27. Uvas amarillas

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- Claro, es tan dulce y jugosa. ¿Y qué hay de las uvas? ¿Prefieres verdes, moradas o rojas?

- E-estas me gustan...

Tomé una uva verde, mostrandosela a Mariano brevemente antes de comerla.
Sé que son más ácidas que las moradas, pero me siguen gustando más.

- Pe... P-pero antes comía muchas uvas rojas, eran las favoritas de...

Hablé sin pensar, mientras comenzaba a sonreír, pero al entender lo que había estado a punto de decir me quedé callado de golpe.
Los nervios me regresaron rápidamente, y miré a Mariano ansiosamente mientras abría la boca para disculparme, aunque la voz simplemente no me salía por lo que terminé simplemente cerrando mis labios temblorosos, avergonzado.

- Sí, las uvas rojas eran las favoritas de mi hermano... Oye, ¡Tranquilo! Está bien, es... era tu papá, además de mi hermano, así que si quisieras hablar de él...

Agaché la vista, negando suavemente con la cabeza mientras jugueteaba con la cáscara de la rebanada de sandía que me había comido.
A veces se me escapa mencionar a papá, por más que intente no hacerlo.
Y sobre hablar más abiertamente sobre él... No estoy seguro de querer hacerlo, o qué decir o preguntar.

Se hizo un silencio prolongado, al punto de que solté un respingo cuando Mariano se levantó de su silla.
Maldición, yo... Lo arruiné, ¿Verdad?

- L-lo sien...

- Lo siento

¿Qué...?
Mariano habló antes de que yo pudiera hacerlo, disculpándose mientras se acercaba a mí para apoyarme gentilmente su mano en la cabeza.

- Pensé que querrías hablarlo o algo... Después de todo, aún cuando es tu papá nadie te ha dado un pésame por él. Era el hijo de mamá, y mi hermano, así que todos nos dan las condolencias por él... Pero se olvidan de que también fue tu papá. Todo esto... No debe ser más fácil para tí que para nosotros

Había estado mirando a la mesa, pero al escuchar a Mariano me animé a levantar un poco la vista hacia él.

Es cierto, desde que llegué no ha habido demasiada gente que me dé cualquier clase de pésame por papá.
Realmente nunca le dí demasiada importancia, o intenté no hacerlo.
Después de todo... Tan solo soy un producto de una aventura de una sola noche, y una carga que su hijo y hermano muerto le dejó a la abuela y a Mariano.

No esperaba demasiada simpatía realmente.

Mariano agachó la vista al notar que yo lo miraba, y me sonrió mientras me acariciaba otro poco la cabeza.
No es tan agradable como cuando lo hace Camilo, pero podría ser peor.

- ¿Sabes? Eres muy parecido a él, incluso tienes sus ojos... O bueno, un ojo

Él soltó una risita mientras me apartaba un poco el cabello del ojo que solía mantener oculto, aquel que tenía esa mancha roja en la piel sobre él.
Papá también tenía una mancha roja como la mía, aunque la suya estaba en la espalda así que no era visible para nada.

Sonreí un poco al pensar en eso, solo un poquito.
Al final parece que papá me dejó bastantes cosas de él, a pesar del poco tiempo que estuvo conmigo.

- Creo que alguna parte tenía una foto de nosotros, si quieres podría conseguirla para tí

- S-sí, eso... Me gustaría

Asentí suavemente, Mariano sonrió y me dió una última caricia antes de retirar su mano de mi cabeza.
Él mencionó que iría a ver a Isabella, aprovechando que ella hoy tenía el día libre en lo que respecta a sus obligaciones con el pueblo.
Me ofreció ir con él, pero rechacé su oferta amablemente.
No quería ir a hacer mal tercio, aunque pensándolo bien quizás habría sido una buena oportunidad de ir a buscar a Camilo.

Camaleones / - Camilo X Male Reader -Where stories live. Discover now