Simplemente Tú

Recuerdos

Sesshomaru estaba enamorado de la postal de ella cubierta solo con las sábanas sus ojos azules como el mismo mar y sus cabellos un tanto revueltos con su mirada curiosa.

__ Ábrelo __

Ella solo obedeció sin responder y cuando vio el collar en su interior, no pudo no impactarse por lo hermoso que era y sobre todo por el atrevimiento del platinado en obsequiarle algo tan costoso.
Era muy hermoso si, y muy delicado, poseía un dije con letras cursivas que decian -S. Taisho- las cuales llevaban incrustaciones de zafiros.
La Azabache inmediatamente posó su vista en él, esperando una explicación.

__ Se mí esposa __ dijo, tomando el collar entre sus dedos.

__ Sesshomaru deja de bromear con esas cosas! __ Exclamó sintiendo como se posicionó tras ella mientras la acariciaba con unas de sus manos por su cintura y con la otra apartaba su cabello del cuello, colocando el collar.

__ No estoy bromeando __

Giró su rostro mirando a sus ojos y luego mordió levemente su labio inferior.

Kagome estaba 100% segura que el debía estar bromeando pero su corazón no podía dejar de latir como loco en su interior.
Llevó su mano y acarició el dije  con sus dedos, sin saber porque motivo se había dejado colocar tal joya, algo que decía literalmente su apellido.

__ Me estás proponiendo matrimonio de verdad? Estás loco?__

__ Si, por ti... __

-- Taisho bromeas debo creer que bromeas --

Kagome iba a colapsar llevó sus manos a su pecho dejando ver su desnudes, nunca le habían propuesto matrimonio ni siquiera en broma.
Sesshomaru vio dudas en ella y comenzó a besarla suavemente acariciando sus mejillas.

__ Porfavor no lo pienses, tienes una vida para hacerlo, luego.. __ Susurró en sus labios.

Kagome terminó por derretirse se sentía en una de esas películas de amor en donde logra conquistar al hombre inalcanzable asíque simplemente se dejó llevar y hacer por tantos sentimientos encontrados, y solo por esta vez no se dejó dominar por su mente y le permitió a su corazón ganar sobre su razonamiento.
Si era una extraña broma no sabía el fin, aunque a esas alturas ya no sabía exactamente que pensar, pero sabía que de algo  estaba segura y es que sentía demasiadas cosas por Taisho al punto de quererlo solo para ella.
Asíque simplemente no lo pensó más, se subió a ahorcada nuevamente sobre él y comenzaron una vez más a entregarse a la pasión hasta quedar completamente dormidos...

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5:00 a.m ( sonidos de alarma)

Ambos jóvenes dormían profundamente hasta que la Azabache comenzó a removerse, su cuerpo ardía traspasando la piel del torso del platinado quien al abrir los ojos fijo su vista en el enorme reloj que había en la blanca pared, marcaban recién las 5 a.m, era demasiado temprano incluso para él que solía despertar a las 6:30 habitualmente, bajo su vista y notó el pequeño cuerpo que yacía sobre de él, muy acurrucado como si estaría buscando protección.