PROEMIO

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La poesía de Mario Pires es por demás sorpresiva e inquietante. Sus palabras parecen pender de un hilo que está a punto de ceder. Ese hilo que va envolviéndonos y que a su vez sujeta cociendo entre palabras sus ideas sobre acontecimientos sencillos de la vida, en las que encuentra una mirada más profunda, analítica, desafiante e incómoda.

Mario se reconoce más como un hacedor de poesía, que un lector de la misma, esto quizás es perceptible sí uno escucha atento esos poemas ocultos que se encuentran en algunas canciones (sobre todo en el rock), los que siempre lo han inspirado. Esas canciones generalmente cantadas en español y portugués en las que encontró refugio, fuerza, humor, respuestas, inconformismo... En esas obras literarias expresadas con música que (salvo en muy escasas ocasiones) siempre han sido despreciadas por los mal llamados "poetas mayores", denominándolas simplemente como "letras".

La burla, la ironía descarada basada en la sospecha de las costumbres y falsas inocencias que habitamos en este mundo, son una constante en la poesía de Pires, "...Sé sincero y a veces miente", o también nos habla de "Me compré un patrón...", o se pregunta "...Espartaco, ¿dónde estás?...".

Y así arremete también contra el sueño de la casita propia, los muros engañosos que nos construyen y deshacen, y contra un simple almuerzo o la vieja costumbre tan uruguaya del "Correveidile...", todo el dolor que se encuentra en la simpleza mundana o en la locura de un viejo que le dijo: "...la gente es extraña...". Todo es motivación e inspiración para expresar su incomodidad. Incluso roza cuestionamientos metafísicos poetizando sobre un parto, el hueco del alma, o del amor con mujeres y hombres rotos. Y hasta juguetea con el humor ácido en "S OGT" y en otros tantos de sus textos.

Pires, es indiscutiblemente un poeta de rock, pero quizá él sea también "Jim", quien tiene la misión de versar y así "...construir mundos paralelos que ofrezcan una segunda oportunidad...". Al fin y al cabo eso es lo que nos ofrece su lectura, la posibilidad de expandirnos en preguntas filosóficas tan necesarias y simples como: ¿para qué vivir así?

Tabaré Rivero

Maldición Poeta - Renacuajos del 3er. EstanqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora