Parte Única

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Notas de la autora:

Por favor, ten en cuenta las etiquetas. Pero si no quieres leer todo eso, debes saber que tanto Wei Ying como Lan Zhan tienen una adicción a la nicotina, aunque la de Wei Ying es peor, y ambos utilizan el tabaco como mecanismo de afrontamiento. También se habla de abusos pasados, emocionales y físicos (en el caso de Wei Ying), así como de homofobia y capacitismo implícitos.

Si no quieres leer todo eso, por favor cierra la página. No soy responsable de lo que elijas leer, pero igual me importa.

Si no, ¡espero que lo disfrutes! 💓

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Lo primero que aprende Wei Ying sobre su nuevo vecino es que es del tipo tranquilo.

Sinceramente, no se había dado cuenta de que alguien se había mudado y tuvo que enterarse por su amigo Huaisang, que le afirmó que un amigo suyo de la infancia se había mudado exactamente a ese edificio. Probablemente nunca se habría enterado de otra manera, porque su vecino no solo es reservado, sino que además es imposible cruzarse con él.

Wei Ying no lo ve nunca. Supone que hay gente que apenas sale de casa, o que lo hace en horarios completamente diferentes a los suyos, pero aun así. Ve a la anciana jubilada del quinto piso más frecuentemente que a su nuevo vecino, y ella tiene razones para no alejarse demasiado de su apartamento.

Así que su primera impresión de su vecino es que debe ser un dios, o algún tipo de ser mágico cuya forma celestial le prohíbe ser visto por mortales como Wei Ying.

Sin embargo, se demuestra que está equivocado, y la segunda cosa que Wei Ying aprende de su vecino es que es hermoso.

Resulta que lo ve uno de los días después de que pasara toda la noche hiperconcentrado en alguna tontería, lo que, sumado a su olvido de hacer compras en los últimos días, lo lleva a dirigirse a grandes zancadas hacia el ascensor con dos bolsas de comida a las siete de la mañana, y a compartir el trayecto con su misterioso vecino que vuelve de quién sabe dónde vestido con pantalones de correr.

Wei Ying sabe que es él porque nunca lo había visto antes, y sin duda habría recordado a la única otra persona cercana a su edad que no parece increíblemente aburrida o como un imbécil arrogante.

Comparten el recorrido durante poco tiempo y ninguno de los dos habla, pero Wei Ying alcanza a ver el largo pelo negro y los ojos marrones que parecen dorados cuando les da la luz.

No tiene tiempo de mirar mucho más, ya que el ascensor se detiene en su piso y tiene que salir. Pero a medida que avanza el día y la mañana se convierte en noche, Wei Ying piensa en este encuentro mucho después de que él y su vecino se hayan separado.

*

Hay veces que su vecino hace ruido. Sonido. Música.

La tercera cosa que Wei Ying aprende de su nuevo vecino es que toca el piano.

Lentamente, con cuidado. Como si cada compás de las canciones que plasma en el instrumento estuviera directamente relacionado con una cuerda de su corazón.

Wei Ying se pregunta a quién están dedicadas mientras da una calada a su cigarrillo.

*

La cuarta cosa que Wei Ying aprende de su nuevo vecino es que tiene una voz profunda y rica que vibra, y eso hace que Wei Ying sienta que él también vibra.

Está recostado en la azotea del edificio, dando lentas caladas a su cigarrillo, cuando oye que se abre la puerta.

Se levanta sobre los codos, un poco sorprendido. En los años que lleva subiendo aquí a fumar, nunca vio a nadie más. Nadie más que él intenta venir aquí.

esas pequeñas cosasWhere stories live. Discover now