Flufftober 2022

WangXian/XiCheng: Plot Twist.

Prompt 1: Blind date/Cita a ciegas.

Ambos jóvenes dentro del auto estaban igual de enfurruñados, Wei Ying manejando con un inusual ceño fruncido y Jiang Cheng en el asiento del copiloto, el semblante retorcido en una expresión feroz. Cuando el aroma de las feromonas de los dos omegas estresados hicieron que el aire en el interior se volviera denso, Wei Ying abrió la ventanilla y permitió que el viento nocturno disipara el perfume rancio. Jiang Cheng tironeó el nudo de su corbata, dejando escapar un suspiro exasperado.

—Sigo sin entender por qué a mí me toca el mayor —dijo con tono mordaz. Su hermano se pasó una mano por la cara, echándose un vistazo por el espejo retrovisor.

—Porque la tía Yu quiere asegurarse de que obtengas lo mejor.

—Pero tú eres el mayor; quédatelo tú.

Una risa seca.

—Eh, realmente me pregunto cuándo te volviste tan quisquilloso, se supone que estés feliz. Después de todo tú siempre has soñado con casarte.

Jiang Cheng rechinó los dientes.

—No con un desconocido.

Wei Ying desaceleró en una luz roja y le dió una mirada de soslayo.

—Para eso es esta cita a ciegas.

Su hermano no insistió, mas la esencia de sus feromonas se hizo más notoria. Wei Ying no podía culparlo puesto que él mismo se encontraba en un estado anímico similar. Desde el matrimonio de su hermana mayor, Jiang YanLi, las cosas en la familia fueron distintas. Jiang FengMian echaba de menos a la tranquila chica; Yu ZiYuan se veía satisfecha, casi melancólica si uno sabía observar con atención, y los chicos no estaban contentos del todo aunque intentaran aplacar su descontento con la noción de que la felicidad de su A-Jie era primordial.

Todo iba bien, hasta que la mirada de Madam Yu se volvió de calma a depredadora e instó por primera vez y de manera activa a los dos jóvenes de considerar «sentar cabeza». Tal vez sus preocupaciones surgieron de la tendencia de Wei Ying de coquetear con cualquier chica y darse aires de galán pese a ser un Omega y aun en los tiempos en que vivían seguía resultando escandaloso; y de la evidente vida solitaria, casi de ostracismo, de su único hijo biológico.

Que les diera la oportunidad de una cita y no arreglara un matrimonio para ellos por su cuenta ya era la mayor consideración que una mujer como ella estaba dispuesta a ceder, por lo que sabotear la reunión era imperativo. De lograr salirse con la suya ganarían suficiente tiempo para huir de la furia de Yu ZiYuan.

—Recuerda hacer hincapié en tu lista de requisitos para un futuro cónyuge —tarareó Wei Ying en un intento de aligerar la atmósfera; Jiang Cheng frunció los labios, evidentemente infeliz.

—Entonces recuerda decirle a tu cita sobre esa manía tuya con el picante.

—No es manía: es buen gusto —le corrigió el otro con voz indignada.

Decir que la situación a ambos les parecía ridícula no estaba lejos de la realidad. Si bien Jiang Cheng prefería pasar el tiempo en la clínica veterinaria donde trabajaba, antes de ir en busca de una potencial pareja, era arriesgado decir que no tenía atractivo. Sin embargo su falta de delicadeza para leer el ambiente y sincronizar con otras personas, además de su habla contundente y una tendencia a ser sarcástico cuando empezaba a sentirse incómodo, fueron los factores para que sus pocas citas terminaran pronto y carecieran de un futuro.

Wei Ying, en cambio, tenía una personalidad arrolladora, plena confianza en sí mismo pero su reputación como casanova hizo que nadie le tomara en serio, aún si el chico no había dado su primer beso, tan romántico como sonaba aquello. Era un profesor de preescolar que era amado por sus pupilos y las madres de estos; detestado por los padres y envidiado por varios de sus compañeros de trabajo. Ante estos hechos, Wei Ying se ufanaba y lo descartaba todo con picardía. En resumen, por más perfecto que pareciese, su mera existencia era ya un problema para augurarle un buen matrimonio.