Capítulo 7.

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Dong Gyun fue dado de alta un día antes de lo presupuestado, el médico apareció repentinamente, vio sus examenes y con la frente arremangada le dijo un seco "Puede irse" para luego seguir viendo al resto de pacientes, así fue, él solo era uno más, no había nada especial y lo entendía.

Dong Gyun no llamó a nadie para que le ayudasen con el alta, durante los cinco días de hospitalización no siguió llorando, quizá por fuerza de voluntad, aunque sabe que eso no es así, si es realista, no llora porque está en negación.

La enfermera le quita la vía y le deja un par de indicaciones, también le entrega su teléfono, está apagado y eso es obvio, en el hospital le retienen el teléfono pero no lo mantienen cargado, recuerda tener un cargador portatil en casos de emergencia y así enciende el celular.

Con una cara plana ve la pantalla que no deja de brillar, hay muchas notificaciones de diversas aplicaciones, también hay mensajes; diez de la administradora del café, quince de Jaejin, uno de Myung Dae y otros de sus compañeros de grupo de la universidad.

Pero eso es todo, no lee ninguno porque prefiere hacerlo cuando esté en casa.

Pese a que no tiene nada claro, sabe que debe ir al único lugar que tiene, debe ir a su hogar, su apartamento, necesita recostarse aunque ya a estado acostado muchos días en el hospital, el cansancio permanece ahí, quizá no es buena idea, pero no hay mucho más en qué pensar.

Dongyun rebusca en su billetera y por suerte mantiene su tarjeta para el uso del metro, es mejor tomar esa opción ya que el hospital le quedaba a una gran distancia del lugar dónde vive, irse en un taxi le costaría no uno, si no ambos ojos de la cara y quizá un riñón.

Dong Gyun camina con un poco de pesadez, se apresura como puede, pronto será la hora de tráfico más alta, las estaciones se llenan y el asunto se vuelve asfixiante como una olla caliente. Mirando su reloj de muñeca calcula que estará llegando a eso de las 7 de la tarde a su hogar.

No es tan buen horario pero tampoco es lo peor.

Mientras baja las escaleras de la estación, su celular vibra, es una notificación de mensaje, sin pensar en lo que hace simplemente se detiene con una de sus manos se sujeta a la baranda en una pose de mantenimiento y con la otra saca el teléfono de su bolsillo, lo ve por costumbre, algo rutinario y normal, tan normal también era recibir un mensaje de Jiwon, sin embargo y pese a su negacion, Dong Gyun sabe que algo anda mal con recibir un mensaje de él.

Lo lee dos y tres veces, es un mensaje sencillo pero toca más allá de lo que puede soportar su corazón.

En resumen, su sunbae le dijo que se recuperara, por lo visto hay un mal entendido con su alta, ya que Jiwon iría por él al día siguiente al hospital, le dice que hablarán, que estaba en el departamento encargándose de algunos asuntos. Es curioso como algo tan simple, el ver a Jiwon, hasta hace algunos días solo verlo era algo que le quitaba cualquier rastro de ansiedad, pero ahora no es nada simple y le genera tanta angustia que en ese mismo instante tiene que empuñar las manos y endurecer sus piernas temblorosas o cree que podría caer de las escaleras por el miedo y la debilidad.

Con voluntad Dong Gyun sigue su camino con ambas "piernas de lana", justo al entrar al metro su teléfono da aviso de una llamada entrante, es Jaejin, obviamente contesta para no causarle más preocupación, lamentablemente la comunicación es inestable, la señal de su teléfono no es funcional, alcanza a entender un par de cosas, un ¡¿Hyung estás bien?! y también un "Feliz".. No comprende de qué venía esa palabra ¿Feliz?.. Pensándolo un poco mejor y siendo consciente de la fecha, ese día.. Era su cumpleaños.

Pese a que no siempre permanecían uno cerca del otro, Jaejin siempre recordaba su cumpleaños, siempre le llamaba y se aseguraba de cantar y aplaudir hasta avergonzarlo, Jaejing es una persona efusiva, el contacto y la cercanía, los abrazos y el tomar las manos de otra persona por la emoción, son características propias de ese chico.

 Fin de la transmisión.Where stories live. Discover now