lov song. ❛ javon walton. [cancelada]

17

𝑳𝑬𝑨𝑯

— ¿puedo pasar?— dejé de escribir y abrí la puerta, encontrándome con beni.

— ¿qué sucede?— pregunté mientras me hacía a un lado, pasó y se sentó en mi cama.

— quería hablar sobre lo de hoy.— asentí y me senté a un lado de el.— ¿que fue lo que pasó?

— nada, simplemente me cansé de que me molestará.— respondí simple, este asintió y me quedo mirando.— ¿qué?

— ¿pero que fue lo que te dijo para que la golpearas?— lo mire y comencé a dudar si decirle la verdad o mentir.— leah, sabes que puedes confiar en mi.

— lo sé.— me acerqué más a él y apoyé mi cabeza sobre su hombro.

— ¿por qué no me dijiste lo que estaba pasando?— paso su brazo derecho por detrás mío y comenzó a acariciar mi cabellera.— no debiste de quedarte callada.

— no quería causar más problemas, sabía que esto sería una carga más para papá y en parte para ti.— comencé a jugar con mis manos.— además pensé que lo de ava iba a ser algo temporal, que en algún momento se aburriría y me dejaría en paz.

asintió y ambos nos mantuvimos en silencio, comencé a sentir como intentaba aguantar el llanto, me separé de él y lo miré.

— ¿por qué estás lloran-

— lo siento, lo siento mucho, debí de cuidarte y protegerte mejor.— se lanzó sobre mi, abrazándome y llorando más fuerte.— todo esto es mi culpa, lo siento, no debiste de haber pasado esto.

lo abracé más fuerte y aguanté el llanto.

— n-no es tu culpa, beni.— me separé y lo miré.— nada de esto es tu culpa, es la mia, no te castigues por algo de lo que no tenías conocimiento, yo fuí la que manejo las cosas mal y la responsable de todo lo que conllevó eso.

limpie sus lágrimas con mis pulgares y lo volví a abrazar.

— todo esto es tan injusto.— sollozo en mi hombro, acaricié suavemente su espalda.— l-la vida es tan injusta, ¿qué fue lo que hicimos para recibir todo ésto? ¿por qué no podemos estar en paz y ser felices?

— no lo sé, beni.— respondí en voz baja mientras que lágrimas comenzaban a caer de mis ojos.— pero todo mejorará pronto, o eso espero.

[•••]

— ¿dónde está tu hermano?— di un salto del susto al escuchar la voz de papá tan de repente.

— toca la puerta antes de entrar.— deje el lapicero y observé a mi padre, este se veía enojado, con el ceño fruncido y la mandíbula levemente apretada.

— ¿dónde está tu hermano, leah?— repito la pregunta con notorio enojó, elevé los hombros.— dime la maldita verdad, leah.

— no lo sé, no molestes.— tomé nuevamente el lapicero y seguí realizando los ejercicios de química hasta que me cuaderno fue lanzado al otro extremo de la habitación.— ¡¿QUÉ MIERDA TE SUCEDE?!

— ¡¿QUE MIERDA LES SUCEDE A USTEDES?!— me devolvió el grito, rodeé los ojos al saber lo que se venía.— ¡¿CREEN QUE PUEDEN HACER LO QUE USTEDES QUIERAN?! ¡¿QUE SE MANEJAN SOLOS O QUE MIERDA?!

lo ignore y busque mi cuaderno, mientras que gianluca seguía gritando.

— ¡TE ESTOY HABLANDO, POR DEMONIO, LEAH!— me tomó del brazo y me sacudió, haciendo que el cuaderno volviera a caerse.— ¡¿POR QUÉ ME COMPLICAN LA MALDITA VIDA?! ¡DESDE QUE HAN NACIDO NO HAN HECHO MAS QUÉ JODERNOS LA MALDITA EXISTENCIA!

— ¡¿Y CREES QUE USTEDES A MI TAMPOCO?! ¡¿CREES QUE ME AGRADA HABER NACIDO EN ESTA JODIDA FAMILIA?!— me solté de su agarré y di unos pasos hacia atrás.— ¡¿QUÉ QUE ESTOY AGRADECIDA DE QUE NOS HAYAN TENIDO?! ¡LO ÚNICO QUE HICIERON ES TRAERNOS A UN JODIDO INFIERNO! ¡TODO, Y ESCÚCHAME BIEN; TODO ÉSTO ES SU JODIDA CULPA, TUYA Y DE LA IMBÉCIL DE NEREA, TODO LO QUE NOS SUCEDE ES SU MALDITA CULPA!

— ¡DEBERÍAS DE SER MÁS AGRADECIDA POR TODO LO QUE TE HEMOS DADO Y HEMOS HECHO POR TI!

— ¡AGRADECIDA ESTARÍA SI MURIERAN DE UNA JODIDA VEZ Y NOS DEJARAN EN PAZ, GIANLUCA!— al terminar de decir eso sentir un fuerte ardor en mi mejilla derecha, acerque rápidamente mi mano al la zona y mire a mi progenitor, que se encontraba igual o más sorprendido qué yo.— vete de mi habitación.

— leah...— me alejé en cuanto intento acercarse a mi.— y-yo lo siento, no quise... lo siento, hija, por favor.

— ¡QUÉ TE VAYAS DE MI MALDITO CUARTO!— comencé a empujarlo hasta que estuviera fuera de mi habitación, cerré con seguro y me lance a la cama, para comenzar a llorar.

— ¡leah, por favor, ábreme!— ignore los gritos y llamados de gianluca durante toda la hora que estuve detrás de la puerta.

en cuánto se cansó se fué, a la hora llego benicio agitado y con una notable preocupación, que se podía sentir hasta en lo más alto del everest, llamó a la puerta un mínimo de 100 veces, para luego rendirse e irse. en cuánto comencé a escuchar los gritos de benicio y gianluca, tomé mis audífonos y los conecté a mi teléfono, puse mi playlist para llorar y observé el techo.

la primera canción que se reproduzco fue "i'm tired" de zendaya y labrinth, mi canción. creo que es una de la pocas canciones que me hacen sentir que son mías, que son lo que siento, lo que pienso y en parte lo que vivo, vivo en un constante cansancio; mental, físico y emocional, en un constante círculo que se basa en sentir que no puedo más, que necesito descansar y a la vez dar lo mejor de mi para mejorar, dar lo mejor de mi para beni, mis abuelos y para papá.

pero cuando suena
"Now the tide is rolling in
I don't wanna win
Let it take me, let it take me"
la siento más mía que nunca, ya no quiero ganar, solo quiero irme y descansar, ser feliz y estar en paz.

pero esas palabras nunca están en la misma oración que leah d'marco.

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