Chapter thirty-four.

Começar do início
                                    

No era mucha, pero lo era más que la oscuridad al cerrar los ojos.

Némesis estaba sentada a mi lado, en el borde de la cama, acariciando mi mejilla con sus dedos.

—Hola. —murmuré, suspirando.

—¿Cómo te sientes?

No supe que responder, sólo me encogí de hombros.

—El señor Malfoy dejó una poción y dijo que no te dejaras llevar por el tamaño. —estiró un brazo hacia la mesa de noche— El frasco es pequeño, pero su contenido un poco fuerte.

—¿Debo tomarlo ahora?

Asintió.

—Sí, se supone que te hará efecto alrededor de media hora después de consumirla. —explicó, ayudándome a acomodar las almohadas para sentarme— Y que hagas reposo en ese lapso de tiempo.

—¿Qué hora es?

—Las cuatro, dormiste toda la tarde.

Cerré los ojos, apoyando la cabeza en la pared que había detrás de la cama.

Entonces Némesis se puso de pie mientras destapaba el pequeño frasco; podría asegurar que era del tamaño de un meñique.

—Te recomiendo pasarlo rápido y con la nariz tapada, me dijo que era una poción "fuerte" en todos los aspectos.

—Bien.

Presioné mi nariz con ayuda de mi dedo pulgar y el índice, recibiendo el frasco para voltearlo de inmediato desde el borde de mis labios.

Sentí el líquido caer dentro de mi boca y lo tragué de inmediato, cerrando los ojos cuando mi garganta tuvo un leve ardor.

Me hizo toser al momento de beberlo todo, arrugando la nariz.

—¿Qué se supone que es eso? —chaqueé la lengua.

—Honestamente no le pregunté, estaba muy preocupada en captar las instrucciones.

Volvió a sentarse, atrapando una de mis manos entre las suyas.

—¿Qué fue lo que pasó, Lola?

Esquivé su mirada para evitar ese sentimiento de creer estar siendo juzgada. Ella sabía más que nadie dicha situación y aún así me avergonzaba por no poder controlarlo.

Pero luego la miré, tragando saliva.

—¿Es por lo del señor Potter?

—No puedo evitarlo, Némesis. —respondí— No puedo evitar sentirme así... no quiero que ella esté aquí.

—Te refieres a la mamá de Albus, ¿no?

No formulé palabras, pero supe que había entendido.

—¿Y te has puesto a pensar en lo que podría afectarte si esto sigue así? Esto no se trata de aferrarte por sentirte amada y dejar pasar las cosas que te están haciendo daño.

—Sólo debo tranquilizarme... apenas ayer pudimos hablar como corresponde.

—¿Y siempre será así? —frunció el ceño— ¿Algo te hará daño pero lo dejarás pasar porque se trata del señor Potter?

Suspiré, sin saber qué más responder.

Sólo le di una mirada, asegurándome que éstas serían mis últimas palabras por el momento:

—No se volverá a repetir.

—Me preocupa lo que pase contigo, Lola, y precisamente lo que pasó horas atrás es grave. —se acercó un poco más para acariciarme— ¿Qué fue lo que te dijo el señor Potter precisamente?

SUNFLOWER | Harry PotterOnde histórias criam vida. Descubra agora