Entre los primer wyverianos se susurra una leyenda, una terrible maldición que fue impuesta a un cazador quien cegado por su ambición atacó sin reparo a un dragón anciano.
Mirra, una joven cazadora, quien a pulso se ha ganado el reconocimiento del c...
La tempestad se desató con la furia de mil demonios, las nubes se tornaron de un color negruzco mientras el viento amenazaba con arrasar todo a su paso y la tierra temblaba descontroladamente, aquello era la furia del moribundo dragón anciano ante el cazador, poco a poco su cuerpo empezó a iluminarse en antiguos símbolos draconicos de pasadas eras, estaba dispuesto a entregar su último aliento para castigar a quien se atrevió a herirlo y así fue
El arma se deslizo de sus manos golpeando el suelo en un sonido sordo, su cuerpo ardía como si las tempestuosas llamas del infierno lo envolviera, su carne se desgarro violentamente en una forzosa transformación, su humanidad fue despojada por los colmillos y las garras, todo lo fue no importaba más... ya no era él.
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Nota de la autora: No me juzguen, algunos tenemos gustos raros.
