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Quería hacer esto específicamente con dottore porque, ¿Quién no quiere a este desquiciado?
Así que voy a escribir guiándome de cómo creo que seria Dottore y también de otras personas que leí pero solo por como serian sus reacciones, solo por e...
Al voltear y verlo en el suelo te paraste clavando una jeringa en su cuello. Trato de quitarte tras soltar un quejido pero no se lo permitiste.
Termino en el suelo a gatas tociendo sangre. Tu solo lo mirabas, su desesperación crecía al ver como le faltaba el aire y su piel quemaba.
Poco a poco su piel quedó manchada de quemaduras que comenzaron a brotar sangra. No pudiste evitar sonreír por el resultado.
Te hubieras quedado allí viéndolo retorcerse de no ser porque Zandik te tomó del brazo arrastrándote a otro lado.
El de ojos carmín se detuvo en medio pasillo volteando a verte, imitaste su acción extrañado.
- Porque me ayudas? - Preguntaste. - Si se podría decir que lo hiciste.. - Balbuseaste.
- Porque deja que hagas eso contigo?. - Contraataco con una pregunta.
No respondiste.
- Que fue lo que le inyectaste? - Sonó más como una orden más que una pregunta.
Esta vez comenzaste a explicarle, puesto que desarrollaste interés en exponentes que conllevarán sangre.
Debido también a tu visión Hydro, pudiste manipular a otros mediante a el agua que había en su cuerpo.
Zandik estaba fascinado con lo que decias, no había esperado que tuvieras ese lado. Dado a que siempre seguías las órdenes y evitabas el caos.
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Los días pasaron volviendoce más cercanos, debido a que en la academia no se permitía experimentar con humanos opto por usarte.
Se lo permitiste ya que también eras útil en las sustancia que vertía en ti, su relación crecio a tal punto que se la pasaban juntos.
Hacían experimentos a espaldas de la academia, y claro. Nadie supo de la muerte de uno de tus brabucones que...luego se sumaron los otros dos.
Los cuales desconocías la razón de sus desapariciones pero era obvia la razon y por quien.
Aunque todo transcurrió "bien", todo se salio de control cuando expulsaron a tu amigo. Ibas a irte con el pero te detuvo.
- Quédate. No puedes irte de la academia, se cuanto querías entrar aquí. - Trato de detenerte cuando querías ir empacar tus cosas.
Comenzaste a balbucear incoherencias tratando de convencerlo pero fue inútil. Sabias que en cuanto te graduadas te volverías a encontrar con el pero seria aburrido no hacer maldades sin el.
- Bien. - Maullaste frunciendo el ceño.
Seguías en contra de eso pero no podías hacer nada, ambos se despidieron y tu fuiste quien se marchó primero. No querías verlo irse.
Pero dudaste a mitad de camino.
Tu corazón te traicionó, con todo lo que vivieron, locuras en su mayoría. No querías que se fuera por poco que fuera el tiempo.
Impaciente te detuviste y te diste la vuelta, corriendo hacia el gritando su nombre. El confundido, volteo y su sorpresa creció más cuando tus labios tocaron los suyos.
Colgaste tus brazos alrededor de su cuello, te separarte a los pocos segundos de el mirándolo con aquellos ojos blanquesinos que siempre le llamaron la atención.
- Más te vale estar aquí cuando acabe la academia. - Ordenaste.
- Y si no lo hago, que? - Respondió burlón.
- Mmm..sería una pena que aparecieras amarrado a una silla en una habitación cerrado el resto de tu vida para que no vuelvas a escaparte de mi. - Explicaste jugando con los cabellos de su nuca con una leve sonrisa tranquila.
Rio por tu respuesta rodeando tu cintura con sus brazos.
- Idiota, tu eres quien no tiene escapatoria. - Se acercó aún más a ti.
Deposito un beso en tus labios, que aunque ambos quisieran durará más ya que debía irse.
Esto solo los empujaba a dar lo mejor de ambos en el tiempo que estarían separados.
Ambos tenían su locura, ambos tenían sus diferencias pero coincidían en aspectos malisiosos.
¿Que mejor que un sádico loco y maniático, y un masoquista con tendencias sangrientas?
