Family portrait

206 19 14
                                    

Fue el fuerte ruido de la puerta de la casa al cerrarse lo que hizo que abriera los ojos. Miró a su lado en la cama y notó que Itachi ya no estaba allí, supuso que fue él quien cerró la puerta, siendo un tanto brusco al hacerlo (seguramente, sin querer, pensó).

Sin darle demasiada importancia a ello, se removió un poco entre las sábanas, inhaló profundo y una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar lo vivido anoche. Las caricias, los besos y los gemidos propiciados por Itachi aún estaban frescos en su mente...por un momento creyó que todo había sido un sueño. Uno muy excitante, romántico e increíblemente húmedo. Y lo hubiese seguido creyendo de no ser porque se encontraba desnudo envuelto en sábanas ajenas cubiertas por el dulce aroma de quién lo volvía loco, además del incómodo dolor en su cadera, el cual le recordaba lo intenso que estuvo todo anoche.

Se cubrió con la sábana hasta la mitad del rostro aferrando la suave tela entre sus manos, y apretó sus párpados, quería chillar de emoción.

¡Había tenido sexo con Itachi!

¡Con su jefe!

Estaba que explotaba de felicidad, pero intentó mantenerse neutral por si éste regresaba a la habitación (no sabía si la puerta al cerrarse significaba que había salido o que acababa de llegar).

Entonces, tras algunos minutos de solitaria espera, terminó de desperezarse, estirando bien sus músculos, y luego se incorporó para ir en busca de su ropa, y de Itachi, por supuesto.

Mientras caminaba hacia la sala aprovechaba para peinarse un poco con la mano, sabiendo que debía verse espantosamente desprolijo, y a medida que recorría los pasillos por donde había pasado ayer, fue recogiendo su ropa. Literalmente se habían arrancado todo ante la desesperación por coger. ¡Y había valido la pena! Hacía tiempo que no la pasaba tan bien revolcándose con otro, sin duda Itachi era el amante soñado. Nadie se lo había hecho tan bien como él, acariciándolo donde su cuerpo rogaba por más, tocando ese punto en su interior que le hacía perder la cabeza, besándolo como si quisiera apropiarse de sus labios, reclamándolos como suyos...

Se sentía extrañamente complacido, demasiado, como si sus cuerpos se hubiesen reconocido de alguna manera, sabiendo exactamente lo que le gustaba al otro. No pudo evitar fantasear con la idea de ya haber tenido sexo con Itachi en alguna otra vida, algo totalmente absurdo. Pero era la mejor "explicación" que le encontraba a lo que había sentido al tener sexo con él...

"Si es la primera vez que coge con un hombre, realmente tiene un don. ¡Fue alucinante!", pensó mientras ingresaba a la cocina, creyendo que lo encontraría allí dado que no lo veía por ningún otro sector de la casa.

No demoró mucho en divisar una nota sobre la mesa, la tomó sin dudar al ver su nombre allí escrito. Ansioso, creyendo que sería algo romántico, comenzó a leerla:
"Sasuke, tuve que salir temprano, tenía un asunto importante que atender. Puedes comer y tomar lo que desees, nos vemos.

Lo siento,

Itachi"

Toda su ilusión y emoción se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos.

Frunció el ceño y arrugó el papel al cerrar puño, lo había dejado solo en su casa y ni siquiera fue capaz de despertarlo. Entendía que tuviera que irse, pero eso no justificaba que no se haya despedido como corresponde de él considerando que se habían acostado.

De pronto un escalofrío recorrió su cuerpo desde la planta de los pies hasta su pecho, quizás porque todo esto le recordaba a todas las veces que sus amantes lo abandonaban luego de follarlo. Sintió decepción y fastidio a la vez, si lo tuviera enfrente en este momento le estaría gritando y, posiblemente, insultando por ser tan desconsiderado, pero no podía hacer nada más que soportar la enorme impotencia que invadía su cuerpo.

To już koniec opublikowanych części.

⏰ Ostatnio Aktualizowane: Oct 10, 2022 ⏰

Dodaj to dzieło do Biblioteki, aby dostawać powiadomienia o nowych częściach!

ItaSasu: In Our Blood [AU]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz