Todos Los Tiempos Del Mundo ✔️

Causalidad

Inició como una simple publicación que encendía la nostalgia en los usuarios a través de un dulce recuerdo, después se convirtió en un anhelo, un deseo irresistible, un sentimiento que necesitaban revivir. Ellos querían una farsa, yo les daría una realidad.

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En el año 2035, una famosísima compañía biotecnológica consiguió crear la máquina del tiempo más funcional y más exitosa que el hombre ha podido soñar. Tenía el tamaño de una gran sandía, pero era capaz de conectarse a través de una banda sensorial al núcleo del cerebro humano para hacerlo atravesar diferentes épocas en el tiempo. Sin embargo, fue presentada como un simulador virtual y no como una máquina del tiempo.

A pesar de que la patente del núcleo se mantuvo en secreto para evitar filtraciones de seguridad, el resto de los detalles fueron mostrados a los representantes mundiales del grupo al que iba dirigido el producto: por un lado estaban los más emocionales, para ellos existía la promesa de que cualquiera de nosotros podría volver a ese momento en la vida en el que fuimos felices, solo bastaba con buscar y encontrar el recuerdo que quisiéramos revivir; para los amantes de la ciencia, al fin podrían experimentar la historia de la humanidad con sus propios ojos, esto ayudaría a que las investigaciones adquirieran una mayor certidumbre gracias a la observación directa; por último, se tenía contemplado un conjunto de ilusiones ópticas y sensoriales para mejorar la salud mental de las personas, destacando un posible tratamiento contra el estrés. Aun así, una parte del público temía convertir su vida en una proyección virtual y no recibió muy bien la noticia, provocando un sinfín de reacciones físicas y emocionales. Algunos no pudieron ocultar sus ilusiones, embriagándose con anhelos ocultos; otros armaron revueltas al considerarlo una farsa; hubo quienes analizaron y apoyaron los beneficios por encima de las preocupaciones; pero más allá de las emociones encontradas y del pensar humano, el universo no tardaría en dar a conocer su opinión.

En los últimos meses del 2035, las calles se invadieron de distribuidores oficiales que ofrecían la banda elástica, esta sería la primera de tres piezas, cada una llegaría el fin de semana, y para aquellos que realizaran su pago, el dispositivo se activaría al final del mes. ¿Cuál era el costo de cada pieza? Una pequeña muestra de sangre con instrucciones muy precisas para su extracción. Como era de esperarse, aquellos que estaban en contra, no tardaron en solicitar una aclaración por el costo, pero la respuesta fue más directa de lo que imaginaban: memoria genética para interpolación de datos.

Para la tercera semana, el mundo se había dividido de forma muy remarcada, pero gracias al magnífico trabajo de los equipos de mercadotecnia, el público comenzó a inclinarse en favor del dispositivo, incluso le pusieron un nombre: la corona del reino de las ilusiones. Sin embargo, a pesar del bajo precio y de la buena aceptación del producto en el mercado, no todo salió como esperaban: una terrible tragedia azotó a la humanidad y amenazó con destruirla debido a las paradojas que generó la manipulación artificial del tiempo.

Nunca abrí una sola de las cajas entregadas, fui parte de los indiferentes porque al llegar a la quinta década de la vida logré aceptar mi vida tal y como era, hasta que el reino de las ilusiones abrió sus puertas.

Durante la noche del lanzamiento, un enorme estruendo me sacudió de la cama y Cas, mi única compañera en el mundo no paraba de ladrar. El caos dominaba los cielos sobre la ciudad, arrojando rayos como si el mismo Zeus intentase destrozar el mundo, pero esto iba más allá de la furia de un dios terrestre, y el universo confirmaba su molestia con la llegada de una emisaria en medio de la tormenta. Cas no dudó en ir hacia ella y no pude detenerla—entonces temí lo peor—, pero cuando la emisaria volteó, descubrí que solo era persona con una máscara de porcelana, quien no dudó en recibir a Cas con los brazos abiertos y saludarla como si hubiesen sido amigas desde hace años.