Una historia de secretos y mentiras.
Atracción y odio.
En la que parece que nadie quiere decir la verdad de las cosas.
Del odio al amor solo hay un paso.
¿Cuánto estas dispuesto a perder para averiguarlo?
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DOMINIC
Todos cometemos errores, decimos mentiras y tenemos secretos que preferimos dejar enterrados. Y ese lado oscuro que aprendemos a activar.
El bien y el mal, unas palabras que nos enseñan desde pequeños, pero hasta que crecemos les damos nuestro propio significado...
Esos pensamientos no paran de dar vueltas en mi cabeza, como una canción que se repite una y otra vez, con la voz de la persona que las dijo. Pero cada error que he cometido en el pasado me persigue hasta el día de hoy y aunque trate de ocultarlo siempre regresan a mi.
Comienzo a secar mi cabello con la primer toalla que encuentro, van a dar casi las seis de la mañana y desde las cuatro no he podido dormir.
El insomnio se ha vuelto parte de mi rutina de cada dia, hace casi un año que no puedo dormir una noche completa y claro que ha tenido un efecto en mi, me ha vuelto un poco, mucho mas irritante, pero me vale una mierda. No es como si muchos tengan que lidiar con ello.
Me termino de cambiar con lo primero que encuentro y bajo para esperar a Elijah e irnos.
Por lo que tengo entendido la hija del Sr. Kozlov nos enseñara las instalaciones de la Citadel en la que estaremos entrenando aunque presiento que es casi idéntica a la de Rusia por lo general siempre hay una en cada país y todas son iguales.
Camino por la nueva mansión, mas bien no es nueva, ha estado en mi familia incluso antes de que mis abuelos nacieran, es nueva para mi. Se supone que llegaríamos los cuatro juntos. Pero mis padres optaron por quedarse unos días mas en Rusia y yo no tenia problema en desaparecer de su vista en este limitado tiempo.
Camino por los corredores llenos de cuadros que parecen estar colgados desde hace décadas. Una pintura tienta mi curiosidad, es un hombre de semblante intransigente, sus rasgos me hacen saber que es de la familia. Los ojos de dos colores también le dan obviedad a que es un pariente lejano, sigo el rumbo de sus manos, junto a ellas descansa un león de pelaje tan dorado que siento que fue pintado con exageración. El hombre parece sereno ante la cercanía de aquel animal, como si se tratase de un simple perro. Sobre la mano que esta en el pelaje del animal reluce un brillante anillo de oro con iniciales "LR", despego la mirada leyendo la inscripción abajo del recuadro.
Massimo Rostova LR (1948-1998)
En cuanto llegue mi padre, en definitiva le preguntare por estas pinturas. Decido salir del corredor y adentrarme de nuevo en la sala principal, me dejo caer en el primer sillón que veo y reviso mi reloj, abrumado. Siete de la mañana y veo bajar de las escaleras a una chica bastante confundida.
Lleva una camiseta que le llega hasta el muslo, esta descalza, en una mano trae sus zapatillas y en la otra lo que supongo que quedo de su ropa.
Frunzo el ceño cuando comienza a dar vueltas como loca, no tiene ni idea hacia donde ir. Sigue de espaldas hacia mi, lo que hace mas difícil que se de cuenta que hay alguien mas. Suspiro exasperado, alzo la voz y le digo lo primero que se me viene a la cabeza. Como siempre que estoy cansado y decido hablar.
