Maniac | Oikawa Tōru

✘ Capitulo 6

 El castaño se mantenía costado en su cama con su rostro estampado sobre el cobertor, llevaba dos horas tratando de pensar y cada vez todo le daba más risa, no era una risa común sino una enfermiza que ni él comprendía.

Una pequeña parte de él no encontraba nada gracioso darse cuenta de que el hermano de su novia envidiaba el talento de ella y que le guardaba algún tipo de rencor, pero el resto de él lo encontraba irónico. 

Aquel que sembró su inseguridad, esa persona que le dio un antes y un después en su vida, era como él, un simple mortal que no tuvo el honor de ser un prodigio como (N) o Kageyama que tendrían la vida hecha si aprovechaban su talento.

Pero a la vez comprendió que realmente no la odiaba a ella en sí, si no que detestaba el desbordante talento que poseía.

¿Si ella no tuviera ese talento, no sería perfecta para él?

Tendría que quitárselo de alguna manera.

[...]

Después de esa noche todo parecía estar bien con la pareja, iban juntos a la preparatoria por la mañana y después de sus clubes salían junto a algún lugar, o por lo contrario se quedaban en alguna casa de ellos.

 Pero realmente Oikawa se movía lentamente para desalentarla, cambio sus halagos por palabras como "puedes mejorar" o "deberías practicar más". En vez de alentarla cuando se frustraba con alguna partitura, insistía que lo mejor que podía ser era dejarlo por algunas horas o días.

Lo peor era cuando no le hacía caso y debía recurrir a victimizarse.

──Déjalo por hoy, te vas a frustrar y no podrás tocar por un tiempo ──recomendó bajando forzadamente el brazo que sostenía el arco.

──La competencia es la próxima semana, tengo que practicar ──rechazo su agarre y trato de volver a tocar, pero fue interrumpida por la mano del más alto, que sostuvo el arco de manera agresiva.

──Pensé que pasaríamos la tarde juntos, pero solo estas practicando ──comento con los ojos cristalizados ──Si quieres estar sola deberías decirlo directamente ──se alejó para tomar sus cosas y trato de irse, pero cuando estaba por cruzar la puerta de la sala ella lo detuvo tomándole del brazo.

──No exageres Tōru, yo voy a verte a entrenar y no me quejo ¿por qué tú no me puedes esperar? ──respondió.

──Es distinto, es el único horario en el que todo el equipo puede practicar, pero tú puedes practica a cualquier hora, seria distinto si estuvieras en una banda, ──argumento para después soltarse ── pero déjalo, entiendo cuál es tu prioridad.

 Dicho eso abandono por completo el lugar, dejándola sola para que comenzara a sentirse culpable.

  Se apoyo en el muro exterior de su instituto, esperando que ella saliera detrás de él, sabia que con eso recogería sus cosas y lo seguiría, y como suponía no espero ni cinco minutos cuando la pudo ver corriendo a la salida con un rostro preocupado buscándolo.

 Cuando paro en el portón para mirar las calles para averiguar donde se había ido su apuesto novio, lo observo recostado en el muro.

──Pensé que te irías ──trato de disimular su preocupación.

──Te prometí que siempre te acompañaría de regreso a casa, aunque no quieras estar conmigo ──recrimino.

──Okey, lo siento ──se disculpó acercándose para abrazarlo, siendo correspondida con una sonrisa oscura ──practicare en otra ocasión.

──No te preocupes por practicar, superaras a todos esos inútiles la próxima semana sin esfuerzo. ──aseguro ──Vamos al arcade para reconciliarnos, ¿sí? ──beso la frente de la menor en un acto amoroso.

──Bien, pero pagas tú ──le sonrió.

──Bien, te pagare todas tus fichas ──declaro ──solo si me ganas en una carrera hasta allá.

──Trato ── respondió de inmediato, largándose a correr.

El castaño la siguió de cerca, procurando de alcanzarla, pero no superarla, logrando así que se esforzara de más, para cansarla y que no quiera hacer mucho esfuerzo lo que quedaba de día.

[...]

El sollozo de la adolescente se escuchaba en la vacía habitación.

No habia quedado ni siquiera en el quinto lugar, habia fallado varias veces y equivocado en bastantes notas, sus maestros se habían levantado en media de la presentación y se habían marchado con una notable cara de decepción.

Era la cuarta competencia que fallaba ese año.

──Amor no llores, me rompe el corazón verte así ──consoló el castaño, tomándola entre sus brazos acariciando su espalda.

──Lo arruine, Tōru, era mi oportunidad de ir directamente a la competencia nacional y lo arruine. ──lloro en su pecho.

──Quizás no estas hecha para este nivel ──soltó causando que ella se congelara.

¿Y si no era tan buena como todos le decían? Y si... ¿perdió años de su vida en algo en lo que era regular?

No, era solo por que no practico como debía y en cambio se dejo llevar por las insistencias de Oikawa de salir.

No se esforzó y esta era consecuencia de su irresponsabilidad.

──Aun tengo una oportunidad ──se alejo y seco sus lágrimas ──está el recital de fin de año, tendré que pagar el triple para participar, pero si gano el primer lugar me dejaran ir a las nacionales.

──Eso es ──sonrió, abrazándola con fuerza casi lastimándola y sofocándola ──Tú nunca te rindes ──recrimino sonriendo falsamente.

[ᴡᴇᴀʀᴇᴏɴᴇᴅᴀᴛᴛᴇʙᴀʏᴏ🍥]

Dos actualizaciónes desde cero es mi máximo 🥺

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