Al detenerse en el estacionamiento del restaurante vegetariano que sus casamenteros —para descontento de los hermanos— dispusieron para el encuentro, la única pregunta que rondaba por sus mentes era: ¿cómo serían? ¿Demasiado feos? ¿Feroces? ¿Muy comunes? ¿Insípidos? No que quisieran vituperar el buen gusto de Madam Yu, mas recordando que Jin ZiXuan desde que lo conocieron era una pequeña mierda, temían repetir la historia hoy.
Lo que tenían por seguro era que a quienes estaban por conocer eran varones, alfas, y un par de hermanos relacionados con uno de los viejos conocidos de Yu ZiYuan.
Al ser escoltados por el personal del restaurante hacia una sala privada, Wei Ying palmeó el hombro de Jiang Cheng, murmurando un «Suerte» con el mismo tono de un condenado a muerte, recibiendo un bufido de éste.
No obstante las pésimas expectativas que guardaban, tras ver los rostros de aquellos esperando por ellos, su ánimo mejoró al instante.
—¡Lan Zhan —chilló Wei Ying, reconociendo al hombre de rostro serio y pulcramente ataviado en un traje blanco; su semblante quebrado ante la aparición del ruidoso Omega, una emoción indiscernible bailó en sus orbes ambarinos.
Los ojos amables del otro alfa se posaron en Jiang Cheng.
—Jiang WanYin, ¡qué sorpresa!
—Lan XiChen... No, espera. Wei Ying, ¿de dónde le conoces?
Wei Ying tomó asiento frente a Lan Zhan, palmeando el asiento junto a él.
—Eso es fácil. Ven aquí, hermanito. ¿Recuerdas a Lan JingYi, mi desastre favorito?
—¿El que siempre me busca pelea?
—Ja, ja, ja, ¡ese mismo! Pues Lan Zhan es su tío y es quien viene a dejarlo a la escuela y quien lo recoge.
Jiang Cheng midió con la mirada al susodicho, quien devolvió el gesto con parsimonia, inspeccionándole a su vez. Llegó a la conclusión de que su hermano tenía un tornillo suelto, puesto que en su frugal mención pasajera del sujeto lo describió como «divertido». Lan Zhan pudo llegar a una resolución similar, dado el oscurecimiento ligero en su faz.
Wei Ying se puso serio de pronto.
—Bien, eso resuelto, ¿Lan XiChen, cierto? ¿Cómo conoce a mi hermano.
Él, sintiendo aun la hostilidad velada en esa enunciación tranquila, respondió con afabilidad.
—Oh, WangJi tiene un par de conejos en casa; como algunas veces se le dificulta llevarlos a sus citas programadas al veterinario, los llevo yo. En ocasiones me he topado con Jiang WanYin en la sala de espera y charlamos un poco.
—Vaya cosa, y yo aquí sin enterarme que mi asocial ChengCheng olvidó contarme sobre su nuevo amigo.
Jiang Cheng sacudió los hombros.
—No me vengas con pucheros, Wei Ying.
—¡Bah, qué importa! Ya tengo a Lan Zhan para divertirme. ¿Cierto, Lan Zhan?
El otro apenas dió un sonido de reconocimiento pero hizo inmensamente feliz a Wei Ying. Pasaron la noche así, entre risas y anécdotas. Nadie, empero, mencionó el motivo de dicha reunión.
Extra:
Desde que Lan QiRen, tío del par de hermanos Lan, les dio a conocer su intención de conseguirles una cita a ciegas con dos omegas de una familia respetable, ellos no se lo tomaron tan bien, haciendo lo posible por no mostrarlo. Las preocupaciones del mayor no eran infundadas, si bien la rigidez de su educación y la de sus sobrinos estaba ligada a un sinfín de estrictas reglas, quería asegurarse de que los muchachos no se involucraran con malas compañías.
Lan XiChen recién cumplió los 32 años y Lan Zhan, cuatro años menor que él, no mostraba el mínimo interés en las relaciones interpersonales. El primero podría haber encontrado una pareja adecuada por sí mismo, siendo conocido por su buen temperamento, buena posición social y antecedentes destacables (aún si el matrimonio de sus padres no fue lo esperado). Mas siempre estuvo consciente de lo difícil de encontrar a un cónyuge «al nivel».
No esperaban nada prometedor de esta cita, quizás porque en sus corazones ya habían elegido a la persona indicada.
Lan XiChen respiró hondo, poniendo el auto en marcha tras despedir a sus acompañantes.
—Bien, eso fue...
—... Inesperado...
—... pero agradable.
Lan Zhan parpadeó y soltó una afirmación.
El mayor observó de reojo el perfil de su hermano y sonrió.
—Siempre quisiste invitar a salir a Wei Ying. Parece que hoy tuviste suerte.
Las puntas de las orejas del otro se sonrojaron.
—Tuvimos —le corrigió con firmeza. La sonrisa de Lan XiChen vaciló pero no lo negó.
—Así que, ¿quizá deberíamos pedirles otra cita? ¡Como amigos!
Lan Zhan pareció divertido, demasiado inusual para él.
—No hace falta, hermano.
Éste frunció el entrecejo, sorprendido por tal declaración. Se quedaron en silencio, cada uno en sus propios pensamientos. Si Lan XiChen no estuviera en el volante, podría haber leído el significado tras esas simples palabras. Al final el menor, satisfecho con el suspenso provocado, volvió a hablar.
—Recibí un mensaje de Wei Ying. Nos invitaron a salir de nuevo.
—Nos.
—El fin de semana próximo.
Lan XiChen soltó un «Oh», embelesado con la idea, el olor agradable de las naturalmente fuertes feromonas alfa denotando su buen humor, como el suave ronroneo de un gato.
—Y pensar que no querías venir hoy, WangJi.
Lan Zhan optó por no decir nada pero para Lan XiChen, el semáforo ahora en rojo, su rostro lo decía todo.
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Flufftober 2022
FanfictionConjunto de drabbles, viñetas y one-shots basados en los prompts sugeridos por la página de Facebook «Es de Fanfics». Multifandom [SVSSS, MDZS, TGCF, ErHa, YuWu, BAB, WuShuang, YangShu MeiYing], multiship. Sólo cosas suavecitas. *Cruza los dedos p...
WangXian/XiCheng: Plot Twist.
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