-Eso suena mucho a que tienes ansiedad. - Andrea interrumpió antes de romper a reír haciendo que Amelia hiciera lo mismo. - Yo solo espero que tu discurso cuando se lo digas no empieces con "estoy enferma de amor por ti" porque ya te digo que se quedará a cuadros. - Se rieron otra vez.

-Pero es la verdad, estoy enferma de amor por ella. - Susurró con una sonrisa.

Andrea le sonrió. - Quien te vio y quien te viera, hablando de amor. -

Amelia hizo una mueca de asco. - Ay calla que ni me reconozco a mí misma, que horror. - Se sacudió el cuerpo ganando otra carcajada de su amiga. - En fin, no sé muy bien que decirle, pero siento que debo decirlo porque ahora que lo veo con claridad es como que quiero vomitarlo todo el rato, sabes. -

-Yo es que desde la primera vez que las vi interactuar siempre fue como, "mmm aquí hay algo" - Entrecerró los ojos. - Pero bueno luego una se acostumbra y parece que solo tienen una relación así bien especialita. -

-Especialita dice la niña. - Amelia negó con la cabeza entre risas.

-¿Has estado enamorada antes? - Preguntó de la nada Andrea borrando la sonrisa de su amiga. - Lo pregunto porque has dicho eso de que reconoces los síntomas y tal, como si ya lo hubieras hecho antes. -

Amelia agachó la cabeza y justo cuando iba a responder la pantalla del teléfono se iluminó.

Cenamos en nuestro restaurante favorito a eso de las 7?

Tengo muchas ganas de verte.

Las manos de Amelia empezaron a temblar y su corazón se aceleró cuando una enorme sonrisa se desplegó en sus labios, miró la hora y se percató de que tenía cuando menos una hora para verla de nuevo luego de tanto tiempo, le dio una respuesta positiva y se levantó rápidamente recogiendo sus cosas a toda prisa bajo la atenta y divertida mirada de Andrea.

-Luisi ya está aquí, dice de cenar a las siete, necesito llegar a casa y ducharme y... ¿Qué debo ponerme? - Se detuvo de pronto mirando asustada a Andrea.

La pelinegra se rió. - Ehh no sé, en tanto no llegues desnuda al lugar, a menos de que quieras dar una fuerte impresión, claro. -

Amelia puso los ojos en blanco. - Muy graciosa, pero ya en serio. -

-Yo me preocuparía más por llevarle algún detalle o algo, la verdad. -

Los ojos de Amelia se abrieron aún más en pánico. - ¡¿Se supone que debo llevarle algo?! - Volvió a sentarse.

-Bueno digo yo que un ramo de flores que más le guste podría ser. - Andrea se encogió de hombros. - Además como es que estás tan perdida en esto si eres literalmente la mejor conquistadora que conozco. - Trató de rebajar un poco la tensión.

-No disculpa. - Levantó el dedo. - Una cosa es saber llevarme a las mujeres a la cama y otra es conquistar a una mujer, son dos cosas muy diferentes. -

-Bueno pero ella es tu mejor amiga, sigue siéndolo a pesar de lo que sea, así que la conoces mejor que nadie. - Se puso de pie, rodeó el escritorio y tomó las manos de la morena para ponerla de pie. - Necesitas relajarte, es Luisi de quien estamos hablando, no una chica cualquiera. -

-Es Luisi. - Repitió Amelia respirando profundo mientras Andrea asentía.

-Es Luisi. - Confirmó la pelinegra. - Ahora ponte más guapa de lo que ya eres y ve a verla. - Le dio una palmada en la espalda para que empezara a caminar hacia la puerta. - Le das un abrazo de mi parte. -

Amelia tragó un grueso nudo naciente en su garganta y salió de allí echa un manojo de nervios, llegó a su apartamento más rápido de lo que habría creído ya que su cabeza estaba todos los posibles escenarios al momento de volver a verla y que hablaran de sus cosas.

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