Capitulo 3

615 95 35
                                    

-¿Cara me has oído?-Me dice Mía por teléfono 

-Que sí, que no te puedo contestar, estoy en la biblioteca estudiando-Le respondo tratando de esconderme de la bibliotecaria 

-Necesito los dibujos, para mañana

-Es muy poco tiempo-Le digo un poco ofendida, me estaba pidiendo que hiciera un diseño de un día para otro –Ni siquiera he visto la estructura donde voy a diseñar, no tengo ni un estilo ni una paleta de colores 

-Imposible- Trato de que me comprenda 

-No lo es, si no lo haces para mañana, tendrás que ir tu a la cita-Me paso la mano por el cabello exasperada, era increíble lo que me estaba pidiendo 

-Hazlo posible-Me presiona 

–Sabes que es imposible, tengo que ver al menos en donde hare el diseño 

-Bueno eso se puede solucionar 

Sus palabras sonaban a miel, pero ella sabía que desprendían veneno

-Dime la dirección, iré yo primero -Oigo como se ríe, había logrado su cometido, me hizo la proposición para que yo la rechazara, mientras que yo iría, y no le debería nada a ella. 

-Elmont, Avenida 3 ya yo te alcanzare -Asiento, mientras cuelgo sin despedirme, Mía trabaja de decoradora de interiores, cabe destacar que muchos de sus diseños, habían sido creados por mí, ya que esa era la única forma que yo tenía de ganar dinero, sin tener que desvelarme, y descuidar mi carrera. 

Si yo presentaba mis diseños a una empresa se reirían en mi cara, por no tener titulo. Si quería sobrevivir, esa era la única forma. 

Necesitaba el dinero, y por eso iría a ver al cliente de Mía hoy, tendría que decir que soy su secretaria y que iba por unas notas, cuando la verdad es que iría a ver la estructura para así hacerme una idea de lo que voy a diseñar. Para que después Mía se lleve los elogios y los cumplidos por aquel trabajo que había hecho yo. Doloroso pero necesario. 

Meto mis cosas en mi mochila, tomo mi patineta me memorizo la dirección, salgo de la biblioteca, voy hacia el baño de mi universidad, me preparo para al menos estar un poco presentable, me abotono la chaqueta, mientras me quito el gorro, lo guardo, y vuelvo a salir,  llego a duras penas, tuve que preguntar, nunca había estado de este lado de la ciudad, todo era tan precioso, que apenas podría creerlo, residencias impecables, edificios imponentes, sofisticados, dolía de solo verlo, me atrevería a decir que aquellos vidrios eran limpiados uno por uno. Llegue a un edificio muy elegante, sus pisos blancos, puertas giratorias, apenas entre sentí  un olor inconfundible de diferente tipos de flores, estaba en lo cierto, aquella recepción estaba rodeada de flores muy pintorescas, me acerque con cautela, me sentía intimidada de solo de estar ahí, me acerque a la recepción, incline mi cabeza un poco, un señor uniformado me recibió con una sonrisa 

- ¿Qué desea?-Me pregunta muy gentilmente, abro la boca pero no sale nada, y es que no sé ni a quien vengo a ver, reviso mi teléfono, y no veo nada, estoy asustada, no, más bien aterrada, podía oír mi corazón 

-Vengo de parte de Mía Prescott-Es lo único que sabía, y lo único que podía decir, debí pensar en pedirle más información, pero estaba tan ocupada estudiando que no me había dado cuenta, el señor se compadeció de mí, bajo su mirada, verifico en una hoja y asintió 

-¿Y la señorita Prescott?-Me pregunta –Vendrá un poco más tarde-Le digo, mientras el vuelve a bajar la mirada, llama a un teléfono, y me incita a sentarme, lo hago, estaba temblando, el señor uniformado salió de la recepción 

-Lo siento señorita, pero la cita ha sido concretada para Mía Prescott, al menos que ella no venga con usted, me temo que no la puedo dejar pasar-Concluye el pobre hombre apenado, yo asiento, comprendo 

©Criatura Salvaje [R]Where stories live. Discover now