre lineas para el disfrute de su público, terminarían por volverse realidad y que todo empezaría una vez llegara a habitar aquel departamento.
Un joven y reconocido escritor del g...
Los sueños seguían allí y cada vez se hacían más vividos.
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- Puedo ver que te desvelaste.- Acarició la nuca del pelinegro.
- Se que dije que iba a escribir un cap, al final terminé escribiendo tres. Para cuando me di cuenta ya había amanecido.
- Zhan.- Suspiró.- Sabes que no me gusta que te maltrates de esa manera. ¿Se te ovida que hace poco tuviste un incidente con tu vista?
- Mi novio el guardian.- Acunó el rostro del castaño entre sus manos y depositó un casto beso en sus labios.- Deja de preocuparte, pareces más mi padre.
- Te recuerdo que aunque soy tu editor, siempre tomaré primero el papel de novio. No quiero que enfermes.
- De acuerdo.- Rodó los ojos.
- Por cierto.- Colocó un cheque sobre la mesa.- Estas son las ultimas regalias recibidas por tu ultima historia.
- Esta vez la suma es jugosa.
- Las ventas aumentaron.- Depositó un beso en la mejilla del pelinegro.- Todos aman tu trabajo.
- Con esto podré terminar de pagar la última cuota del departamento. Entonces será mio por completo.
- No entiendo que le ves a este lugar.- Miró a su alrededor.- Tu departamento era mejor.
- Eso no es cierto. Sabes que este es más grande y la vista a la ciudad es la mejor.
- Tonterias.- Negó.
- Allen.- Suspiró.- ¿Vamos a empezar?
- Lo siento.- Volvió a besar su mejilla.- No diré nada más. Es solo que no me gusta que estes en un lugar tan alto y solitario, no despues de...
- ¡Te invito a dar un paseo!.- Se levantó a toda prisa con una gran sonrisa.- Vamos, pasemos el día afuera ¿Que dices?
- Está bien.- Sonrió.- Pero yo invito.
- No voy a negarme a eso.- Corrrió hacía su habitación.- Iré por mi abrigo.
Aunque a Allen Sprawls no le gustaba la idea de que su pareja se quedara solo en aquel lugar, no había nada que pudiera hacer al respecto. Xiao Zhan era una persona terca y decidida así que cualquier intento de convencerlo sería en vano.
En el momento en que el pelinegro descubrió que el penthouse de su edificio se encontraba desocupado, la idea de apoderarse de este le vino a la mente. Argumentando que este era el lugar indicado para que un escritor pudiera estar en paz y repitiendo hasta el cansancio lo maravillosa que era la vista de la ciudad desde aquel lugar, Zhan finalmente logró convercer a su novio.
Allen no solo era su pareja, tambien era su editor y asesor. Llevaban alrededor de 16 años conociendose y de noviazgo a penas unos 4 años. Habían estudiado juntos en la universidad, eran dos amigos inseparables.
