Los Cuentos de Miya

Lansel y Retel

Primer Acto, Escena 1
Lansel y Retel:

–¿Qué rayos haces aquí?– preguntó un confundido Reki mientras observaba al pelinegro de ojos verdes.

–Fui contratado– sonrió Miya con arrogancia –Después del éxito que tuvo mi texto de Cindereki, su escuela pensó que sería una una asombrosa idea que un prodigio como yo estuviera a cargo del programa de teatro– explicó.

–Pero Cindereki fue un desastre– habló Langa.

–¡Eso no fue mi culpa! Es la de alguien que decidió tirar el texto a la basura y cambiar el final– se cruzó de brazos.

–¡Se le llama improvisar!– contestó Adam –Y es un arte, solo para que ustedes novatos lo sepan– hizo un puchero.

–¡Lo que hiciste no fue una improvisación! Fue un sabotaje para evitar el beso entre Reki y Langa– se metió Kaoru a la discusión.

–¿Sabes lo difícil que fue hacer que la boca de Reki oliera bien?– agregó Kojiro –No tienes ni idea de cuántas películas lo tuve que poner a ver para que entendiera cómo besar bien.

–¿Hiciste todo eso por mí?– miró el celeste a su novio.

El pelirrojo asintió con un sonrojo.

Langa lo abrazó como un reflejo.

–Pero que lindo– gruñó Adam –Como sea ¿En qué nos quieres arrastrar ahora, niño?miró

–No nos importa ni nos interesa– interrumpió Reki –Arruinaste nuestro primer beso y eso no te lo perdonamos.

–Pero qué sensibles– bufó.

–¡SILENCIO!– gritó el niño –Reki, Langa, estudian aquí, están reprobando biología y ocupan créditos extras. Van a participar.

–¿¡Qué están qué!?– soltó el pelirrosa.

–¿Nosotros por qué estamos aquí?– preguntó Kojiro.

–Necesito más personajes y por alguna extraña razón nadie se anoto– se encogió de hombros –Y si tienen tiempo que malgastar en carreras de S, pueden estar aquí– sonrió.

–Auch– soltaron los adultos.

Tadashi carraspeó –Si quiere que el señor Shindo participe en su trabajo escolar, deberá adaptarse a su horario– le acercó una libreta con todo anotado –Es muy importante que no se distraiga y…

–¿Qué obra es?– interrumpió Langa.

El pelinegro esbozó una sonrisa orgullosa y sacó varios libretos de su mochila de gato.

–Hansel y Gretel. O como me tome el tiempo de renombrarla “Lansel y Retel”

–¿No había un nombre más feo?– se burló el pelirrojo.

–Hanga y Greki, lo consideré de hecho– contestó molesto –Como sea, como ya podrán intuir, Reki y Langa serán los protagonistas. Por esta ocasión les prestaré a mis padres para que sean los suyos– señaló a Cherry y Joe –Adam será la bruja de la casa de dulces.

–¡Oye!– gritó el peliazul.

–Tendrás el mejor vestuario– mintió Miya.

–Genial– suspiró.

–Los ensayos empiezan mañana después de las seis aquí mismo. Nos saltaremos la lectura del libreto porque soy muy impaciente. Así que traigan las primeras tres escenas aprendidas. Me gustaría advertirles que soy un director muy estricto, así que hagan caso.