Capítulo (1)

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Cole

- Franchesca ya te dije que estoy llegando tarde, no me puedo quedar más tiempo - abrí la puerta de mi auto y lo enciendo.

- Cole, por favor, ya casi no estas conmigo - pidió por enésima vez.

Estaba perdiendo la paciencia, busque algo en la guantera, saque una cajita de allí, se la entregué, sus ojos brillaron - ¿Esto es de verdad?

- Sí, así que adiós. - salí disparado de allí.

Aún no quería darle el anillo, no me sentía preparado para dar ese paso, pero era la única manera para que me dejara ir sin ponerme más problemas, después lo resolveré. Con Franchesca todo era más fácil, ella se conformaba con lo que teníamos, no pedía algo que ya dejado de tener desde hace casi cuatro años.

Y aunque era irritante, era buena en el sexo, respetaba mi libertad siendo consciente de que cuando salgo a clubes me meto con otras mujeres, ella se sentía especial de poder recibir algo más que la mejor noche de su vida.

Ya después buscaría la manera de postergar ese compromiso.

(...)

- Llegas tarde, Cole. - Khaled me pasó un montón de papeles, suspiré sabiendo que esto me llevaría todo el día.

- Ya lo sé, tuve unos percances.

- Que no se repita.- me llevo en dirección a su oficina, íbamos hablar de algo de importancia.

Entramos a su oficina y nos sentamos, - Me has traído aquí por algo importante, ¿Qué sucede?

- Mi hija no me quiere ver, por más que lo he intentado no me deja ir a visitarla, me estoy desesperando, he estado intentando comunicarme con ella para decirle que venga a la ceremonia en memoria a su madre.

Habían pasado cuatro años desde que Kai se fue del país y no había regresado, no dejaba que nadie fuera a visitarla, Conrad salía mucho de viaje durante este tiempo, al principio pensaba que se debía a que no quería atormentarse mucho más con el tema de Cambridge pero después empecé a sospechar que iba a visitar a Kai, puesto que siempre compraba regalos antes de irse, y en una de esas él me pidió a mí y a mis hermanos que escogieramos unos peluches, allí nos confesó que iba a visitar a Kai y quería llevarle un presente de parte de todos.

Los únicos que habían ido a verla eran mi padre y Conrad, no permitía que nadie más lo hiciera, nadie podía verla si ella no lo aceptaba, durante los dos primeros años siempre intenté comunicarme con ella, de ir a buscarla pero dejé de insistir y me enfoque en otras cosas hasta llegar a este punto donde la he superado.

El haber perdido la memoria fue el primer paso para que Kai decidiera irse lejos, no se sabe si la recuperó, pero hasta donde supimos ella no me recordaba a mí, a diferencia de Conrad y a mi padre.

Lo que si me parecía extraño era que no dejará que su padre la visitara, y por ello había algo que me hacía creer que ella no había perdido la memoria como nos habían hecho creer.

Había una botella encima de su escritorio, Khaled la vio y su sorpresa fue evidente, la botella no traía ningún remitente, pero aún así la abrió y sirvió dos copas las cuales se encontraban junto a la botella.

Tome el primer trago, estaba claro que era whisky, el sorbo recorrió mi garganta quemando la a su paso, entendía la frustración de mi mentor, pero yo me había rendido hace mucho tiempo atrás.

Khaled se había convertido en mi mentor en el momento en el que mi padre se negó a enseñarme todo acerca de los S.W.A.T, estaba por terminar mi carrera de médico forense y hace poco más de un año hice lo imposible por ser parte de esta organización.

En el momento que Khaled me reclutó para ser mi mentor, él incluyó a mis hermanos, Homer y Harrison, se mantenían en el área de tecnología, mi padre estaba contento con los buenos resultados de mis hermanos en esa área así que solo los mantiene allí, Conrad estaba en el área de fuego, que aquí significaba estar en las misiones que incluyeran riesgo en el gobierno, por así decirlo aquí hacían parte del trabajo sucio que el gobierno estatal y nacional se encargaban de resguardar y esconder para que nadie supiera los negocios sucios que habían en este. Para mantener una falsa moral de lo bueno y lo malo. Todo lo contrario a mi, solo me la pasaba entrenando y haciendo todo el papeleo que Khaled me dejaba. Patético.

Mi mente se degustó demasiado rápido en el alcohol, sentía un cosquilleo en mi lengua, que rápidamente se extendió a todo mi cuerpo, un mareo me atravesó y agradecí haber estado sentado, mi cuerpo comenzó a sentirse pesado al igual que mis ojos, mi vista se empezaba a ver borrosa, había algún tipo de somnífero en la botella, trate de levantarme para ir a la salida pero mi cuerpo no respondía, lo último que vi fue a Khaled en el piso inconsciente.

(...)

Sentía mi cuerpo pesado, pero podía moverlo, por alguna razón tenía mis manos sujetadas, en ese instante pensé lo peor, abrí mis ojos pero están cubiertos por un pasamontañas, ¿Como había sido posible que nuestros enemigos hayan podido llegar a nosotros tan rápido? Mis ojos se cerraron en el momento en el que me quitaron el pasamontañas la luz tenue chocó contra mis ojos hasta que se acostumbraron a la claridad, busque con mi mirada a Khaled recordando que se había desmayado, estaba a mi lado recuperando la conciencia, no estamos solo nosotros amordazados también estaba Arius. Pero noté algo no habíamos salido de las instalaciones del cuartel, estábamos en el área de interrogación.

- ¿Qué diablos creen que hacen? - brame con rabia.

De inmediato entraron a la sala, mi padre junto a mis hermanos, más atrás entraron Gia, Niem y Chiara.

- ¿Qué está sucediendo Cameron? - pregunto despacio, tratando de reincorporarse.

- Solo estamos siguiendo órdenes, Khaled. - respondió mi padre serio.

- ¿De qué estás hablando?

Unos tacones sonaron en las partes oscuras de la sala, habían varias personas en esa dirección, los ojos del señor Milán casi se salen de sus orbes, como si supiera de quien se trata.

- ¡Atención, formación! ¡Almirante general presente! - espeto Conrad tomando posición de entrada.

Una silueta se fue moviendo de lado hasta estar al alcance de mi vista, era ella.

- Hija...

-Hola padre.

Esto debe ser una maldita broma

The LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora