terukane week

Día 2: Luz de Luna.

Separación AU. Spoilers del manga.

Esta situación era algo que Teru estaba temiendo desde que comenzó a investigar a los siete misterios dentro de la academia, pero temerle y verlo realizado eran cosas distintas. Sin embargo él sabía, Teru aseguraba que esto pasaría tarde o temprano, no sabe por qué le sorprende de igual forma.

Habían secuestrado a un alma viva para usarla de sacrificio. Bien sabía él que todo estaba planeado por el séptimo misterio, Hanako, debido a que sólo él tenía un interés tan egoísta por alargar la vida de Yashiro-san. Por supuesto sus valores como exorcista le impedían hacer la vista gorda de esto, pero podría haberlo hecho, de verdad, la palabra clave es “podría” porque hubo algo que le canceló cualquier tipo de duda a lanzarse de cabeza al límite entre ambos mundos.

Los anteojos de Akane, esos que Teru había hecho para él con tal de preservar lo poco que le quedaba de humanidad, esos anteojos, tirados en el suelo. ¿Qué hacían ahí en primer lugar?, eso era lo que Teru deseaba descubrir, pero no le tomó mucho tiempo unir los hilos.

Por supuesto que Akane iría al lugar más peligroso en la tierra (¿no tierra?), si su mejor amiga/interés amoroso estaba siendo llevada por espectros para ofrecerla de sacrificio. Era absurdo siquiera imaginar que él no haría algo tan estúpido como para interponerse de esa forma solo para sacarla, eliminando cualquier tipo de opción racional o pensamiento frío, todo hecho al calor del momento.

Algo como lo que Teru estaba apunto de hacer. Porque, por supuesto que sí, él no negaría su preocupación, y ahora que se encontraba completamente solo podía dejar de ocultar el vacío en su rostro, con los labios fruncidos y las cejas tan juntas que podían perforar su frente, Teru inhaló, recordándose que debe mantenerse frío si quiere salvar a Akane.

Toma los anteojos de Akane, apretándolos junto a su pecho, y sujeta con más fuerza la correa de la funda de su espada. Observa la ventana junto a él, está atardeciendo, dentro de poco la luna llegará a su punto más alto, y él espera recuperar a su amigo antes de eso.

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Fue fácil encontrarlos después de todo, pero deseó no haberlo hecho tan rápido, algo agrio se situó en sus entrañas y se deslizó desde su estómago a su pecho.

Son celos, bien sabía.

Celos de ver al chico que le gustaba tan cerca de otra persona.

Por primera vez en toda su vida sintió celos de otra persona, y Teru quiso ser mejor que ella para que así la atención de Akane estuviera dirigida a él.

Suspiró, Aoi era demasiado similar a él mismo, ambos fingían ante las demás personas, mentían todos los días y aún así el resto seguía alabando sus falsas muestras de amabilidad. Ambos estaban igual de podridos por dentro.

Y a ambos les gustaba el mismo chico, es que había que tener mala suerte.

De todas formas, debía intervenir por el bien propio de su corazón, ya no podía lidiar con la amarga ira que se estaba formando dentro suyo.

“Hm, estoy.. ¿interrumpiendo algo?”

Los otros dos saltaron por la sorpresa, Akane se giró con el ceño fruncido, listo para golpear a quién aparecía tan de repente. Sin embargo la claridad apareció en sus ojos cuando vio a Teru, y la tensión en sus hombros pareció desaparecer, el rubio fingiría no haberlo visto, pero no podía negarse el derecho a estar feliz de ver cómo Akane se sentía aliviado por su aparición.

El misterio ahogó un resoplido de una extraña risa aliviada que burbujeó en su garganta, colocando su usual expresión molesta para dirigirse al Minamoto.