Sin darte cuenta
Sufrimos por amor,
lloramos.
Ya nada queda,
Sólo un mar de lágrimas.
Nos embarcamos y
Nos perdemos.
Pero como la tierra es redonda
volvemos al mismo lugar y
Nos encontramos con
nuestros miedos y
nuestras culpas sin resolver.
Te sientes enferma,
Te vuelves solitaria.
Pero un día sin esperarlo,
en realidad si,
gradualmente todo lo gris va
desapareciendo.
Sientes que no
todo está perdido,
renaces de las cenizas, te conviertes,
te transformas, y decides que
ya no es necesario seguir
llorando, tus ojos se hinchan
y sabes que tienen que pasar
varios días para que tomen
su tamaño normal.
Piensas que lo mejor es secarte
las lágrimas y maquillarte (si quieres)
ponerte ropa cómoda y salir.
Llevarte un libro, un cuaderno,
la música no puede faltar.
Y una vez que tienes todo
emprendes tu camino,
recorres kilómetros, miles si
son necesarios,
y descubres por fin,
sin darte cuenta, que
volviste a estar bien.
