Caminar por los pasillos de la escuela se volvía incómodo cada vez que se topaban, el chico de rizos no se daba por vencido con él pero sus súplicas y ruegos solo causaban burlas por parte de los demás, Louis odiaba sentir que lo hacía para seguirse riendo así que siempre escapaba de la situación.

La noche noche buena llegó y a pesar de los fallidos intentos de su mejor amigo y su madre por sacarlo a celebrar no pudo evitar que llevaran la celebración a casa, así que su madre preparó un pastel e invitó a algunos compañeros de la escuela, tal vez su madre exageró he invitó a demasiados pero solo muy pocos decidieron asistir, Louis se sentía demasiado irritado así que solo se encerró en su habitación mientras podía llorar libremente, no era lo que deseaba para navidad.

Un ligero golpe en su ventana lo hizo reaccionar y limpió sus lágrimas rápidamente, su corazón latió con fuerza al ver los ojos verdes que tanto le gustaban pero ahora estaban mucho más apagados que antes, no podía mentirse así mismo y decir que no le alegraba que Harry estuviera en su ventana de nuevo.

Caminó algo indeciso pero al final con un fuerte suspiro mientras peleaba con su subconsciente decidió abrir la ventana por primera vez en mucho tiempo, el rizado lo agradeció con la mirada.

— Nunca te han gustado las puertas —Murmuró el castaño abrazándose así mismo, el rizado río apenas mientras se adentraba a la habitación.

— Lo siento, se qué tal vez debí entrar por la puerta principal pero tenía miedo de que tu madre me corriera —Murmuró apenado, Louis suspiró, su madre había estado insistiendo que hablara con Harry pero nunca le hace caso.

— ¿Que quieres? —Evitó a toda costa su mirada.

— Yo solo, quería desearte un feliz cumpleaños y...entregarte tu regalo —Sacó una cajita de su bolsillo y la extendió hasta él, Louis esnifó levemente su nariz y tomó la caja examinándola.

— ¿Que es? —La sacudió suavemente al escuchar un ligero sonido, Harry sonrió levemente mientras se encogía de hombros.

— Deberías abrirlo — Llevó sus manos a sus bolsillos, Louis le quitó la tapa a la caja dejando a la vista un precioso collar.

Lo tomó con cuidado para observarlo mejor, era un hermoso collar de oro blanco que tenía un lindo dije con la letra 'H' sus ojos se cristalizaron de inmediato pero no se permitió llorar, las palabras no salían de su boca por mas esfuerzo que hiciera para hablar así que Harry suspiró mordiendo su labio.

— Lo siento yo... ya había comprado tu regalo semanas atrás, no es tan narcisista como crees, también tengo tu inicial aquí —Levantó su mano para mostrar un anillo con la L.

— ¿Porqué lo llevas puesto? —Miró el collar de nuevo.

— Por que sigo perteneciéndote, mi corazón es tuyo, Louis —Murmuró mirándolo pero el castaño no se atrevió a levantar la mirada, suspiró aclarando ligeramente su garganta y miró la caja — Hay algo más ahí.

El castaño frunció ligeramente el ceño mientras observaba al fondo de la caja dos tickets, los tomó para leerlo mejor mientras su labio comenzaba a temblar con tristeza y emoción.

— Compraste boletos para el concierto de Monsta X —Susurró algo incrédulo, Harry asintió.

— Por eso estaba aprendiéndome sus canciones y algunas frases en coreano, quería sorprenderte con eso... pero estoy seguro de que a Niall le encantará acompañarte —Sonrió levemente fingiendo demasiado bien que no le dolía, Louis no respondió nada.

El silencio se había vuelto incómodo entre ambos, había pasado demasiado tiempo desde la ultima vez que hablaron, Louis suspiró sentándose en la orilla de la cama y palmeó a su lado para que Harry lo acompañara, una ligera chispa de esperanza surgió en el rizado y obedeció.

— ¿Porqué dejaste el equipo? —Murmuró sintiéndose culpable de aquello.

— No me sentía cómodo ya, después de todo lo pasó comprendí muchas cosas, fui un completo imbecil y no voy a negártelo, solo quería encajar, no quería que me siguieran viendo como en mi antigua escuela y decidí tomar el camino fácil, ahora me arrepiento cada día que paso sin ti —Miraba sus manos como si fuesen realmente interesantes.

— Siempre lo supe de todas formas... sabía que alguien como tú no podía fijarse en mi de buenas a primeras, tu cambio fue tan repentino y algo no me terminaba de convencer, pero preferí creerte como un idiota y dueles tanto, Harry —Susurró lo último intentando no ahogarse en su propio llanto, Harry tragó saliva odiándose así mismo.

— Jamás quise decir todas esas cosas, yo... me reflejé en ti mucho tiempo, en eso que todos odiaban de mi y lamento haberme desquitado contigo, luego comencé a tratarte más y entendí que eras tan único e increíble, me enamoré de ti como un loco pero ahora estoy pagando las consecuencias de haber sido un cabrón —Limpió sus lágrimas rápidamente y suspiró.

— Creo que ya deberías irte —Lo imitó limpiando sus lágrimas, Harry asintió poniéndose de pie.

— Espero que pases una buena navidad, Lou —Lo miró una última vez, Louis no respondió.

Harry sorbió su nariz levemente y dio media vuelta caminando hasta la ventana con el corazón más destrozado que antes de llegar, sabía que esto pasaría e incluso tuvo suerte de poder hablar con él, abrió la ventana para salir pero la voz de Louis lo detuvo.

— Espera, Harry... yo también tengo tu regalo de navidad y creo que si es narcisista —Susurró mordiendo su labio.

Le entregó una caja más grande que la suya y Harry sonrió sorprendido mientras la abría con cierta emoción, Louis comenzaba a sonrojarse cada vez que Harry estaba más cerca de descubrir lo que había adentro, sus ojos brillaron al sacar la primera prenda, era una camiseta del equipo de fútbol con su apellido y el número 28, sonrió de lado al recordar la fecha de la cita en su casa, había otra camiseta igual dentro de la caja pero esta vez tenía el apellido 'Tomlinson' Harry lo miró aún más sorprendido.

— Esa era la tuya, íbamos a intercambiar apellidos —Susurró mirando el suelo. Harry iba a hablar pero el castaño no lo dejó — Ya vete, por favor.

— Gracias, Lou —Murmuró antes de marcharse con su regalo de navidad dejándole la camiseta con el apellido Styles a Louis.

Y así fue como ambos pasaron la peor navidad de todas, extrañándose mutuamente pero sin poder tenerse, el cumpleaños de Harry llegó y sus padres estaban demasiado ocupados para decidir festejarlo, así que solo se encerró todo el día en su habitación hasta que su hermana apareció con un pequeño pastel para él y una nota que alguien había dejado en su puerta.

Harry no pudo rechazar a la única persona que le daba inmenso cariño, así que lloró en sus brazos hasta que se quedó dormido sin poder leer la nota que en el dobles decía 'Lou'

La primavera cayó y las flores no querían florecer, todo seguía exactamente igual, Harry se dedicó plenamente a conseguir buenas notas en sus próximos exámenes mientras que Louis trataba de no hundirse en su depresión y agradecía el tener a Niall junto a él, no le molestaba que el rubio haya perdonado a Zayn, al final el morocho se disculpó con él y pudo demostrarle cuanto había cambiado, el rubio no quería caer pero le fue inevitable, el ahora mariscal de campo le demostró su verdadero ser, era un chico dulce y sensible que tenía un nivel bajo de déficit de atención así que Niall se propuso a ayudarlo.

Todos trataban de seguir con sus vidas algunos mejor que otros y pronto sería el baile de primavera así que mientras Harry observaba a Louis y Niall riendo por el pasillo, el castaño lo miró regalándole una pequeña sonrisa y entonces tuvo una brillante idea, iba a recuperar a Louis, no se daría por vencido así de fácil.

FATBOYWhere stories live. Discover now