CAPITULO [2]: Andy

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Sentí su cara de asombro cuando llego a mi lado, no fue necesario mirarlo para saber cuál era su expresión. También puse esa cara cuando baje al bunker que papá construyo en quien sabe cuánto tiempo y casi diez metros bajo el patio de nuestra casa, creo que Tom no tenía ni la más mínima idea de lo lejos que había llegado papá con sus proyectos.

— ¿Que mierda es todo esto? —Dijo Tom recorriendo la habitación con la mirada.

—Un bunker, papá me lo enseño hace una semana y ya no podía mas solo con este pequeño secreto —Le comente.

El lugar estaba hecho de hormigón y placas de titanio reforzado, lo recorrí completo contándole a mi hermano todo lo que papá me dijo sobre el bunker.

—Diez metros cuadrados suficientes para los cuatro, tenemos comida y artículos de emergencia para seis meses aquí dentro sabes —Agregue —Te lo dije papá se rayó.

—Prefiero mantener esto entre nosotros, tal vez mamá no se lo tome muy bien. Sabes que ella cree que papá volverá a ser el de antes —Me pidió Tom.

—Papá ya se ha ido, el que construyo este lugar es otra persona.

—Joe ¿y si papá tiene razón? —Lo dijo casi creyéndoselo y después de unos minutos sin recibir respuesta de mi parte suspiro profundamente y dijo —Olvídalo.

Así continuamos las siguientes semanas, todos al colegio, Tom a la universidad y papá extrañamente comenzó a pasar más tiempo con nosotros afuera en la realidad. Las últimas semanas de colegio las dedicaron organizar el baile de nuestra generación y según el calendario apocalíptico de papá nunca pasaría. No habría baile.

Se lo imaginan, las chicas estarían más aturdidas por no ir a un estúpido baile y no por el "Fin del mundo". El pasillo central del colegio estaba atiborrado de papeletas de colores que invitaba al baile:

"BAILE DE FIN DE AÑO, BUSCA TU PAREJA Y PREPARATE PARA BAILAR HASTA QUE EL MUNDO SE ACABE".

— ¿Es enserio? —Dije y Andy me miro con cara de no entender mi comentario.

—Olvídalo Andy, tu solo prepárate para el baile de fin de mundo ¿Invitaras a Julie?

— ¿Es una jodida broma, no? —Soltó.

Sonreí y lo golpeé en un costado del brazo, Andy solo me miro de re ojo y agito los nudillos de sus dedos en mi cabeza.

Saliendo del colegio recorrí las calles de la plaza central del pueblo donde vivo, pensé en lo cerca que estaba la ciudad y en todo el movimiento que hay día a día. Desde este punto del parque se aprecian los edificios que asoman como grandes bloques de concreto y vidrio, la vista desde aquí es total. La ciudad es mucho más moderna que el pueblo donde vivo.

Existen estos autos que flotan a un par de centímetros del suelo y solo bajan cuando vas a descender o apagar el motor, las calles principales tienen unas bandas metálicas en las veredas que las recorren de un extremo a otro y solo debes subir o bajar donde lo necesites. Se mueven por las avenidas a una velocidad muy baja pero es mejor que caminar, son como las escaleras mecánicas de los centros comerciales, pero apostadas en el suelo.

Es bastante limpia para recibir a millones de personas al día. Ahí están los hospitales, las universidades, centros comerciales, librerías, tiene grandes pantallas LED con publicidad e imágenes del noticiario o de vez en cuando pasa la temperatura, la hora y una que otra oferta de último minuto.

La mayoría de las ciudades aquí son así, rodeadas de pueblos más pequeños donde nos educamos y crecemos para luego irnos a trabajar o a vivir a la ciudad. Siempre y cuando tengas un buen trabajo y un gran puesto en alguna compañía, Tom siempre habla de querer ser director general de la compañía del tren subterráneo cree que hay muchas mejoras que podría implementar, la cantidad de gente que utiliza el transporte bajo tierra es innumerable.

BUNKER: La Primera Noche De La TierraWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu