Capítulo 1

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Me duelen demasiado los ojos. Aún no sé si es por llorar o por el sol.

Los primeros rayos impactan en mí, igual que tus palabras, igual que tus actos.

En estos últimos meses yo no te he olvidado del todo, y tener que verte cuando vuelva de nuevo a clases me... no quiero. No quiero verte.

¿Algún día volverá todo lo que fue?

No tenía ni la más remota idea.

No quiero cumplir mis dieciocho sin ti, porque después de todo lo que me has hecho yo... acepto que te amo. Uno de los dos tenía corazón y era yo, sí.

Pero claramente no significa un amor incondicional, solo que mi corazón está encerrado junto al tuyo, y en esa cárcel se quedará mucho tiempo.

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5 meses antes de la hora cero

Una canción de ritmo alegre se escuchaba por toda mi habitación, aunque era totalmente opuesto a lo que sentía yo.

Estaba aburrido, ninguno de mis amigos me contestaba y yo al menos quería pasar estos últimos días de esta semana antes de empezar los exámenes con alguien.

No lo entendía. Mi casa era una jodida mansión, estaba sola la mayor parte del día salvo por los trabajadores que laboraban en ella, y había hasta un gran jardín con piscina, aunque esto último era un poco arriesgado ya que era marzo aún.

- ¡Qué aburrimiento! - Me tiré a mi cama de espaldas, mientras sonaba con fuerza la canción.

Giré mi cabeza y vi la hora en mi reloj digital que se encontraba en una pequeña al lado de mi cama.

Tan solo eran las cinco de la tarde y nadie tenía la decencia de contestar un maldito mensaje.

Revisé por última vez mi teléfono y, amargado, salí de mi cuarto saludando a una de las limpiadoras que andaba por el pasillo con amabilidad, como si no me comiesen los demonios del aburrimiento ahora mismo.

Bajé con rapidez las escaleras como hacía siempre y escuché breves murmullos en uno de los salones principales.

- Hyung... - Murmuré con la ilusión en mi rostro de inmediato.

Vale, si mi hermano estaba al menos podría pasar la tarde con él y ver películas o jugar con Louis y Leon.

Sí, eso era una gran idea.

Bajé aún más rápido y fui hasta donde se escuchaba su voz y la de otro gran conocido mío.

Muy melosos y acurrucados se encontraban ellos, a los que desde los doce y desde que se casaron yo ya llamaba papás.

Prácticamente me habían criado, había crecido con ellos y actuaban igual que unos padres, un poco más jóvenes que los padres convencionales y formados por una pareja homosexual.

TaeYong seguía casi intacto, con alguna que otra arruga que lo hacía interesante y canas que comenzaba a teñirse con más frecuencia, pero no le quitaba ese atractivo varonil que se acercaba a los cuarenta y hacía suspirar a más de una persona por la calle. Ten no se quedaba atrás. Seguía bailando, entrenando y saliendo con sus amigos. Su físico: envidiable. Cada vez tenía más problemas para algunas posiciones en la danza, pero era un profesor excelente.

Tempered [ Nomin ]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon