Capítulo II: El Despertar Del Hechicero, Parte II

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Oye, levántate. No creo que hayas muerto solo por unas cuantas chispas, así que levántate —le dijo una voz misteriosa a Arthur—. Le dijiste a Liz que no tardarías, ¿o ya lo olvidaste?

—¿Liz?

Finalmente, respondes.

—¿Quién eres?

Pronto lo sabrás, ahora… ¡levántate!

Tras el grito de la voz, Arthur recuperó la consciencia. Lo primero que vio al abrir los ojos fueron sus brazos y torso vendados.

—¡Al fin, despertaste! —exclamó Elaine, aliviada.

—¿Dónde estoy? —le preguntó Arthur sentándose.

—En la sala de mi casa —respondió Elaine. En el piso superior de la cafetería se encontraba la casa de Elaine y su padre.

—¿Recuerdas algo de lo ocurrido? —le preguntó Elaine.

—… Noble idiota intentó llevarte, Lance y yo peleamos con los guardias, me lanzaron rayos, pero lo aguante y mande a volar al noble, los guardias restantes se lo llevaron y me desmayé… ¿Por qué me preguntas esto?

—Quería asegurarme de que no tuvieras daño cerebral… aunque, de por sí, se requeriría estar loco para hacer lo que tú hiciste.

—No deberías hablarle así a la persona que te ayudó.

—Traté tus heridas, aunque no soy muy buena con la magia de curación y Lance gastó la mayor parte de su maná manteniéndote con vida. De no ser por él, podrías haber muerto esta vez.

—¿Dónde está él?

—Está abajo cerrando la cafetería.

—¿Cerrando? ¡¿Qué hora es?!

—Las 5 de la tarde —respondió Elaine viendo el reloj de pared.

—¡Me tengo que ir!

—Espera.

—¿Qué pasa?

—Ponte la camisa.

Tras ponerse la camisa, la cual Elaine había lavado y arreglado, Arthur se apresuró en volver a la bodega.

—Espera —lo detuvo Elaine, nuevamente.

—¿Y ahora qué?

—Toma esto —dijo entregándole un envase con comida —, debe haber suficiente para ti y Liz. Es mi forma de darte las gracias por salvarme.

—Gracias.

Arthur salió corriendo de la cafetería hacia el almacén, corría por la ciudad como si las heridas que se hizo hace solo unas horas ya no existieran. En consecuencia, algunas se volvieron a abrir, pero Arthur no les dio importancia y siguió corriendo. Su prioridad era regresar con Liz, lo demás no importaba.

—¿Qué es eso? —se preguntó Arthur, al ver una larga estela de humo salir de la misma dirección donde se encontraba la bodega. El joven apretó los dientes y apresuró el paso a no más poder, hasta llegar a su objetivo. Parados frente a la bodega se encontró con un grupo de hombres armados con bombas molotov, entre los hombre había uno que reconocía, se trataba de Leonard Black.

—Finalmente, has llegado —dijo Leonard dándole la bienvenida—. ¡Contempla, esto es lo que les pasa a aquellos que…!

—¡Bastardo, sabía que eras tú! —lo interrumpió Arthur propinándole un potente golpe en la cara. Leonard dio una cantidad exageradas de vueltas en el aire, hasta que su cara se encontró con el suelo. Al atestiguar tal acto, los hombres que iban con Leonard comenzaron a cuestionarse quién era su oponente, un monstruo… o quizá un idiota. En todo caso, no era una persona normal.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2022 ⏰

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