El móvil comenzó a sonar, una, dos, tres y cuatro veces hasta que respondieron del otro lado, Louis suspiró intentando buscar las palabras correctas pero estas tropesaban torpemente, apenas podía hablar con coherencia.

— Harry ¿Porqué estas con ella ahora? Me puse bonito para ti, Harry —Balbuceo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

— Lou ¿Estas ebrio? —Murmuró sorprendido del otro lado de la línea, el castaño asintió como si Harry pudiese verlo — Por favor, no te muevas ¿Vale? Iré por ti

— No, no te necesito —Mintió cerrando sus ojos — Probablemente ya no me veo bonito, Harry

— No digas tonterías, tú siempre te ves bonito, desde que te levantas con el cabello desordenado hasta que te acuestas con tu pijama de ositos —Murmuró saliendo rápidamente de la fiesta, Louis sollozó.

— Ya no quiero verte en la televisión ni en las noticias del móvil, ya no quiero Harry —Hizo un puchero mirando su último trago en el vaso el cual tomó.

— Dime donde estas, ya estoy subiendo al auto —Habló preocupado, Louis negó con su cabeza.

— No te diré nada, tonto —Continuaba negando con su cabeza, el chico de la barra suspiró arrebatándole el teléfono y le dió la dirección a Harry.

Le entregó el teléfono después de eso y Louis frunció el ceño mirándolo pero muy en el fondo le estaba agradecido, guardó su móvil de nuevo y se giró para buscar a los chicos pero un enorme pecho le impidió seguir con su camino, tragó saliva levantando la vista para toparse con un familiar rostro.

***

Sus manos comenzaron a temblar mientras sostenía el volante, por suerte para él no estaba demasiado lejos del club nocturno donde Louis se encontraba, se sentía demasiado mal por todas sus palabras y escucharlo en ese estado, no se perdonaría jamás si algo le pasaba.

Suspiró con más tranquilidad al ver las luces del club muy cerca y estacionó el auto para bajar rápidamente, comenzó a sacar su efectivo contando unos cuantos billetes para poder sobornar al hombre de seguridad y lograr pasar, el hombre fingió indignación pero aún así tomó el dinero abriendo la puerta para él, poco le importó escuchar las quejas de los demás en la fila para entrar.

Comenzó a buscar a Louis con desesperación entre el tumulto de gente bailando y bebiendo, no podía encontrarlo por ningún lado hasta que reconoció a un grupo de chicos, eran antiguos compañeros de instituto y miembros del equipo de la escuela, los mismos que terminaron odiándolo por el simple hecho de ser mejor que ellos.

Uno de ellos parecía estar sobre alguien, demasiado pegado e intentando llevar sus manos a todo el cuerpo del chico, pero este lo empujó con debilidad, Harry reconoció su perfil al instante a pesar de la tenue luz, su ceño se frunció mientras demasiada rabia se acumulaba en su pecho, se acercó rápidamente hasta ellos y pudo escuchar sus características risas burlescas y los chillidos de Louis intentando apartarlo.

El castaño verdaderamente estaba incómodo apenas procesando lo que estaba pasando por tanto alcohol en su organismo, de pronto aquel peso que lo molestaba se quitó y lo próximo que miró fue al enorme chico en el suelo siendo golpeado por un furioso Harry, la gente al rededor comenzó a grabar lo que estaba ocurriendo y Louis odió a su generación en ese momento. Quería detenerlo pero apenas podía mantenerse en pie, así que espero a que Harry se cansara de golpear al chico y cerró sus ojos yéndose hacia un lado pero los fuertes brazos del rizado fueron más rápidos.

— ¿Estas bien, Lou? —Murmuró intentando revisarlo con la adrenalina aún corriendo por sus venas, Louis asintió demasiado mareado.

— Te dije que no vinieras, Harry —Se ocultó en su pecho, Harry suspiró con alivio acariciando su espalda.

FATBOYWhere stories live. Discover now