Se quejaba, forcejeaba por soltarse, más no podía hacerlo, quiso gritar, pero una mano cubriendo su boca se lo impidió. ¿Lo próximo que sucedió? Experimento lo que era que el aire se le escape de los pulmones, esto gracias que su espalada chocó con rudeza contra una pared. 

— ¡¿Qué crees que estás haciendo?!

El hombre frente a él fue levantando las comisuras de su boca poco a poco, hasta formar su característica, y aterradora sonrisa. Levantó su mano y colocó su indice sobre sus labios.

— Shhh... Bebé, no puedes ser tan ruidoso. Estamos en la calle — susurró cerca del oído de HaoWei. 

Al alejarse, el menor pudo sentir el miedo recorrer cada parte de cuerpo, el tembló que el susurro generó, y el terror que comenzaba a crecer.

— Me engañaste... Después de todo lo que pasé, después de todo lo que recibí... Después de que me pelé con mi mejor amigo por ti. Me engañaste.

— ¿Todo lo que tú tuviste que pasar? Cariño, fui yo quien tuvo que soportar mucho por ti.

— ¡Eres un imbécil! 

Levantó su voz intentando no verse tan sumiso ante el hombre, pero este solo tomó su mandíbula con fuerza, presionando sus cachetes y sacudiéndolo un poco.

— ¿Quieres que todo el mundo se entere de que soy un imbécil como tú dices? Adelante, hazlo mi amor. Grita... Grita y que todo el mundo se entere, ¿Mhn? — habló con sus ojos abiertos un poco más de lo normal.

Y su aterradora sonrisa pasó a ser una cínica expresión de preocupación. — ¿Oh? No, no, no. ¿Por qué lloras, cielo? No llores amor, eres demasiado hermoso como para que ese lindo rostro que tienes se bañe de feas lágrimas...

Hablaba mientras que con su mano libre limpiaba las pequeñas gotas que rodaban de los ojos del menor. 

— ¿Sabes? Eres tan hermoso, que detesto la idea de verte con alguien más, eres mío mi vida. Solo mío... Y no sabes cuanta rabia me daba verte al lado de ese amiguito tuyo...

HaoWei cerró sus ojos con ímpetu cuando sintió los fríos labios ajenos sobre su mejilla, mientras que un jadeo de miedo se escapó de su boca.

"No quiero que mi vida sea así, no quiero que mi vida así... Kenji, Ge, los necesito

Cuando dejó de sentir el contacto sobre su piel, abrió velozmente sus ojos, el hombre estaba a tan pocos centímetros de su boca. 

No, no quería eso en su vida, no quería maltratos, no quería que nadie lo lastimara. Ni sus padres, ni su hermano mayor se habían atrevido a ponerle la mano encima, jamás, no iba a seguir permitiéndolo. 

Reuniendo todo el valor posible, en un rápido movimientos, golpeo con su rodilla los genitales del contrario, para luego volver a golpear dos veces mas en el mismo lugar, y salir corriendo. Tan rápido como sus piernas se lo permitían. Corrió sin importarle nada, solo llegar a su casa. 

Pero tal vez, esa noche jamás podría regresar a sus casa como tanto lo anhelaba 















Actualmente. 

Wang Yibo y Xiao Zhan se encontraban en la oficina del primero. Ambos revisaban documentos importantes de la colaboración a la que Yibo no fue para la firma de contrato, aún así, se procuró de informarse acerca de todo. 

— Entonces, el día miércoles tiene una reunión con el presidente para mostrar los planes y estadísticas del nuevo proyecto. 

— Leí el contrato varias veces. Cuarenta y un porciento de acciones a nuestro nombre — Yibo volteó a mirar a su secretario. — Por nada del mundo quiero más pendientes ese día. 

— Lo tengo todo perfectamente resuelto. 

— Maravilloso. 

— Iré a entregar esto al director de área — dijo tomando las carpetas que anteriormente Yibo le había dejado sobre la mesa. 

— Sí, ve a terminar tus tareas. 

Zhan asintió levantándose de la silla, y caminaba hacia la salida mientras revisaba su iPad, pero fue cuando al levantar su mirada, no pudo no soltar un grito, así como no pudo no retroceder debido al susto.

— ¡XIAO ZHAN-GE!

— ¡AAAAAH!

El grito, obviamente puso en alerta al castaño, quien rápidamente se levanto de su lugar e intentó acercarse. 

— ¡¿QUÉ DIABLOS TE SUCEDE WANG HAOWEI?! ¡¿NO PUEDES ENTRAR A UNA HABITACIÓN COMO UN FANTASMA NORMAL?! — gritó enojado mientras que con su mano hacía círculos en su pecho.

— ¿Zhan?

— ¿Zhan-ge? 

Hablaron los hermanos al mismo tiempo, haciendo que el nombrado levantara su mano mostrándoles su palma, y dándoles a entender que le dieran un momento. Mientras tanto, él solo podía reparar tranquilo intentando tragarse el susto que acababa de pasar. 

— Tú, vas a hacer que un día de estos muera de un susto Wang HaoWei — renegó con severidad. 

— ¿Zhan? — volvió a llamar Yibo, haciendo que Zhan le diera su atención. 

— Lo siento. Tú hermano apareció de la nada aquí — dijo pasando su mano por su rostro. 

— ¿Está aquí? 

— Mhn. Ahí — Señaló la puerta. 

Yibo miró la puerta, y dudando entre si hablar o no. Terminó por hacerlo. 

— ¿Aún estás enojado conmigo? 

Zhan esperó por una respuesta, al igual a que Yibo esperó a que Zhan le dijera lo que su hermano diría. 

— Te espero en tu casa Zhan-ge.

— Se fue — habló el secretario volteando a mirar al mayor. 

Pudo ver la decepción en su mirar, ese brillito que había en sus ojos, desapareció. 

— Zhan... ¿Qué fue lo que hice mal como para que mi hermano me terminara odiando después de muerto? 

Xiao Zhan dejó lo que tenía en su manos, y sin preguntar, se acercó a Yibo para abrazarlo. 

— Definitivamente no creo que hayas hecho algo malo. Todo tiene una explicación lógica, y la encontraremos, juntos. ¿De acuerdo? — Sintió como Yibo asentía sobre su hombro. 

— Definitivamente eres la mejor persona que he conocido en mi vida Xiao Zhan — dijo correspondiendo al abrazo, cosa que tomó por sorpresa al pelinegro. 

"Creo... Creo que eres la persona que se está adueñando de mis pensamientos sin mi consentimiento Wang Yibo"















Xiao Zhan llegaba a su casa luego de su ya para nada rutinario trabajo. Pues, ya no era lo mismo de siempre, llegar con el desayuna para su jefe, realizar sus tareas, ir a reuniones y regresar a casa, ya no era igual. 

— ¡Ya llegué! — avisó, y a los pocos minutos, vio al fantasma acercase a él. 

— ¿Qué es lo que-

— Recordé mucho de mi vida cuando estaba vivo — interrumpió al mayor siendo eso lo primero que dijo. 

— ¿Qué? 

— Recordé lo que pasó antes de que muriera, recuerdo haber hablado con mis papás, recuerdo haber estado doblando mi ropa y frustrarme por pasar las fiestas solo en casa, recuerdo haber salido de casa y mientras caminaba por las calles, sentir como alguien me seguía, me acorraló en un callejón y me dijo muchas cosas. Y Kenji, Kenji era mi amigo. Y lo recuerdo todo... Pero aún no puedo ver su rostro. 

El pelinegro lo miró fijamente. Sí, claro que era la misma mirada de decepción que Wang Yibo solía tener, ambos tenían aquel brillo en su mirar, pero cuando sucedía algo fuera de su competencia, aquel brillo se esfumaba. 

— Mejor, cuéntame más a detalle lo que recordaste. 

El fantasmita asintió caminando hacia la sala, dejando a un Xiao Zhan algo confundido y lleno de impotencia. 













GHOST ▪︎ [YiZhan] Where stories live. Discover now