— Te llevaré a casa ¿Dónde están los idiotas de Niall y Zayn? —Frunció el ceño molesto, Louis no respondió, estaba demasiado ocupado impregnándose del rico aroma de su hombre, era suyo.

Harry soltó un suspiro ignorando a todo el mundo a su alrededor y salió con Louis, el castaño apenas podía caminar mientras tarareaba Shoot out de Monsta X, paró en seco al sentir su saliva desbordándose de su boca y se inclinó devolviendo el estómago en los zapatos del rizado, se le estaba haciendo costumbre vomitar frente a él.

Su vista no podía permanecer en el camino, necesitaba asegurarse de que Louis estuviera bien mientras conducía a su departamento, consideraba que no era buena idea que su madre lo viera de esa manera, mucho menos ahora que está delicada, así que esperaría a que se le bajara el alcohol y luego lo llevaría sano y salvo a casa.

Observó sus nudillos enrojecidos sosteniendo el volante y suspiró haciendo una ligera mueca, Jeff iba a matarlo por el escándalo que había causado pero no estaba en absoluto arrepentido, nadie iba a tocar a Louis de esa forma y sin su consentimiento, nadie debería tocar a nadie sin su consentimiento, había hecho lo correcto. Un pesado suspiro por parte de Louis lo sacó de sus pensamientos.

— Este lugar huele muy rico, huele a Harry —Susurró con los ojos cerrados. Harry sonrió de lado.

— En este momento creo que huelo a vomito —Soltó divertido, Louis lo miró confundido.

— ¿Haz vomitado? ¿Te sientes bien? —Llevó su mano con torpeza hasta la frente del rizado quien rió con ternura al mirarlo.

— Tranquilo, ponte cómodo ya vamos a llegar —Louis suspiró al escucharlo y apartó su mano.

— ¿Porqué me secuestras? Llévame con Harry —Balbuceó mirando las luces del camino.

— ¿Quieres ir con él? —Habló con ilusión. Louis asintió.

— Me puse unos jeans sexys para él, todos me miraban menos él, no estaba ahí —Murmuró haciendo dibujos con su dedo en la ventana del auto, Harry volvió a sentirse mal.

— Es un idiota entonces, pero creo que moría de ganas de estar contigo y no en ese lugar —Miró de reojo al castaño quien se mantuvo en silencio con los ojos cerrados.

Después de algunos minutos más de trayecto por fin llegaron al edificio del departamento de Harry, apagó el motor una vez estacionado en su lugar y suspiró pensando en la mejor forma de llevar a Louis adentro, bajó del auto y lo rodeó para abrir la puerta y quitarle el cinturón de seguridad, el castaño le regaló una boba sonrisa, el chico más alto acomodó su flequillo y lo cargó al estilo nupcial, Louis rodeó su cuello con una pequeña risa tímida. Caminaron hasta el elevador y Harry seleccionó su piso.

— ¿Así que esto pagas con lo que ganas fingiendo ser otra persona? —Murmuró mirando el lujoso elevador, Harry apuñó sus labios sin saber qué decir, tenía razón.

Por fin llegaron al departamento y Harry cerró la puerta con una ligera patada, llevó a Louis hasta el baño de su habitación y lo bajó con cuidado frente al lavabo.

— Creo que tengo cepillo de dientes nuevo, enjuaga tu boca para que te sientas más cómodo —Murmuró rebuscando en la repisa, le entregó un cepillo de dientes y pasta dental, Louis suspiró tomándolo con torpeza.

— No puedo, me voy a caer —Admitió apenado, Harry asintió haciéndolo por él.

Abrió el empaque del cepillo y le colocó la pasta dental mientras Louis lo observaba como un niño pequeño y curioso, abrió el lavabo y luego con cuidado comenzó a ayudarlo a cepillar sus dientes, después de unos minutos suspiró apartándose para que el castaño escupiera y se lavara la boca, lo hizo aún mareado. Harry acarició su espalda con suavidad provocando una corriente eléctrica en todo su cuerpo, se incorporó ya sin el amargo sabor de alcohol y vomito en su boca.

— Gracias —Susurró apenas audible mientras lo miraba.

— No tienes que agradecerme nada ¿de acuerdo? —Llevó sus manos a las mejillas del dulce chico y acaricio sus pómulos con sus pulgares.

— Bésame —Suplicó más cerca de sus labios, Harry tragó saliva mirando los suyos.

— Muero de ganas por hacerlo, Lou, pero estas ebrio —Dejó un beso en su frente y Louis frunció el ceño indignado, era demasiado tierno.

Se inclinó con torpeza mientras se colocaba de puntitas y besó sus labios tratando de tomar el control, Harry no pudo resistirse por algunos segundos pero tuvo que apartarse, dejó un besito en su nariz y sonrió enternecido ante sus pucheros.

— Ya no me quieres ¿Verdad? ¿Es esa modelo? Se que es más bonita que yo, y su cuerpo es firme y sin marcas —Su voz se quebró, Harry negó rápidamente abrazándolo.

— Ni siquiera te atrevas a compararte con ella, precioso, jamás serás como esa chica, tu corazón es tan puro y bueno, tu eres perfecto y ella está muy lejos de serlo —Murmuró en su cabello, Louis ya se había relajado con su aroma de nuevo.

— ¿Entonces porqué no me besas? —Murmuró en su pecho, Harry dejó un beso en su cabello.

— Por que yo quiero que recuerdes todos y cada uno de mis besos, Lou —Comenzó a acariciar su espalda, Louis soltó un bostezo.

— Quiero dormir —Cerró sus ojos y Harry asintió llevándolo a la habitación de nuevo.

Lo llevó hasta la cama y le sacó los zapatos, Louis se giró dejando a la vista un poco de la piel de sus glúteos que se asomaban por los jeans rasgados, Harry tragó saliva entendiendo a lo que se refería hace rato, con mucho cuidado terminó de sacarle la ropa, el castaño apenas se inmutó, rebuscó en su armario una de sus camisetas y se la colocó como pijama, dejó un beso en su frente y lo cubrió con las mantas recordando lo friolento que era.

— Voy a dormir en el sofá, si me necesitas estaré ahí —Murmuró mirándolo, Louis hizo una mueca con los ojos cerrados.

— No, quédate aquí, por favor —Balbuceó dormitado, Harry lo pensó unos segundos.

Comenzó a desvestirse dejando la ropa en un cesto en el armario, se colocó un pantalón de pijama para luego rodear la cama y subir del otro lado acariciando su cabello para poder adormecerlo más, Louis sonrió con los ojos cerrados, parecía un dulce angelito que había vuelto para sacarle del hoyo donde se estaba hundiendo.

— Te voy a contar un secreto pero no se lo digas a Harry —Susurró con cautela, Harry sonrió divertido y mordió su labio.

— Vale, no se lo diré, confía en mi —Lo miró atentamente, Louis soltó un suspiro.

— Él cree que estoy saliendo con Liam, pero es un tonto ¿Porqué saldría con alguien más teniéndolo a él? —Negó con su cabeza abriendo los ojos, Harry tragó saliva con cierto alivio en su pecho.

— Cualquiera se enamoraría de ti, tal vez tiene miedo de que lo cambies, Lou —Continuó acariciando su cabello, Louis ronroneo feliz.

— No lo cambiaria nunca, es el amor de mi vida, me enseñó que el amor es ciego y que hasta un chico tan atractivo y genial como él pudo enamorarse de mi, pero aún sigo teniendo miedo porque... —Se tomó su tiempo para continuar su explicación — Su mundo ahora cambió y habrá muchas personas nuevas en su vida, personas que si podrán estar en público con él, pero yo no podré, yo me sentiré olvidado en casa.

— Por más idiota que pueda ser, Harry enfrentaría al mundo entero por ti, Louis, solo dale la oportunidad de demostrártelo —Murmuró mirando su océano favorito, Louis sonrió sonrojado.

— Tal vez —Se acercó para besar su mejilla y suspiró más tranquilo abrazando la almohada para dormir.

Cuando Harry se aseguró de que estuviese dormido se puso de pie tomando la carpeta en su buró, caminó de nuevo al baño y la abrió mientras se veía al espejo, esto tenía que acabarse, su felicidad no estaba en la cancha si Louis no estaba ahí para apoyarlo. Rompió el contrato que Jeff le había entregado a la mitad y luego lo rompió de nuevo en cuatro, con mucha más tranquilidad en su pecho lo arrojó al cesto de basura.

FATBOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora