-¿Sabes que haremos hoy, Ascaroth?

-No. ¿Dormir?

-No, hoy transmiten un maratón de mi telenovela favorita. Y tú, mi querido imp, me acompañarás.

-Bien, ¿comerá algo?

-Cereales.

-Lo voy a preparar, espere en la sala.

-Si, sí.

Un par de horas después, ambos se encontraban en la sala mirando la tv. Incluso si no era fan de las telenovelas, Ascaroth genuinamente lo estaba disfrutando. (Aunque todo el tiempo prefería sentarse en el suelo)

-¡¿Por qué no me amas, Alejandro?!

-Te comprendo, Gabriela.

-Maldito Alejandro, hay que castrarlo y alimentarlo con su propia verga.

-¡Ascaroth!

-¿Qué? La pobre Gabriela no lo merece, ¡mire cómo le llora!

Stolas soltó una corta risa por los comentarios tan sádicos que el imp soltaba algunas veces, ver la telenovela solo era entretenido, pero Ascaroth lo había mejorado infinitamente.

La atención del príncipe terminó en el teléfono sonando, miró el remitente; "Blitzy"

Ascaroth miró de reojo como el príncipe prácticamente corría a atender la llamada, había tirado su tazón de cereal y casi se ahoga por la sorpresa.

-¿Todo bien?

Stolas asintió mientras escuchaba al otro imp hablar del otro lado de la línea.

-¿Estás... invitándome a una cita, Blitzy?

El imp miró como un enorme rubor cubría el rostro de su jefe y sus pupilas se dilataban enormemente, mierda, tan bien que la estaban pasando.

-¡Bien! Dame diez, y estaré ahí. ¡Adiós!

Ascaroth suspiró con cansancio al ver como los nervios eran los que dominaban al príncipe en ese momento.

-Iré a vestirme, saldré con Blitzy... ¡Ah! Estaré en "Ozzie's", en todo caso te llamaré.

-Sí, alteza.

-¿Y bien? ¿Crees que cause buena impresión?

Habían pasado menos de diez minutos y Stolas se encontraba muy bien arreglado, Ascaroth lo miró de arriba hacia abajo un par de veces y asintió antes de acercarse y sacudir el hombro del príncipe, si bien no había nada solo era una excusa para tocarlo.

-Está deslumbrante, si fuese pintor me encantaría hacer un retrato suyo justo ahora.

-Entonces me iré, nos veremos más tarde... o mañana ¡no sé!

El imp agitó una mano como despedida mirando como el príncipe abría un portal y se marchaba.

-Odio el palacio si está así de vacío.

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Ascaroth se encontraba sentado al borde de uno de los tejados del palacio mientras pulía una de sus armas y tarareaba una canción, el brillo tan intenso de esos grabados en el arma reflejaban que era perfecta para matar demonios de la realeza y quizá algo más.

Si bien esperaba a Stolas, no estaba tan desesperado. Es decir, si estaba atento ya que cualquier cosa podría pasar. Pero sabía dónde estaba el príncipe.

Habían pasado varias horas y ya pasaba de la media noche, ¿tres de la mañana? Ah, sí. Eran las tres de la mañana en punto. Quitó el seguro del arma y apuntó al ver una camioneta estacionarse frente al palacio, sin embargo, colocó de nuevo el seguro y guardó el arma al ver como Stolas bajaba del auto.

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Las palabras estaban atoradas en su garganta, como si alguna mano invisible las tomara y guardara en lo más profundo de su mente. Había tanto que quería explicarle a Blitzy en ese momento. ¿Nada más que buscarlo para coger? Y una mierda, ¿acaso el imp no se daba cuenta? ¡Se estaba enamorando! mierda, quería ir en serio.

Sin embargo, no podía hablar. Y mucho menos al ver los decepcionados ojos de su amado, ¿por ello es que siempre lucía incómodo? ¿se sentía utilizado? ¿cómo habían llegado a ese punto? Unas enormes ganas de llorar inundaron al príncipe. A ese punto no pudo hacer más que mirar al cielo y retroceder un poco mientras hacía una reverencia, similar a cuando se conocieron de pequeños.

-Buenas noches, Blitzø.

-... Noches.

Stolas se sentó en las escaleras mientras escondía el rostro entre las manos, quería llorar, carajo. ¿Blitzø no lo quería? ¿No tenía ningún tipo de oportunidad con él? Era consciente de que solo lo utilizaba para obtener su grimorio, sin embargo, creyó que podría enamorarlo y terminar con algo serio, realmente quería todo con él.

-Vamos dentro, alteza. 

Sus lágrimas salieron finalmente al escuchar como Ascaroth lo llamaba suavemente. ¿Los había visto? ¿Los había escuchado? Ahora no solo estaba triste, también avergonzado.

Escuchó un suspiro y casi grita del susto al sentir su cuerpo ser levantado y cargado por el imp, lo estaba cargando de regreso al palacio. 

-Si no quiere entrar, entonces tengo que llevarlo. No haré preguntas, no luce muy contento.

-Gracias, Ascaroth.

El príncipe suspiró al sentir las suaves pero frías mantas tocar su nuca.

-Duerma bien, alteza.

Sin esperar respuesta alguna, el imp salió de la recámara y dejó al príncipe descansar, o más bien llorar todo lo que necesite.

¿Goetia? (Stolas Goetia) (Helluva Boss)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ