ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 1

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-Todo cambio con su llegada..... No lo sé, no sé si me ama a no, no sé si se aprovecha de mi, si piensa que soy un tipo de prostituta barata.

- y nunca has pensado en hablar de esto con el? Tal vez así podrías aclarar las cosas John

- Deacy... Llámeme Deacy

- Bueno, Deacy, hablarás con el?

- Tal vez… es que... Es algo complicado, es como un maldito bucle- su psicóloga escuchaba atentamente cada palabra liberada de los labios del menor- Me gusta ese bucle

- Acaso no te está dañando físicamente y mentalmente Deacy?

-  Si, y-y a-a mi me.... Me gusta

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Soy John Richard Deacon, tengo 15 años, toco el bajo eléctrico, guitarra y piano, en mi tiempo libre me gusta dibujar y leer.

Mi vida dió un giro de 360 grados con la llegada de un nuevo vecino, Roger Taylor, un joven de 32 años, cabellos rubios, ojos azules como los zafiros, piel blanca como la porcelana, labios rojos cereza, y sin duda, con ese mismo sabor.

Llegó un sábado al mediodía, el día era soleado, era un buen tiempo como para andar en remera de mangas cortas y unas bermudas, eso traía puesto yo ese día.

Estaba en el frente de la casa, sentado en el escalón de la entrada leyendo un libro de poesía.

Vi como un auto rojo paraba en la casa de al lado, y que de ese transporte descendía un hermoso hombre de cabellos rubios, la luz del sol lograba mostrar más brilloso los mechones rebeldes de ese muchacho.

Llevaba un par de lentes de sol junto a una camisa desabotonada en el pecho junto a unos jeans azules y zapatillas converse muy originales.

Se quedó parado frente a esa casa que hace unos meses ya estaba a la venta, seguramente la compró, giró su cabeza para encontrarse con mi mirada.

En ese mismo instante baje la vista hacia mi libro, mi cara era la viva imagen de un tomate andante, ví por el rabillo del ojo como se acercaba hacia donde yo estaba.

- Hola! Soy Roger Taylor, como estás?

Aparte mi vista del libro para encontrarme otra vez con sus ojos

- Hola, John Deacon un gusto- me levanté y extendí mi mano hacia él, la cual acepto con gusto

- También es un gusto. Solo quería avisar que acabo de llegar y viviré en esta casa- señaló el terreno que estaba junto a mi casa- a partir de hoy, solo digo porque tal vez escuchen mucho ruido, entonces ya saben que soy yo

- Oh está bien- sonreí amistosamente- bueno em..... Yo ya tengo que- señalé la puerta de mi casa

- Claro, bueno, nos veremos pronto, muy pronto- me miró de arriba a abajo y se retiró hacia su nuevo hogar

Di media vuelta y entre a mi hogar, subí hacia mi habitación para darme una ducha

No cerré la ventana, ni baje la persiana, y comencé a desvestirme sin darme cuenta que tenía un admirador, observando como mis ropas caían sobre el suelo.

Quedé completamente desnudo y entre al baño dejando la puerta abierta

Dándole una perfecta vista de mi cuerpo bajo la ducha

Y La verdad, es que no me arrepiento

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