Amarre

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Estaba entrando al mercado de abastos, la algarabía y las personas comprando en las aceras se detuvieron un poco al ver el auto que se aparcaba afuera, era un último modelo y el que se bajaba hacia juego con el.

Era un sujeto rubio con un excelente porte, se quito las gafas oscuras de diseñador y se dispuso a entrar

Siguió a la persona que le había dado el pitaso de donde podía encontrarla, ya le había dicho para que la quería, caminaron hasta llagar al fin de ese mercado, Liam se tapó la nariz cuando dejaron la plaza para meterse por un túnel que olía a cañería.

Toparon con un escalera hasta una puerta que daba a una pequeña habitación, donde se hallaba recostada en una cama cubierta de manera completa por una manta negra

La mujer observo al visitante a través del velo, era un hombre guapo, no podía ni pensar que alguien como el necesitara de sus servicios, que necesitara ayuda para tener a alguien

El oráculo se paro tambaleándose e instó a que el joven se sentara frente a ella.

- cuentame lo que quieres - le pidió, por su voz parecía una mujer joven, cuando estiro su mano que era lo único descubierto, dejó de ver que tenia la piel plagada de llagas abiertas de las que salia pus, se veían muy dolorosas, unas estaban tan profundas que se veían un poco del hueso

Liam puso cara de espanto.

- no se contagia, es una maldición - le dijo la mujer

- ¿duele?

- como mil agujas en la piel, pero ya pagaste, ¿dime que quieres? - le dijo la mujer que por las franjas de piel sin pústulas era de raza negra.

Liam le había consignado la mitad del dinero y después cuando el conjuro funcionara.

- mira Zobeida, te llamas así, ¿verdad? - la mujer asintió - tengo un hermano al que quiero mucho, a todos mis hermanos los quiero pero él es especial, siempre fue muy frágil y enfermizo

Siempre pensé que era demasiado frágil para este mundo.

Mi hermano, Camilo, es el menor, yo siempre como buen hermano mayor trate hacer todo por él, cuando lo veía muy agotado con las tareas que le dejaban en la escuela yo lo mandaba a jugar y se las terminaba haciendo

Sus compañeros se metían con él, es que era muy delicado sufría de asma así que querían hacerle bullying pero yo me agarre a golpes con muchos, hasta con profesores, por que lo presionan demasiado, no me gustaba que lo criticaran por él lloraba, era muy frágil y debía cuidarlo.

Cuando se graduó busque la manera de irme con el la universidad, no lo podía dejar solo, ¡él no se sabe defender! - el rubio lucia alterado como si buscara una aprobación a lo que hacia

- esta bien chico, solo eres un buen hermano

- ¿verdad que si? El entró a estudiar medicina, pero poco a poco paso lo mismo que en la escuela, lo apartaban y no lo invitaban a fiestas, él me preguntaba por que no querían ser sus amigos, yo le decía que por que le tenían envidia

Claro que era envidia, por que el es guapo y bueno además de inteligente y esas son cosas que las personas no toleran, yo le tuve que pagar a varios profesores para que le pasaran las materias sin tanta crítica por cuando le corregían sus trabajos él se ponía triste, al final dejó la carrera y se puso a estudiar canto, al principio lo apoye, pero después no me pareció ya que ese mundo tiene mucha corrupción.

Afortunadamente me ahorre el tener que sobotearle sus planes de ser cantante, no lo aceptaron, pero yo escondí la carta de rechazo para no lastimarlo ya que es muy sensible, seguro que no querían que opacara a los demás, pero al no haber respuesta se deprimio y comenzó con problemas alimenticios, duro un año en reponerse, después me dijo que quería ser actor, eso estuvo mejor por que el mundo de la actuación es menos corrupto.

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