— Es el mejor bailarín del campus — intervino Gregory.

— ¡De ninguna manera!

— Si no, ¿por qué crees que hace el baile de apertura? — respondió Harry.

— Es horrible esa clase de música.

C'mon! ¡Es Cedric Diggory! Si hay movimiento, puede hacer cualquier cosa — la chica agachó la vista — si no ¿por qué crees que es el príncipe del campus?

— Debido a su cara — dijo Gregory.

— Si fuera por su cara, entonces podríamos ser el príncipe del campus — añadió el pelinegro — esta es la diferencia entre él y nosotros ¿de acuerdo?

— No creo.

— Estoy perdida — se lamentó la chica e hizo una expresión como si estuviera a punto de llorar. Recordó cuando en su niñez trató de aprender a bailar y las cosas no salieron nada bien. Se agachó y se abrazó a sí misma.

— Creo que debes buscar un profesor para estas semanas y practicar — sugirió el ojiverde y observó a su querida amiga — puede que haya algo de esperanza.

Ella se incorporó rápidamente — el profesor más famoso del campus ya me ha enseñado — habló con mucha rapidez.

— Entonces tus habilidades básicas no serán malas.

— Y entonces... entré en la lista negra — admitió en voz baja.

— ¿Qué lista?

— La lista negra.

— ¿Qué es eso?

— ¡Entré en la lista negra porque mis habilidades no eran buenas! — hizo un puchero al terminar la oración.

— Oh... — se persignó y juntó sus manos — bless you.

— ¿Eres cercana a Draco Malfoy? — preguntó Gregory.

— ¿Draco Malfoy? — se sorprendió la chica — ni de cerca — abrazó la Tablet.

Gregory Goyle señaló hacia el patio y los tres observaron a Draco Malfoy paseando — es el otro mejor bailarín del campus.

— ¡De ninguna manera! — exclamó Hermione con asombro mientras recargaba su codo en el barandal — puede hacer de todo — el rubio al verla, detuvo su andar y observó a la chica fijamente.

— Aunque no quiero admitirlo, si hay un genio en este mundo, es él — dijo Harry y asintió una vez con su cabeza para reafirmar las palabras que había dicho.

♡♕♡

¿Cómo puedo conseguir que este cara de hielo me enseñe a bailar? — pensó Hermione mientras lo observaba fijamente. Estaban en una sesión más de tutorías, y Draco Malfoy se encontraba leyendo el libro de matemáticas. De repente, el rubio agarró un pañuelo para secar el sudor en su frente y lo lanzó al pequeño bote de basura color negro que estaba a un metro de distancia de él, haciendo una anotación perfecta como si se tratara de un juego de basquetbol. La pequeña princesa lo miró con asombro — "puede hacerlo" — el chico le dio vuelta a la página — "puede hacerlo, puede hacerlo, puede hacer cualquier cosa" — la castaña cubrió su boca con ambas manos sin soltar su pluma blanca — "y es guapo. ¿Cree que es todo eso?" — Draco la miró  — ¿por qué me miras? — preguntó con molestia y se volteó.

El rubio sonrió ladinamente e inclinó su cuerpo hacia delante, recargando su mano en su pómulo derecho — si no me mirabas... ¿cómo sabes que te estoy mirando? — Hermione apretó los ojos, sintiéndose avergonzada — además, ahora mismo es hora de examen. Te quedan... — observó el reloj color dorado que estaba colgado en la pared — 15 minutos.

My Little Princess [Dramione]On viuen les histories. Descobreix ara