Musas y Demonios

13 1 0
                                    

Empecé a escribir por una urgencia de explicar todo lo que no entendía. De ahí, lo que en un principio fue un simple proyecto personal para expulsar un par de Demonios que habían hecho de mi pecho su guarida, se convirtió gradualmente tanto en una necesidad como una constante catarsis. Encontré el camino.

Desde entonces, mientras algunos adormecen a sus Demonios y otros simplemente los ignoran, yo acostumbro alborotarlos, enfrentarlos, e incluso, nos hemos convertido en cómplices.

Escribir lo que uno siente y sentir todo lo que uno escribe, no es fácil. Las reacciones son diversas, inesperadas, empero, yo nunca he escrito para que me amen ni para que me admiren, sino para compartir lo que amo, lo que admiro y, en un dejo de egoísmo, lo que necesito comunicar, ya que sólo puedo digerir totalmente lo que trazo y plasmo con palabras.

Y mientras los Demonios son el pretexto, las Musas son el motivo, ya que ellas te susurran al oído cientos de historias lascivas sin decir una palabra, son la que te despiertan las ganas de escribir es sus espaldas desnudas la lista de todas tus pasiones, las que te bendicen con la inspiración aunque en ocasiones no te dejen escribir por estar atrapado en sus cuerpos. Son con quienes sueñas en las noches cuando no puedes dormir. Son las que te arrebatan la tranquilidad dejando en su lugar sensaciones, emociones, sentimientos, deseos... Te roban el aliento, pero te regalan vida. Son quienes con su sudor, lágrimas, saliva, besos y pasiones, escriben junto contigo la novela de tu propia vida.

Musas y Demonios; causa y efecto de las letras cargadas de sentimientos, que se liberan, viajan, se entrometen, crecen, se alimentan, se adaptan, se revuelcan, profanan. Y cobran vida cuando quien las lee las hace suyas.

Un escritor sin Musas y sin Demonios, sería como un velero sin viento.

Poesias en libertad, Ansias de un corazón rotoWhere stories live. Discover now